Ayer, más de 150 ciudadanos fueron encarcelados en la infame prisión de Black Beach por orden directa del vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue. El pretexto oficial: la supuesta apropiación indebida de ingresos fiscales que debían provenir de grandes distribuidoras de alimentos como Martínez Hermanos, EGT y Guinaco. Sin embargo, la verdad es mucho más oscura, según fuentes consultadas por Diario Rombe.
Mientras que Martínez Hermanos y EGT cumplieron con sus pagos al Fisco, Guinaco, empresa protegida por el intocable Armengol Ondo Nguema, hermano del dictador y socio en el negocio, ofreció una excusa ridícula: que funcionarios del puerto permitían la extracción de sus mercancías a cambio de sobornos. Lo que no se dice públicamente es que Guinaco no paga impuestos porque está blindada gracias a la relación directa con la familia gobernante. Armengol Ondo Nguema utiliza su influencia para garantizar la impunidad total, mientras cientos de ciudadanos sufren injustamente.
En un intento desesperado de desviar la atención, el abogado de Guinaco, Eric Mercader Penda, presentó recibos firmados por trabajadores del puerto, acusándolos falsamente de ser responsables de las irregularidades. Sin embargo, el verdadero motivo de las detenciones es encubrir la presunta evasión fiscal de Guinaco Guinea Ecuatorial SA. Mientras esta empresa, protegida por el régimen, evade millones en impuestos, más de 150 ciudadanos han sido encarcelados sin juicio, sin defensa y bajo falsas acusaciones de desfalco.
Además, el abogado de Guinaco, Eric Mercader Penda, está siendo investigado en España por blanqueo de capitales, tras haber introducido de forma clandestina cientos de miles de euros para Carmelo Ovono Obiang, hijo del dictador, investigado por torturas. Este caso revela, una vez más, cómo el régimen sacrifica a los más vulnerables para proteger a los suyos, utilizando la represión y la corrupción como herramientas de control. La justicia en Guinea Ecuatorial no es más que un instrumento al servicio de los poderosos.
