La constructora portuguesa Zagope también pagó al menos 30.000 euros a Teodoro Biyogo a cambio de contratos públicos

La constructora portuguesa Zagope también pagó al menos 30.000 euros a Teodoro Biyogo a cambio de contratos públicos

Teodoro Biyogo Nsue Okomo (1956), uno de los hermanos de la primera dama Constancia Mangue Nsue Okomo, encarna una de las figuras más turbias del régimen de Guinea Ecuatorial. Su ascenso dentro del aparato estatal no se debe a sus competencias, sino a su cercanía con el dictador Teodoro Obiang Nguema y a su apetito insaciable por el dinero público. Desde sus inicios en la diplomacia en los años ochenta —con cargos en las embajadas de Etiopía y Nigeria— hasta su rol como Representante Permanente ante las Naciones Unidas, Biyogo ha utilizado cada posición como una plataforma para construir una red de negocios cuestionables. En destinos estratégicos como Brasil, Estados Unidos, Canadá y varios países de América Latina, habría facilitado la entrada de empresas extranjeras a cambio de comisiones millonarias.

Su poder no se limita al ámbito diplomático. Como Director de Protocolo del dictador, Biyogo controla el acceso a los contratos más lucrativos del país, que presuntamente asigna a compañías en las que tiene intereses personales. Esta posición le ha permitido actuar como guardián y beneficiario de los grandes negocios del régimen, disfrazados de proyectos públicos.

Una de las operaciones más escandalosas que lo involucra está documentada en una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en colaboración con Expresso (Portugal), Diario Rombe (Guinea Ecuatorial), Le Monde (Francia) y Piauí (Brasil). Según los documentos filtrados, la constructora portuguesa Zagope Construcciones e Ingeniería S.A., vinculada al grupo brasileño Andrade Gutierrez, transfirió al menos 86 millones de dólares (72,27 millones de euros) entre 2014 y 2018 a Somagui Forestal SL, empresa directamente controlada por Teodoro Nguema Obiang Mangue, alias Teodorín.

Teodoro Nguema Obiang Mangue no es el único alto cargo del gobierno de Guinea Ecuatorial señalado en la reciente investigación periodística internacional que lo vincula con un escándalo de corrupción de gran magnitud. Los documentos filtrados también muestran que Zagope contrató supuestos “servicios de seguridad” a una compañía conectada con un miembro de la familia presidencial. La empresa en cuestión es Gartoll Seguridad Privada SA, propiedad de Carmelo Ovono Obiang, jefe de la Seguridad Exterior e hijo del presidente imputado en España por los delitos de detención ilegal, secuestro, delitos de corrupción internacional y blanqueo de capitales. Otro beneficiado es Teodoro Biyogo Nsue Okomo (1956), hermano de Constancia Mangue Nsue Okomo, la primera dama, quien continúa gozando de total impunidad dentro del régimen.

Está investigación demuestra que ambos familiares, sobrino y tío, han estado siempre metidos en los negocios relacionados con las empresas brasileñas. Según los datos, Teodoro Biyogo Nsue Okomo, también recibía pagos regulares de Zagope. Aunque no figuraba oficialmente como socio de la sucursal de Zagope en Guinea Ecuatorial —según fuentes citadas por Diario Rombe, porque Teodorín no se lo permitió— Biyogo cobraba un 3% de comisión por cada contrato público adjudicado. En 2015 recibió $20.420,60 (18.225,40 euros) y en 2017 $14.380,80 (12.005,40 euros). Estos pagos no eran excepciones: formaban parte de un sistema bien aceitado de sobornos institucionalizados.

La implicación directa de ambos —tío y sobrino— explica por qué la llamada «cruzada anticorrupción» de Teodorín es una farsa selectiva: no persigue a su propia familia, por muy comprometida que esté. Un ejemplo ilustrativo es el caso de la Televisión Digital Terrestre (TDT). Según el testimonio de Jesús Cantero Nsegue Nsang, alias Boney —detenido en BlackBeach— Biyogo, a quien se refiere como «el jefe», recibió una comisión del 7% por facilitar pagos estatales a la empresa Wayang Teknical Soluções Globais Guinea Ecuatorial SL, contratada en 2017 para desplegar la red TDT. La operación se canalizó a través de su firma instrumental Caraos Consulting S.A., cuyo único fin es actuar como intermediaria en contratos públicos y desviar fondos hacia sus bolsillos.

No se trata de simples irregularidades. Es un sistema estructurado de corrupción con operadores bien definidos: Teodorín, que reparte contratos y protege a los suyos; y Biyogo, que negocia, cobra y guarda silencio. Perseguirlo implicaría desenmascarar la red de la que el propio Teodorín forma parte. Por eso su cruzada contra la corrupción no es más que una maniobra de marketing político: se limita a castigar a los ajenos al clan familiar mientras garantiza la impunidad de los suyos.

Antes de la publicación de esta investigación, Diario Rombe envió a Teodoro Biyogo Nsue Okomo un cuestionario detallado a través de WhatsApp con el objetivo de ofrecerle la oportunidad de comentar nuestros hallazgos. Lejos de responder, Biyogo optó por bloquear el número de contacto, evitando así cualquier forma de transparencia o derecho a réplica.


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