Las relaciones entre el Gobierno de la República de Guinea Ecuatorial y la República Centroafricana se han visto interrumpidas desde el pasado 13 de octubre de 2017, tras la denuncia presentada el pasado 17 de octubre ante “Le Procureur de la République près le Tribunal de Grande Instance Bangui” por la Secretaria de la Embajada de Guinea Ecuatorial en Bangui, la centroafricana Mile Bingabe Carole.
Los hechos a los que ha tenido acceso Diario Rombe de fuentes procedentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Guinea Ecuatorial, revelan una crisis de derrumbamiento moral en relación al comportamiento de nuestros diplomáticos.
Desde que Inocencio Esono Olo Nseng, hermano de Juan Olo Mba Nseng, Viceministro de Justicia, fuera nombrado Embajador de Guinea Ecuatorial en Bangui, capital de la República Centroafricana, la legación diplomática ha sido alienada por la misma conducta indebida del Embajador guineano.
Es así que, un violento escándalo sexual en la Embajada de Guinea Ecuatorial han dejado a ésta y a su embajador en el punto de mira de la comunidad y las autoridades de Centroáfrica, las cuales exigen la inmediata expulsión de Inocencio Esono Olo Nseng.
El Fiscal General de la República Centroafricana en estos momentos investiga en la Embajada de Guinea Ecuatorial en Bangui, en base a fuentes fidedignas del Ministerio de Asuntos Exteriores de Guinea Ecuatorial, al Embajador Inocencio Esono Olo, quien organizó en su residencia privada una fiesta con los empleados de la legación diplomática durante la noche del pasado 13 de Octubre, con el fin de conmemorar el 49 aniversario de la Independencia de nuestro país, culminando este evento alrededor de las 2 de la madrugada.
Cuando todos los empleados se disponían a regresar a sus respectivas viviendas, el Embajador propuso a los mismos, que, por razones de seguridad, se quedaran a pasar la noche, siendo así que entre ellos, su secretaria, Mile Bingabe Carole, quien vivía en una zona muy alejada, se alojó en una de las habitaciones de la residencia privada del diplomático.
Bingabe, de 31 años, no sospechaba de las intenciones del Embajador, así que accedió como los demás empleados a pasar la noche en la Residencia, compartiendo la habitación con la chica de limpieza, Mile Malipkoukagnade, para cuando entre 10 a 15 minutos después, cuando las dos mujeres se disponían a dormir, el Embajador Inocencio Esono Olo entró a la habitación por una segunda puerta que no tenía cerradura, ante lo que las empleadas no pudieron cerrarla como hicieron con la principal.
Ante la actitud invasiva del diplomático en su entrada, Bingabe le hizo saber que estaba cansada y durmiendo, así que el Embajador regresó a su habitación, pero luego regresando por segunda y tercera vez, insistiendo en querer hablar con ella en privado, a lo que la mujer se negó. Ante la persistencia de su jefe, su compañera Malipkoukagnade le suplicó que vaya a su encuentro para escucharle, fue entonces cuando Mile Bingabe se levantó de su cama, se vistió y se presentó en la puerta de la habitación del Embajador.
Es en ese momento cuando Inocencio Esono Olo dice a su empleada, “eres una chica que aprecio mucho. Trabajas bien. Confío plenamente en ti y quiero hacerte un regalo”, cogió su maleta y sacó de su interior 200.000 Fcfa para entregárselos. Tras recibir el dinero, Bingabe preguntó al Embajador si era todo lo que él quería decir.
Esono Olo no respondió a la pregunta de su empleada, por lo que ésta le expresó – “Excelencia, estoy realmente cansada. Me voy a dormir”. – y, cuando se levantó de la silla para salir de la habitación, el Embajador se apresuró a cerrar la puerta pidiéndole que pasara la noche con él.
Esono Olo Nseng le preguntó si pensaba que su obsequio era gratuito. A lo que ella respondió, “si crees que es a cambio de mantener relaciones con usted, le devuelvo todo el dinero”, añadiendo, “si es por eso, coja su dinero y déjame ir a dormir porque tengo dolor de cabeza”. El Embajador se sintió ofendido y se negó a dejarla en paz, optando por la fuerza para saciar su apetito sexual.
Así, el hermano de Juan Olo Mba Nseng, Viceministro de Justicia del Gobierno de Guinea Ecuatorial, levantó el vestido de su víctima, quitó su sostén y rompió su ropa interior para intentar penetrarle sin uso de protección, diciéndole además, en modo amedrentador, que, «como quieres enseñar que eres una mujer fuerte, verás entonces cómo saldrás de esta habitación.»
Tras esto, Inocencio Esono Olo retiró la llave de la puerta de la habitación y la guardó en el bolsillo de su pantalón corto. Acto seguido, se acostó en la cama desde las 2 hasta las 5 de la madrugada. Durante todo ese lapso de tiempo, la víctima estuvo de pie frente a la puerta de la habitación y dijo desde ahí también al Embajador que, “esta era la segunda vez que me acosas de esta manera”, advirtiéndole que si no abría la puerta inmediatamente, se dirigiría ante un Tribunal para presentar una denuncia en su contra.
Dado que el Embajador no cedía ante las advertencias de su Secretaria, ésta empezó a golpear con todas sus fuerzas la puerta de la habitación pidiendo auxilio a su colaboradora, fue entonces cuando el miembro del Régimen se levantó de su cama y se apresuró a agarrarla por el cuello para impedirle que continuara solicitando ayuda.
Cuando el Embajador se percató de que alguien se acercaba, decidió abrir la puerta para que su víctima saliese de la habitación donde la tenía secuestrada. Tras esto, Roda, la compañera de la joven que se percató de lo que estaba ocurriendo, procedió a informar de la situación a sus compañeros de trabajo que estaban en la Residencia del Embajador, a los serenos que protegen durante la noche la residencia, a la policía que se había presentado en el lugar de los hechos y finalmente a Chantal, una empleada guineana.
La vulnerada mujer volvió posteriormente a la habitación para recuperar sus efectos personales, y luego regresó a su hogar. Llamó a sus padres, quienes se personaron inmediatamente en la residencia del Embajador, pero, al ser ésta una residencia diplomática, fue muy difícil acceder sin el consentimiento de sus inquilinos. Ante esto, prosiguieron a dirigirse a la Gendarmería Nacional para comunicar el incidente que había sufrido su hija, y en torno a las 6 de la mañana, volvieron a la residencia del Embajador con los miembros de L´UMIR, encabezados por el Comandante de dicha unidad, que acudieron a bordo de un vehículo Pick-up.
L´UMIR informó de los graves delitos que había cometido el Embajador de Guinea Ecuatorial al Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Centroafricana, entre ellos, el delito de secuestro, tentativa de violación y tortura, actos castigados en el Código Penal de la República Centroafricana. La víctima y sus abogados se han personado como parte civil en este largo proceso y exigirán una indemnización por daños y perjuicios, por lo que probablemente además el Gobierno Centroafricano terminará expulsando de su territorio al Embajador Inocencio Esono Olo, como es ya la voluntad del primero.
Tal como ha tenido en conocimiento Diario Rombe, la victima presentó el pasado 17 de Octubre su renuncia como Secretaria de la Embajada de Guinea Ecuatorial en la República Centroafricana, informando al Embajador que presentará una demanda ante la Dirección General de Trabajo y Leyes Sociales de Bangui por un delito de abuso de confianza y relaciones laborales.
El Embajador, por su parte, fue llamado a consultas el pasado 17 de octubre por la Dirección General de Protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores, para ser oído en declaración, mientras que, el Dictador Teodoro Obiang, enviará dentro de los próximos días un avión a Bangui para que todos los empleados de la legación diplomática regresen a Guinea Ecuatorial para que declaren ante el Ministro de Seguridad Nacional, debido a que Inocencio Esono Olo niega todos los hechos.
Inocencio Esono Olo Nseng, en su posición de poder político en el PDGE y en la representación de los intereses de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo en la República Centroafricana, como se vaticina en base a otros casos similares de miembros de la Dictadura, recibirá el apoyo del Régimen, pasándose por alto cualquier directriz ética de consciencia y respeto hacia la ciudadanía y a los trabajadores. Como medio informativo, y con la seguridad que nos alineamos con el sentir del pueblo de Guinea Ecuatorial, exigimos una explicación pública el Gobierno de nuestro país, junto con la dimisión del Embajador Inocencio Esono Olo.
En muchos países africanos se está desarrollando un gran trabajo por erradicar la violencia de género, a nivel tanto judicial como cultural, pero el Régimen de Obiang, propulsa exactamente lo contrario, quedando las mujeres y niñas de nuestro país a la deriva de violaciones y asesinatos, que, siendo francos, lamentablemente no han servido como casos sensibilizadores, porque este tipo de violencia lejos de mermar, continúa creciendo.
Una dictadura, en su agresiva dinámica de perpetuación en el tiempo, suele significar la corrupción moral de los integrantes de su cúpula, por lo que como guineanos debemos continuar haciendo presión a nivel internacional, haciendo eco de este y muchos otros casos de vulneración de los derechos humanos.
Cada caso de violencia es mucho más que una simple estadística, y esconde los verdaderos horrores que sufre la gente de nuestro país.
2 Comments
LO PEOR DE ESTA SITUACIòN ES EL MAL NOMBRE QUE ESTOS INEPTOS DEJAN AL PUEBLO DE GUINEA ECUATORIAL, ME PREGUNTO SI ESTOS SON AQUELLOS QUE NOS REPRESENTAN POR EL MUNDO, NO VEO LA HORA QUE TONTORIN SEA JUZGADO EN FRANCIA Y ESPERO QUE SEA CONDENADO POR FRAUDE, BLANQUEO, ETC Y QUE ESTOS MONOS QUE VAN MANCHANDO EL BUEN NOMBRE DEL PUEBLO GUINEANO, PUEDAN SER CONDENADOS Y JUZGADOS A BREVE, PIDO AL AMADO PUEBLO CENTROAFRICANO DE JUZGAR Y CONDENAR A ESTE VIOLADOR COMO PERSONA QUE ES Y NO COMO COMO DIPLOMATICO PORQUE ES LO QUE QUERRà PASAR, PARA NO JUZGARLE.
AGRADEZCO LA VALENTIA DELLA HERMANA CENTROAFRICANA POR HABER DICHO NO A ESTE BICHO Y NO ASECUNDARLE COMO HACEN MUCHAS CHICAS DE NUESTRO PAIS GUINEA ECUATORIAL. VIVA UNA GUINEA LIBRE Y DEMOCRATICO SIN OBIANG Y SUS CONPINCHES, QUE DIOS NOS AYUDE A LIBERAR DE ESTA GENTUZA….
Ha querido utilizar a la pobre chica centroafricana creyendo que le carece la moral, que es una materialista y que vive en un entorno como el de G.E., donde nadie tiene donde denunciar los abusos y violaciones que sufrimos siempre.