Los medios locales de Harare, la capital de Zimbabwe, informaron hoy que tanques y militares estaban moviéndose hacia el centro de la ciudad. El lunes el jefe del ejército, Constantino Chiwenga, había intimado directamente al presidente Robert Mugabe a frenar la depuración que llevó a huir al vicepresidente, potencial sucesor del anciano jefe de Estado, y amenazó con tomar «medidas correctivas» para parar las expulsiones.
Chiwenga, flanqueado por los líderes del ejército y las fuerzas aéreas, ofreció una rueda de prensa en Harare en la que dijo que el partido gobernante ZANU-PF había sido infiltrado por «contrarrevolucionarios» que quieren entregar el país a las antiguas fuerzas coloniales. La advertencia llegó una semana después de que Mugabe, de 93 años, destituyese a su vicepresidente Emmerson Mnangagwa, un incondicional del partido y veterano de guerra que sonaba como su sucesor. «Es pertinente reiterar que las fuerzas de defensa de Zimbabwe permanecen como el principal depositario en lo que respecta a los logros de la lucha por la liberación. Y cuando estos están amenazados estamos obligados a tomar medidas correctivas», aseveró.
«La actual purga que está claramente apuntando a miembros del partido con un pasado de lucha por la liberación debe parar inmediatamente», agregó. Tras ser destituido, el ex vicepresidente Mnangagwa huyó a Sudáfrica porque aseguró haber recibido amenazas. En un comunicado emitido la semana pasada aseguró: «Pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país».
Las declaraciones de Chiwenga se entienden en el país como un ataque directo a la facción del ZANU-PF alineada con la esposa del presidente, Grace Mugabe, quien desempeñó un papel determinante en la salida de Mnangagwa, tras meses de ataques verbales. A diferencia del ex vicepresidente, la mujer de 52 años y sus aliados no sirvieron en la guerra por la independencia del país. La esposa de Mugabe suena ahora como reemplazo de Mnangagwa, con el respaldo de las influyentes alas de las juventudes del partido y de las mujeres.
Fuente: clarin.com
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Me pregunto ¿porqué esto los militares guineanos no pueden hacerlo en vez de maltratar a sus hermanos como lo han hecho en estas elecciones fraude del 12 de noviembre? Todos los demás países africanos ya están ejecutando cambios nosotros en cambio parece gustarnos la situación que nos encontramos, me dolió leer el otro día, como un sargento, un militar postulante a senador del Pdge cosa de otro mundo, ¿los militares no deberían ser a políticos? Entiendo ahora a los militares guineanos, en vez de defender la población luchan contra ella en favor de Obiang su familia y sus acólitos. Tomad ejemplo de los militares de Zimbabwe a favor de su nación algo que tendríais que hacer y no lo hacéis, sino maltratar a la población, dispararla, violenterla, robarla, etc etc esta es la única formación que tenéis, ¿no os dá vergüenza? El ejercicio de Zimbabwe os enseña qué debe hacer el militar, ok. No está a favor del solo jefe de turno sino defiende a la entera Nación