Quebrando el hermetismo de los Regímenes
Hace un par de años Delfín Mocache me solicitó hacerme cargo de conversar con un investigador norteamericano que había contactado a Diario Rombe para obtener información de la trama relacionada al banquero libanés Kassem Hejeij del que habíamos publicado. Tras terminar de colaborar con él, por nuestra gentileza consideré que estaba en la posición de solicitarle algo de su conocimiento para resolver una de las interrogantes que más se había extendido en los casos que hemos tratado en el diario. ¿Qué era realmente aquel cónclave norcoreano situado en Santiago de Baney?
Recordaba aquella tarde en que recibimos la llamada de una persona que dijo hablar en representación de la Embajada de Corea del Sur, queriendo saber más sobre aquel artículo que refería al peculiar descubrimiento de un grupo de trabajadores de origen norcoreano del que nadie daba más información. Le dimos sin recelo la información que conocíamos -la cual en ese momento no era tan extensa-, y luego de terminar la conversación, pudimos darnos cuenta que el número de teléfono de la llamada no correspondía al de la Embajada de Corea del Sur, sino que a la de Corea del Norte.
Aquella experiencia despertó nuestra intuición de que algo más existía por descubrir -algo que Corea del Norte quería mantener en reserva-, e hizo que mi primera pregunta al investigador fuera esa -ya que había sin duda mucho más que entender de la situación-. La respuesta del investigador fue concreta y concisa – “Es Chilbo”, explicó, “una empresa de Corea del Norte del área forestal y aquellas personas que vieron, son prisioneros que están realizando trabajos forzados”. Intenté proseguir con las preguntas, pero eso fue todo lo que pude conseguir de él, el pacto de colaboración culminó.
El que el Gobierno de Guinea Ecuatorial permitiese que una empresa desarrollara su labor de producción a través del trabajo forzado ya era algo condenable, aunque esta falta de respeto por la dignidad humana de parte del Régimen no era causa de sorpresa, por lo que el nombre Chilbo y sus interconexiones se mantuvieron en suspensión durante varios años, hasta ahora.
La maquinaria de financiación paralela de Corea del Norte
Tal como describe de manera documentada el medio Compliance Cosmos (https://compliancecosmos.org/north-korea-finds-ways-avoid-sanctions-imposed-united-nations), entre varios otros medios, en su artículo “North Korea finds ways to avoid sanctions imposed by the United Nations” –“Corea del Norte encuentra formas de evitar las sanciones impuestas por las Naciones Unidas”– existe una red de financiación oculta, en la que Corea del Norte, a pesar de haber sido castigada por Estados Unidos por desarrollar y mantener un plan de desarrollo de armamento de destrucción masiva, logra a través de múltiples bancos y compañías solventar su plan armamentístico, evadiendo las sanciones.
Es así, que tal como menciona este medio respecto a un informe de las Naciones Unidas, “la queja se centra en dos compañías, Apex Choice Ltd. y Yuanye Wood Co. Ltd., que presuntamente transfirieron fondos a agentes y entidades que actúan en nombre de los bancos de Corea del Norte, principalmente el Banco de Comercio Exterior de Corea del Norte, para evadir las sanciones.” -prosiguiendo con que-, “en la sección de la queja que trata sobre Yuanye Wood, las autoridades estadounidenses alegan que Yuanye Wood envió varios pagos a empresas y socios de la industria de extracción de madera que beneficiaron al programa de misiles nucleares y balísticos de Corea del Norte. La sección continúa describiendo a uno de los jugadores, Chilbo, un recolector de madera de Corea del Norte, que usaba prisioneros norcoreanos como trabajo forzado en Guinea Ecuatorial, donde trabajaban como madereros y trabajadores de la construcción.”
De esta manera, podemos entender no sólo cómo el Régimen de Guinea Ecuatorial consintió en el asentamiento de una empresa en nuestro país donde prisioneros extranjeros realizaban trabajos forzados, permitiendo con esto la esclavitud en su forma más evidente, sino que además mantuvo relaciones comerciales con una empresa que contribuyó a la financiación del plan de armas de destrucción masiva de Corea del Norte a través de las utilidades producidas por los trabajadores que exportaba -en este caso, enviados a Santiago de Baney, Guinea Ecuatorial-, un asunto directa e indirectamente concerniente a la humanidad en su conjunto por la implicación del impacto de esta tecnología armamentística.
Es así, que respecto a la financiación del plan balístico por vía de la exportación de trabajadores, el informe de las Naciones Unidas continúa:
“El párrafo 17 de la Resolución 2375 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobada el 11 de septiembre de 2017, prohíbe la exportación de trabajadores por parte del Gobierno de Corea del Norte.”, al igual que, “el Departamento del Tesoro ha declarado que el Gobierno de Corea del Norte utiliza parte de los ingresos que deriva de la exportación de trabajadores para financiar el Departamento de Industria de Municiones, que es responsable de su desarrollo de misiles balísticos.”
Tal como menciona el medio Nk News en su artículo “Equatorial Guinea repatriates North Korean workers, cuts agricultural ties” -“Guinea Ecuatorial repatria a los trabajadores de Corea del Norte, corta los lazos agrícolas” (https://www.nknews.org/2018/08/equatorial-guinea-repatriates-north-korean-workers-cuts-agricultural-ties-nir/), “en el subsector forestal y medioambiental de Guinea Ecuatorial, las actividades de una empresa forestal de Corea del Norte, identificada como «Chilbo», se detuvieron, siendo Chilbo dueña de un aserradero y operando un negocio de fabricación de chapas y contrachapados.”. Este medio explica además que, «la compañía ha vendido su aserradero en el municipio de Milong, en el distrito de Añisork, y su negocio de fabricación de chapas y madera contrachapada en Bome a la compañía china Changxi, y el personal ha sido repatriado», cerrando con esto aparentemente sus relaciones oficiales.
Los fuertes e históricos lazos de Guinea Ecuatorial y Corea del Norte
Tal como relata el mismo medio de investigación especializado en Corea del Norte -NK News-, las relaciones entre Corea del Norte y Guinea Ecuatorial, como con otros países africanos existen desde los años 60’ y 70’, teniendo vínculos bastante consolidados. Es así, que “las relaciones diplomáticas (entre ambos países) se establecieron por primera vez bajo el dictador Francisco Macías y el líder fundador de Corea del Norte, Kim Il Sung. Ambos gobernantes mantuvieron una estrecha relación hasta que Macías fue juzgado y ejecutado en un golpe de estado por el sobrino Teodoro Obiang Nguema.”, donde tras este hecho, “Kim incluso proporcionó un hogar para la familia de Macías en el exilio, con su hija, Monique Macías” – explica la plataforma de investigación NK News.
En efecto, tras el cambio de Régimen de Guinea Ecuatorial, la colaboración entre ambas naciones continuó tanto en el área comercial como en la militar informada, siendo así que los Proyectos Mansudae Overseas (MOP) -ahora encontrados bajo sanción por motivo de la financiación de armas de destrucción masiva en Corea del Norte-, también realizaron actividades de construcción en Guinea Ecuatorial, construyendo el estadio Luba y la sala de conferencias Luba.
Es más, Francisco Pascual Obama Asue en su calidad de Primer Ministro, lejos de terminar las relaciones con Corea del Norte -tal como se había comprometido públicamente el Gobierno ante la comunidad internacional-, se reúne con el Subdirector del departamento del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea, Ryu Myong Son, para reafirmar un estrecho trabajo y colaboración entre Guinea Ecuatorial y el país asiático.
Actualmente, no se ha podido constatar que el Régimen de Guinea Ecuatorial haya repatriado todos los trabajadores norcoreanos -cortando con esto el vínculo comercial con Corea del Norte-, como también es una tarea pendiente descubrir si la compañía Chilbo ha sido renombrada y continúa operando en el país. Dado el complejo entramado de corrupción en el que funciona el poder en Guinea Ecuatorial, al cual se suman los mecanismos de fraude financiero propios de esta red de solventación económica paralela para el financiamiento de armas de destrucción masiva, este artículo puede considerarse un punto de partida para seguir avanzando en esta investigación, a la cual invitamos a todos los actores nacionales o internacionales interesados en ser parte y a informarse de la documentación que hace años existe, pero que no se le ha dado la importancia debida.
Versión en inglés: