Iván Bacale Ebe Molina, sobrino de Crisanto Ebe Mba, ha alcanzado nuevos niveles de poder no por méritos propios, sino gracias a un nepotismo descarado y bien orquestado. Ha visto su carrera impulsada por su tío, quien ha utilizado su influencia para abrirle todas las puertas en el ámbito político y financiero. Crisanto Ebe Mba, considerado uno de los principales banqueros del dictador Teodoro Nguema Obiang Mangue, ha orquestado el ascenso de Iván desde el principio.
En noviembre de 2011, cuando Crisanto era Ministro de Hacienda y Presupuesto, colocó a Iván como Director General del BEAC en Malabo, marcando el inicio de una carrera construida sobre el favoritismo y no sobre capacidades reales. Posteriormente, en 2012, cuando Crisanto fue nombrado Gobernador ante el Fondo Monetario Internacional, también logró que Iván fuera ascendido a Gobernador Suplente.
Ahora, Iván Bacale Ebe Molina ha sido designado al frente del Ministerio de Hacienda, Planificación y Desarrollo Económico. Este puesto estratégico le permitirá continuar con el control en las sombras de la economía nacional, perpetuando el status quo. El ascenso de Iván no traerá ningún cambio real, sino que consolidará el dominio de las mismas familias en el poder, sin cumplir con las promesas de reforma y transparencia que el dictador ha pregonado.
El nepotismo no se limita al Ministerio de Hacienda. Crisanto Ebe Mba también ha asegurado su influencia en el Banco Nacional de Guinea Ecuatorial, donde ostenta el cargo de presidente del consejo de administración, y ha colocado a su cuñado, Emilio Moyo, al frente de la sucursal del banco en Camerún. Además, controla la empresa pública de electricidad a través de otro sobrino, Daniel Nguema Minang, consolidando aún más su control sobre los recursos del país. Crisanto Ebe Mba encarna la figura de la «garganta profunda» detrás de la desastrosa economía del país, junto con Marcelino Owono Edu y Melchor Esono Edjo.
La red de influencia de la familia se extiende a empresas offshore. En diciembre de 2021, Diario Rombe reveló que Daniel Nguema Minang, otro sobrino de Crisanto, estaba vinculado a las empresas N&B Consultants Limited y NB Consultorías Internacionales Límites, registradas en el paraíso fiscal de Belice entre 2017 y 2019. Esta conexión subraya la falta de transparencia y la corrupción sistémica en el régimen.
En resumen, el nombramiento de Iván Bacale Ebe Molina es un claro ejemplo de cómo el nepotismo perpetúa la corrupción y el estancamiento en Guinea Ecuatorial. El control sigue en manos de unas pocas familias, y el supuesto cambio prometido por el dictador no es más que un espejismo. La estructura de poder permanece intacta, con los mismos actores repartiéndose los cargos y manteniendo el poder en su círculo cerrado.
