En otro audio, María Cristina alardea abiertamente de cómo compra favores en la Presidencia del Gobierno: “Cuando necesito algo, calculo quién me lo va a mover desde ahí… desde la presidencia”. |
Solo cuarenta y siete días después de su constitución, el 20 de diciembre de 2020, Punta Europa Aviación S.A. realizó su primer vuelo. No lo hizo con aviones propios, ni con personal certificado, ni cumpliendo los requisitos legales para operar como aerolínea. |
Y añade, con claridad: “Hay algo que tú no ves. Este vuelo de Malabo… hay muchas cosas que no nos garantizan. Wamos Air ya cogió la línea. ¿No ves que necesitamos ese papel para que cuando Wamos tenga que hacernos el contrato no nos quite la línea? […] Nosotros solo somos una agencia.” |
Durante años, viajar entre Malabo y Madrid ha sido un calvario para los ecuatoguineanos: escalas interminables en París o Casablanca, precios desorbitados y horarios poco prácticos, con Air France y Royal Air Maroc como únicas opciones fiables. En este panorama dominado por aerolíneas extranjeras como Air France o Royal Air Maroc, surgió en noviembre de 2020 una promesa de soberanía aérea: Punta Europa Aviación SA. Se presentó como la primera aerolínea nacional privada con capacidad para operar vuelos directos entre Guinea Ecuatorial y España.
Sin embargo, detrás de esta propuesta ambiciosa se esconde una historia de falsedades, falta de licencias de vuelos, no existen autorizaciones, ni permisos de vuelos, manipulaciones, amenazas a altos cargos del gobierno, tráfico de influencias, y un aparente uso de estructuras empresariales como herramienta para mantener cuotas de poder dentro del régimen de Malabo
Una investigación de Diario Rombe, basada en documentos exclusivos, audios comprometedores y fuentes cercanas al entramado, revela que Punta Europa Aviación jamás fue una aerolínea operativa. Bajo el barniz de empresa aérea, se escondía en realidad una agencia de viajes camuflada, sostenida por influencias políticas, relaciones familiares y favores institucionales.
El núcleo familiar detrás del negocio
Punta Europa Aviación Sociedad Anónima no nació como un proyecto comercial ordinario. Desde su constitución, el 3 de noviembre de 2020, con un capital social de 10 millones de francos CFA, la empresa exhibe un objeto social desmesuradamente robusto: operar vuelos, vender equipos aeronáuticos, formar personal, realizar estudios y actuar como intermediario comercial. Este diseño, según los estatutos a los que accedió Diario Rombe, sugiere una estructura pensada más como un vehículo financiero y logístico que como una aerolínea convencional.

El rostro visible del proyecto es María Cristina Mikue Obiang Nchama (nacida en 1966), quien está casada en régimen de separación de bienes con el empresario Alejandro Envoro Ovono, uno de los pilares históricos del régimen guineano. Mikue posee la doble nacionalidad, española y guineana, y actualmente reside en una lujosa mansión de más de 1.512 m², situada en Las Rozas de Madrid, uno de los municipios más exclusivos de Madrid, la capital española. Según datos de Idealista, esta vivienda se encuentra en una zona de alto valor inmobiliario, con precios estimados entre 1.797.000 € y 2.000.000 €.
Pero el verdadero peso accionario recae en José Luis García Lazo (1968), casado con una ciudadana rusa, es un empresario español de perfil opaco ligado a la empresa Guinea Industrial S.L que detenta el 25% del capital y preside la vicepresidencia del Consejo de Administración. El accionariado refleja una concentración de poder familiar y político. Alejandro Envoro Ovono posee el 20% y preside el Consejo de Administración desde España. Su esposa, María Cristina Mikue, directora y rostro público de la empresa, tiene el 15%. Irene Ndong Nguba (1990), también con doble nacionalidad española y guineana, es sobrina de Juan Manuel Ipo Muadacucu, inspector jefe de Operaciones Aéreas del Ministerio de Aviación Civil, y posee el 10% de la sociedad.
Aunque Irene Ndong Nguba no es conocida públicamente, su cercanía con María Cristina Mikue es evidente: su hermana, María Ángeles Ndong Alogo, está casada con Pergentino Obiang Nchama —administrador único entre abril de 2013 hasta enero de 2020 de Guinea Importación Exportación S.L—, hermano de María Cristina Mikue Obiang Nchama, y es la encargada de la venta de billetes en la nueva oficina de Punta Europa, ubicada en el Paseo de la Castellana, 114 (Madrid). El 5% restante visible está en manos de Jacinto Ovono Envoro Mikue —administrador único entre enero de 2020 hasta junio de 2021 de Guinea Importación Exportación S.L—, uno de los hijos de Envoro y Mikue.
La maniobra para incluir a los hijos en el accionariado
Aunque el acta de constitución fechada el 3 de noviembre de 2020 sólo menciona el 75 % del capital social, se presume que el 25 % restante está en manos de los 3 hijos —Alejandro, Verónica y Reina Envoro Mikue— de Maria Cristina Mikue. Esta información no sólo fue confirmada por una fuente que entregó a Diario Rombe un audio en el que la propia María Cristina Mikue Obiang Nchama confirma la reestructuración unilateral. Apenas 17 días después de inscribir los estatutos, el 23 de noviembre de 2020, María Cristina registró la transformación de la sociedad de Limitada Anónima, amparándose en un supuesto acta de junta extraordinaria que habría autorizado dicha modificación.
No obstante, las fuentes aseguran que esa junta nunca tuvo lugar. El acta está firmada presuntamente por José Luis García, vicepresidente de la compañía. Sin embargo, según los registros de vuelo obtenidos por Diario Rombe, García había salido de Guinea Ecuatorial el 20 de noviembre de 2020 en un vuelo de Lufthansa, llegando a Madrid el 21 de noviembre, y no regresó al país hasta el 19 de febrero de 2021, a bordo de un vuelo de Royal Air Maroc que partió de Madrid el 18 de febrero, con escalas en Casablanca y Libreville. Durante ese periodo, 23 de noviembre de 2020, García no estuvo físicamente presente en Guinea Ecuatorial, por lo que legalmente no pudo haber firmado ningún documento el 23 de noviembre de 2020, como figura en el acta para justificar la ampliación de capital a favor de los hijos de Mikue.
Sin embargo, el viaje que realizó en febrero de 2021 es clave para entender el caso relacionado con los contenedores, cuya información será revelada en una próxima publicación de Diario Rombe. Además, esa ampliación de capital se trataría de un acto ilegal, según ha declarado a Diario Rombe un abogado bajo anonimato: “Los socios tienen dos derechos inviolables e irrenunciables: los derechos políticos (participación en las juntas y en las decisiones colectivas de los socios) y los derechos económicos (participación en los beneficios y en las pérdidas). Será nula sin quórum ni mayoría de la Junta General Extraordinaria.”
La inclusión de sus hijos en el accionariado, decidida de manera unilateral, generó malestar entre los socios. Así se desprende de un mensaje de Whatsapp filtrado a Diario Rombe, donde los dos interlocutores, Irene Ndong y Jose Luis Garcia, cuestionan la reestructuración de los estatutos realizada por María Cristina sin consenso. También expresan sus dudas sobre el conocimiento que tenía Alejandro Envoro al respecto: “¿Eso incluye que también los tres podemos alterar los estatutos cuando nos convenga?”, se preguntan, evidenciando la creciente tensión interna dentro de la empresa.
En uno de los cientos de audios en poder de Diario Rombe, María Cristina reconoce explícitamente —esta vez citando a su marido Alejandro— haber repartido el capital social de forma ilegal: “Yo aumenté el capital en 100 acciones más y lo dividí con Alejandro, y es lo que ves. De hecho, si os quejáis… que mira, Mary”. Más adelante, intenta justificarse: “Yo no lo quiero todo sola”.
En Madrid, José Luis García expresa su desacuerdo con las acciones que le fueron asignadas en la ampliación de capital, realizada de forma unilateral por María Cristina. Para complicar aún más la situación, ella le propone firmar un acta notarial en blanco con la promesa de aumentarle posteriormente las acciones. Los demás socios —Alejandro Envoro, Irene Ndong Nguba y Jacinto Envoro Mikue— firmarán el documento cuando lleguen a Guinea. El acta se entrega en notaría únicamente para estampar el sello, simulando que fue formalizada en ese mismo momento. Aquí paz… y después gloria. Lo ocurrido en la notaría de Pergentino desafía cualquier intento de calificación.
Para intentar resolver el conflicto derivado de esta irregularidad, María Cristina Mikue propone a José Luis —según se escucha en el último audio al que ha tenido acceso Diario Rombe— lo siguiente: “Hacemos un acta antes de que me vaya [a Malabo], se escribe, lo inscribimos, lo llevo, firman los demás y se aumentan las acciones… para mí eso no es ningún problema”.
Acto seguido, reafirma su postura en un tono que mezcla manipulación y aparente conciliación: “Pero también voy a preparar un acta, me lo firmáis para aumentar las acciones porque realmente yo sé que ese es el problema mayoritario aquí. Es lo que hay, como te lo digo. Por favor, prefiero que nos peleemos, que discutamos, pero no me vais a decir que un día Mary…”. El tono del mensaje es revelador. María Cristina Mikue, por cómo habla, es —sin duda— una auténtica encantadora de serpientes.
Audios revelan reuniones estratégicas y tráfico de influencias
Los audios inéditos que ha tenido acceso Diario Rombe confirman el nivel de coordinación entre Punta Europa Aviación SA y altos funcionarios del Ministerio de Aviación Civil. En una de las grabaciones, María Cristina Mikue advierte a su socio Jose Luis Garcia Laz sobre la importancia de no dejar rastro: “En Guinea Ecuatorial tú quieres saber todo por WhatsApp y por teléfono… No se puede, no debemos. Son secretos profesionales. Por eso yo guardo todo, y aunque sea una vez al mes o cada dos meses, cuando tengamos todo asentado, haremos como un consejo y daremos copias para que cada uno lo vea. Yo no he pedido nada por WhatsApp, ¿eh?… Bueno, él por cualquier cosa se sale del quicio: ‘A ver, María ya no me contesta’, y yo me pongo a reír. ¡Dios mío, este no sabe que estoy en el infierno!”, comenta, refiriéndose a Guinea Ecuatorial. “Quiere que le mande todo”.
Estas palabras no fueron una casualidad, sino parte de un entramado cuidadosamente orquestado. José Luis García llegó a Malabo el 19 de febrero con dos objetivos: mantener una reunión con Juan Manuel Ipo Muadacucu, Irene Ndong y María Cristina Mikue en el Hotel Nacional Angue Ondo; y coordinar la logística y gestión de mercancías vinculadas a los contenedores marítimos. Abandonó Malabo el 5 de marzo de 2021, llegando a Madrid el día siguiente. La reunión fue convocada por Irene Ndong, y según una fuente en declaraciones a Diario Rombe, Juan Manuel Ipo recibió durante el encuentro una presunta llamada desde España de su hermano, I. M. I, en la que le decía: “Échales una mano desde el puesto que tienes”.
A partir de ese momento, el funcionario comenzó a actuar como colaborador clave de Punta Europa Aviación SL. Según un audio adicional de Maria Cristina Mikue haciendo referencia sobre cómo resuelven las incidencias de Punta Europa Aviación frente a las exigencias técnicas del Ministerio. “Es quien calma a los funcionarios que intenten exigir responsabilidades. Es como una red”. Fue a partir de ese momento cuando empezaron a abrirse las puertas para Punta Europa Aviación.
En septiembre de 2020, se movilizaron contactos dentro del gobierno para obtener un visado en la Embajada de Guinea Ecuatorial en Madrid a favor de José Luis García Laz, quien viajaría el 4 de noviembre de 2020 con Lufthansa y llegaría a Malabo el 5 de noviembre. En esas mismas conversaciones aparece también el nombre de un presunto influyente con contactos dentro del gobierno, Dámaso Coral Zamora: “Los dos ministros nos esperan ansiosos. Me dicen que seamos prudentes, que esperemos. Todo está igual. El tema está sobre la mesa.”
Una aerolínea fantasma con licencia política y favores ministeriales
Solo cuarenta y siete días después de su constitución, el 20 de diciembre de 2020, Punta Europa Aviación S.A. realizó su primer vuelo. No lo hizo con aviones propios, ni con personal certificado, ni cumpliendo los requisitos legales para operar como aerolínea. Lo hizo subcontratando un vuelo chárter no regular a través de la intermediaria española Emptyleg Privilege Style. Es decir, la flamante “compañía aérea nacional” era, en realidad, una agencia disfrazada de aerolínea, sin flota, sin tripulación, y sin autorización legal.
El contrato firmado por José Luis García Lazo, vicepresidente de la empresa, con Emptyleg, permitió a Punta Europa alquilar aeronaves con tripulación extranjera y operar bajo el nombre de otra compañía. Así se maquilló la realidad: una empresa sin Certificado de Operador Aéreo (AOC) que, sin embargo, anunciaba con orgullo sus operaciones en Guinea Ecuatorial.
Según una grabación en poder de Diario Rombe, el primer vuelo de Punta Europa fue posible gracias a una presión directa y personal de María Cristina Mikue al Ministro de Aviación Civil. En sus propias palabras: “Yo tuve que salir de casa sin decir nada a Alejandro a encontrar al Ministro de Aviación Civil en su casa y amenazarle. Él me dijo que el Vicepresidente tiene que autorizar el vuelo, él lo ha anulado. Tú has firmado. Tengo la copia de lo que has firmado. Como vas a entrar en la puerta del Vicepresidente por delante, yo entraré por detrás. Veremos quién llega antes con lo que has firmado.”
Ante la opacidad y la incertidumbre del proceso, el ministro intentó echarse para atrás en el último momento. Sabía que el vuelo no tenía respaldo legal, y temía cargar con la responsabilidad si algo salía mal. Pero las amenazas de Mikue surtieron efecto. El ministro, acorralado y expuesto, cedió. Así se autorizó el vuelo inaugural de una aerolínea que, legalmente, no existía.
Mientras tanto, en el país, muchas agencias de viajes se hacían la misma pregunta: ¿cómo es posible que una empresa sin autorización de la IATA estuviese emitiendo billetes de avión?. La respuesta a esta incómoda pregunta está en otra grabación, donde María Cristina Mikue lo admite sin rodeos: “Punta Europa todavía no es una compañía porque aún no tenemos el AOC… y sin este certificado, Punta Europa es una agencia. Y esa agencia, para que se vendan los billetes, lo estamos haciendo con la inmunidad que tiene una persona en un país.”
En Guinea Ecuatorial, solo unas pocas agencias poseen la acreditación IATA (International Air Transport Association) — la organización que regula, entre otras cosas, la emisión de billetes aéreos en nombre de las aerolíneas miembros—, y muchas operan a través de terceros. Punta Europa siguió el mismo modelo, utilizando códigos IATA ajenos como los de Plus Ultra Líneas Aéreas para emitir billetes. Durante más de tres años, ha funcionado como una agencia de viajes que alquila aviones y personal a aerolíneas extranjeras como Privilege Style, Wamos Air y actualmente Plus Ultra, mientras vendía la imagen de “compañía aérea nacional” bajo una fachada de legalidad fabricada con influencias familiares y favores políticos.
En una de las grabaciones, Mikue relata con entusiasmo cómo el propio Ministro de Aviación Civil le firma un documento autorizando las operaciones, a pesar de saber que Punta Europa no tenía autorización oficial: “Excelente, porque aquí estás convirtiendo a Punta Europa en compañía. Estamos volando con la frecuencia de Wamos y tú estás consiguiendo la frecuencia de Punta Europa, mientras no hemos hecho el OAC. Así me firmó esto ayer.”. Es decir, el propio Estado firma y legítima operaciones fraudulentas.
María Cristina Mikue Obiang Nchama no duda en presumir de los favores que espera obtener de las autoridades guineanas gracias a sus influencias. En uno de los audios, relata cómo el director del BANGE —Manuel Osa Nsua, hoy Primer Ministro— la contacta: “Mary, tenemos unas máquinas, dicen que ya no fletan porque el vuelo está lleno. Por favor, tenemos que montar eso en el… tenemos una sucursal en el patio del presidente en Riaba. Yo ordené que le facturen y no cobren. BANGE ya nos debe una”.
En otro audio, María Cristina alardea abiertamente de cómo compra favores en la Presidencia del Gobierno: “Cuando necesito algo, calculo quién me lo va a mover desde ahí… desde la presidencia”.
Conflicto con Wamos Air: “como no tenemos el OAC, ¿cómo nos defendemos?”
En un audio, María Cristina Mikue muestra su preocupación ante la posibilidad de que Wamos Air descubra el engaño y los excluya del negocio: “Lo repito, esta es la enésima vez para que Punta Europa no termine, porque el ritmo que veo a Wamos es un ritmo que, como ya ve mercado, igual nos echa, y como no tenemos el OAC, ¿cómo nos defendemos?”
Y añade, con claridad: “Hay algo que tú no ves. Este vuelo de Malabo… hay muchas cosas que no nos garantizan. Wamos Air ya cogió la línea. ¿No ves que necesitamos ese papel para que cuando Wamos tenga que hacernos el contrato no nos quite la línea? […] Nosotros solo somos una agencia.”
Al no obtener el documento del Ministerio que fingiera respaldo institucional, Punta Europa perdió la cobertura legal para seguir operando con Wamos Air. El chollo terminó, y la aerolínea extranjera —la verdadera operadora— siguió con su frecuencia autorizada por España. Punta Europa, entonces, se refugió en Plus Ultra, repitiendo el esquema.
Estas grabaciones, fechadas en junio de 2021, confirman un sistema basado en impunidad, manipulación institucional y abuso del poder público. Punta Europa Aviación no es una aerolínea, sino una operación de fachada construida a base de presiones, privilegios y amenazas, donde las reglas del juego se escriben a la medida de los intereses de una familia incrustada en las estructuras del poder del Estado.
Un AOC denegado y deficiencias alarmantes
Siete meses y cinco días después de constituirse en Guinea Ecuatorial Punta Europa Aviación SA y operar de facto como agencia de viajes alquilando vuelos chárter —primero con Emptyleg Privilege Style, luego con Wamos Air y actualmente con Plus Ultra—, el 8 de junio de 2021, se registró en España una filial con el mismo nombre: Punta Europa Aviación S.L.. La filial española no sólo nació con un capital social simbólico de apenas 3.000 euros y con el objeto social de “transporte aéreo de pasajeros, etc.”, sino que estableció su domicilio social en el momento de su constitución en un chalet privado de 424 metros cuadrados, ubicado en la Calle Irlanda, 16 del municipio madrileño de Meco.
La propiedad, según fuentes conocedoras del caso, pertenece presuntamente a María Cristina Mikue, administradora única de la empresa en España de Punta Europa Aviación SL. Registrar una compañía aérea en una vivienda particular, sin oficinas operativas ni estructura profesional visible, genera serias dudas sobre la existencia real y la viabilidad técnica de la empresa.
Una fuente conocedora de la operativa de la empresa declaró bajo condición de anonimato que: “La mercantil Punta Europa Aviación inscrita en el registro mercantil de Madrid no vale para nada. Ella, desde su más absoluta ignorancia, la creó con la intención de legalizar la mercantil de Punta Europa de Guinea Ecuatorial en España.” Según esta misma fuente, se trata de dos sociedades completamente diferentes, aunque compartan nombre. Como anécdota relevante, añadió: “Le contaré que le bloquearon la cuenta del banco de la mercantil Punta Europa Aviación registrada en Madrid, porque realizó un único ingreso de 200.000 euros. Esto provocó que se activara el protocolo de blanqueo de dinero que tienen las entidades bancarias.” Este hecho fue comentado por María Cristina Mikue en un audio al que ha tenido acceso Diario Rombe.
La filial en España la creó sin consultar con ninguno de los socios, María Cristina Mikue se designó a sí misma como administradora única de la sociedad. De hecho, ostenta ese cargo en las cuatro mercantiles que tiene registradas en España. En cuanto la filial española permanece inactiva desde que ella misma provocara el bloqueo de la cuenta bancaria al ingresar en efectivo 200.000 euros, lo que generó sospechas e irregularidades ante la entidad financiera.
Ahora bien, poco después de la inscripción en España de Punta Europa Aviación SL, Mikue presentó ante el Ministerio de Aviación Civil de Guinea Ecuatorial la solicitud para obtener el Certificado de Operador Aéreo (AOC), indispensable para operar legalmente vuelos comerciales. Sin embargo, tres años después, el 21 de agosto de 2024, el inspector jefe de Operaciones Aéreas del Ministerio, Juan Manuel Ipo Muadacucu, envió un correo electrónico a Mikue adjuntándole la notificación oficial de discrepancias detectadas durante el proceso de evaluación de su solicitud.
En el mensaje, además de detallar las deficiencias encontradas durante la inspección de la aeronave, Ipo Muadacucu le recordaba que Punta Europa Aviación SA tenía pendiente la entrega del Safety Management System (SMS), es decir, el Sistema de Gestión de la Seguridad Operacional: un pilar básico en aviación que reúne políticas, procedimientos y prácticas organizativas para garantizar la seguridad en las operaciones.

Según la notificación oficial de siete páginas, a la que ha tenido acceso Diario Rombe, la Autoridad Aeronáutica de Guinea Ecuatorial (AAGE) rechazó rotundamente la solicitud de AOC, dejando al descubierto la precariedad y falta de estructura real de Punta Europa Aviación. La resolución revela que la empresa no cumple con los estándares mínimos exigidos para garantizar la seguridad aérea ni cuenta con una organización interna que justifique su funcionamiento como aerolínea.
La lista de deficiencias es alarmante: Un organigrama operativo ficticio, sin funciones ni responsabilidades claramente definidas; Ausencia total de auditores, procedimientos de calidad y manuales internos; Ningún plan de formación aeronáutica homologado, ni centro de entrenamiento reconocido; Chalecos salvavidas caducados desde 2008, botiquines vencidos en cabina y falta de equipo de emergencia obligatorio (como el transmisor ELT); Una política de seguridad sin firmar, un comité de seguridad incompleto y datos de contacto de emergencia inexistentes.