Un informe confidencial de PriceWaterhouseCoopers, entregado a Diario Rombe por fuentes cercanas a la Ministra Delegada en funciones de Tesorería y Patrimonio del Estado, Milagrosa Obono Angue, desvela una crisis de gestión sin precedentes en los dos principales puertos de Guinea Ecuatorial. El informe subraya deficiencias graves que exponen la profunda descomposición administrativa bajo el control de la familia del dictador guineoecuatoriano, afectando principalmente al Puerto de Bata, pero revelando que el Puerto de Malabo está igualmente en ruinas.
El Puerto de Bata, situado en la ciudad del mismo nombre, es uno de los principales puntos de entrada y salida de mercancías para Guinea Ecuatorial y desempeña un papel crucial en el comercio y la economía del país. Sin embargo, la situación en el puerto es alarmante. Según el informe, el Puerto de Bata opera sin un número de identificación fiscal propio para operaciones internacionales, utilizando el número del Puerto de Malabo. Este grave error no solo refleja una falta de profesionalismo, sino que también complica el cumplimiento de las normativas internacionales.
El sistema de información del puerto, descrito en el informe como una reliquia del pasado, es incapaz de recopilar y procesar información financiera de manera eficiente. En pleno siglo XXI, la nómina de más de 500 empleados se sigue gestionando manualmente en Excel, exponiendo a la entidad a un riesgo elevado de errores y fraudes. PriceWaterhouseCoopers (PWC) ha recomendado con urgencia la implementación de un sistema de nómina automatizado con acceso restringido.
Impunidad y falta de transparencia: La realidad en ambos Puertos
La impunidad y la incompetencia en la gestión del Puerto de Bata, bajo el control de la familia del dictador, han alcanzado niveles alarmantes. Los auditores han enfrentado enormes dificultades para acceder a documentos clave que justifican varias operaciones bancarias, incluyendo transferencias de fondos desde Sociéte Générale de Banques, CCEIBank y BGFIBank. La falta de acceso a las fichas del equipo operativo y de infraestructura portuaria ha sido descrita como un «misterio», con una fuente anónima denunciando la ocultación sistemática de información.
El informe también destaca que el Puerto de Bata no ha instalado ni configurado software para gestionar activos fijos y su mantenimiento. Los registros de mantenimiento de estos activos, junto con el plan de gestión y renovación, no han sido proporcionados a los auditores. La falta de manuales de procedimientos administrativos y contables, y la ausencia de documentación de respaldo para transacciones financieras y adquisiciones, subraya una gestión opaca y desorganizada.
Puerto de Malabo en las mismas condiciones
El informe no se limita a criticar al Puerto de Bata. También señala que el Puerto de Malabo, la otra principal instalación portuaria del país, se encuentra en condiciones similares. La corrupción y la mala gestión afectan tanto a Bata como a Malabo, reflejando un patrón sistemático de desorganización y falta de transparencia en ambos puertos.
El estado actual de los puertos de Guinea Ecuatorial es un desastre administrativo y operativo. La falta de infraestructura moderna, la documentación inexistente y la impunidad rampante pintan un cuadro sombrío de la gestión portuaria. Las autoridades deben rendir cuentas y tomar medidas inmediatas para abordar este colapso y restaurar la transparencia y la eficiencia en estas infraestructuras cruciales para el país.
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