Estos días, se ha producido un aluvión de impresiones que han desembocado en una especie de cruce de opiniones que van más allá del mero hecho coloquial. Ante lo cual, quiero hacer unas aclaraciones sobre el tema de Marcelino Oyono Ntutumu.
Vaya por delante que ese hombre no es, ni muchísimo menos, santo de mi devoción. Dicho lo cual, creo que deberíamos ser coherentes a la hora de emitir juicios sobre la gente y la situación de Guinea. No deberían cegarnos las atrocidades cometidas por ellos –los hombres del régimen– porque fácilmente acabaríamos pareciéndonos a ellos, actuando como ellos o siendo como ellos. Emitir juicios prematuros puede llevarnos a cometer errores tan infantiles como difíciles de explicar al conjunto de la sociedad a la cual representamos, o pretendemos representar. Si nosotros, que a día de hoy luchamos contra la dictadura que nos ha tocado en desgracia, tuviéramos como jueces la potestad y las competencias necesarias para juzgar a los representantes del régimen, en todo caso, debería ser mediante el correspondiente proceso judicial, jurado mediante. Y vuelvo a insistir en que Marcelino Oyono no es santo de mi devoción.
De antemano me parece un craso error, negar el tratamiento de DON a una persona por haber cometido un delito, entiendo que para un demócrata mantener las formas no debería estar reñido con hacer justicia. El Sr. Cristóbal Abaga Edu, le niega ese tratamiento al Sr. Carlos Ntutumu, porque, según él, era un sinvergüenza, cosa que desde luego carece de toda lógica, teniendo en cuenta que en alguna ocasión, el propio Cristóbal Abaga exigió respeto para los muertos, en alusión al señor Pedro Motu.
Puestos a dar lecciones de sensatez, está claro que deberíamos utilizar la misma barra de medir para todos los que actúan o han actuado mal en nuestro país. No diría que Pedro Motu fuese ningún un santo, porque si mal no recuerdo, fue autor de una masacre que costó vidas humanas –violaciones incluidas– en el distrito de Evinayong durante la dictadura de Macías, tras el famoso y notorio caso Edjoo, dejando un saldo que superaría el millar de personas.
Si asumimos como una verdad objetiva que tanto Carlos Ntutumu como su sobrino Marcelino (con quien dice Abaga Edu haber jugado al fútbol en Ngolo de pequeño, cosa que dudo muchísimo) han sido y son esbirros de la dictadura, llegado el momento de juzgarles, no quedarían fuera de tal juicio gente como Ricardo Mangue Obama Nfubea, quien fue el autor intelectual de muchas de las atrocidades cometidas por Armengol Ondo Nguema. También podemos hablar de D. Marcelo Nsue natural de Efag Atud, Kie Ntem (que muy cerca de Bilelipa no debe de quedar) y que está exiliado en España pero que se encuentra en Guinea Ecuatorial desde el DN. El susodicho Marcelo, aprovechando el caos del tres de agosto, masacró poblados en Mongomo. Son tantas cosas y tanta gente que nadie quedaría libre de culpa, ni siquiera Ud. Y conste que le trato de usted en nombre del respeto que creo que se merece todo hombre. ¿Se acuerda de aquellos medios económicos que aseguró tener depositados en un banco de Gibraltar, a cierto líder guineano en España? Nadie se salvaría de la quema, razón por la que convendría tener altura de miras, en evitación de acabar en una especie de luchas sin cuartel.
Espero que sea Ud. capaz de comprender mi léxico, porque a pesar de afirmar vivir en un país occidental de primer nivel, me sigue resultando difícil catalogar sus escritos como los de un intelectual. En la misma línea, considero reprochable su comportamiento al decir de su interlocutor que carece de una base intelectual.
Antes dije que dudaba que hubieras jugado al fútbol con Abigui, dado que por edad, lo más probable es que hayas coincido más con Chiqui o Macamani, hermanos menores de Abigui. Es clara la diferencia de edad que te separa de Marcelino. Faltar a la verdad de esta forma, dice muy poco de la confianza que se le puede tener a Ud. como persona. A menudo, en los círculos guineanos, la verdad suele rebatirse con insultos y descalificaciones, y es precisamente eso lo que ha hecho usted al responder al otro guineano, a pesar de que, en éste caso, decía toda la verdad, cosa que parece molestarte. La verdad incomoda, pero habrá que aprender a convivir con ella, si de verdad queremos una Guinea distinta a la de hoy.
Usted no ha sido nunca capaz de criticar al Monseñor Juan MATOGO OYANA (último Obispo de Bata), quien para proteger a su hermano, traicionó a la Iglesia claudicando ante la dictadura. Tratemos de ser ecuánimes en el tema de Guinea, juzguemos a todos por igual para que de una vez por todas, esto acabe de la mejor manera posible.
Afirmaste ante un líder de la oposición guineana que tenías hombres a 40 Km de su poblado ¿Lo recuerdas? ¿Todavía los tienes? ¿Y los helicópteros de Andorra? Sinceramente, no creo que seas la persona más indicada para defender esa zona a la que te refieres como KN, si hiciera falta, hay gente más cualificada para ello.
Nuestro país nos necesita a todos y no a salvadores de la causa KN. Precisamos de seriedad y trabajo en equipo, un proyecto común del que todos seamos partícipes y del que todos nos sintamos parte. Necesitamos unirnos no para estar juntos, sino para hacer algo juntos. Necesitamos tener altura de miras… y sobretodo sentido de estado y conciencia de país.
Un Guineano.
1 Comment
la falta de profesionalidad de este diario da asco…y es mas hablais de libertad de expresion cuando vostros mismos intentais callar a todos los que opinen un poco diferente de lo que opinais vosotros…es cierto que aqui se lee noticias importantes…pero es la quinta vez que os lo digo:UNA REVISTA NO OPINA ..poneis carta abierta a los guineoecuatorianos cuando en el fondo la carta va para un solo individuo…profesionalidad hombres!!!que ya llevais tiempo escribiendo