Armengol Vicepresidente del autodenominado “Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio”

Apoyos y seguidores de Severo. Armengol Engonga, Vicepresidente del autodenominado “Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio”:

“Hay una gran mayoría que apoyan a Severo Moto, somos muchos Severo Moto”.

Ciertamente que sí, Severo no solo tiene apoyos, bastantes seguidores o simpatizantes, sino que además tiene admiradores que le consideran un mito incluso por parte de destacadas personas de la vida política ecuatoguineana en el exilio, como el Economista D. Fernando Abaga o el Doctor Samuel Mba Mombé. Pero la principal razón de su estima por sus admiradores es que le consideran el único que ha intentado despedir a Obiang del poder con el mismo método con que este empleó con Macías para hacer lo mismo: golpe de Estado, además de forma persistente.

Entonces nos situamos en un escenario en el que Obiang fuera del poder resulta sinómimo de democracia en Guinea Ecuatorial, exactamente lo que se veía en el momento Macías; o en el que se identifica a Obiang con todo el Régimen: caído él caerá también el Régimen.

En nuestra opinión, niguna de las visiones anteriores está apoyada en la realidad. Las prácticas de Severo no distan mucho de las del Régimen, y puesto él en el poder, no habría diferencia sustancial alguna en la dirección del Estado. En cuanto a lo sengundo, Obiang no es todo el Régimen, siendo éste una estructura que abarga los poderes fácticos, el Ejército y los mercenarios, principalmente, adornados por los llamados Poderes Constitucionales para tareas administrativas sin poder de decisión efectivo.

Y es relevante poner de relieve que la lealtad de estos poderes, fácticos o constitucionales, a Obiang no es tanto personal sino al Régimen como garantía de la continuidad de sus privilegios y riquezas acumuladas, o una manera de eludir responsabilidades penales en caso de un cambio democrático en Guinea Ecuatorial. O sea, sin Obiang el Régimen seguirá existiendo y resistiendo.

En este sentido, no negociar con Obiang es no negociar con el Régimen incluso si Obiang ya no estuviera en política. Es decir, no negociar nunca, lo que implica necesariamente tener un plan B, que justifica la admiración de sus defensores por sus fans.

Para terminar, decir que “Hay una gran mayoría que apoyan a Seveo Moto”, como sostiene su Vicepresidente, es ridículo. ¿A qué gran mayoría se refiere, del Partido del Progreso o de todo el Pueblo ecuatoguineano?, ¿o de su autogobierno que pasó de multicolor a casi familiar en cuestión de meses?

El Observador