El presidente interino de la República Centroafricana (RC), Michel Djotodia, presentó este viernes su dimisión tras ser acusado de «falta de firmeza» ante la violencia que desde hace varias semanas azota a esa nación, y que ha dejado como resultado cientos de muertos.
Asimismo, dimitió su primer ministro, Nicolas Tiangaye, con el que Djotodia mantenía una relación pésima, que dificultó la acción de las autoridades para poner fin a las matanzas de las últimas semanas. El resto del Gobierno de transición también puso su cargo a la orden.
La dimisión de Djotodia fue comunicada al Consejo Nacional de Transición de la RC (CNT, Parlamento de transición) por correo electrónico para que se haga oficial, publicó el diario chadiano «Al Wihda».
Ahora, el Parlamento de transición, que se ha desplazado a Yamena (capital de Chad) a petición de los líderes de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (Ceeac), debe elegir a un nuevo jefe de Estado.
Según la Carta Constitucional de Transición de la RC, el presidente del CNT, Alexandre Ferdinand Nguendet, colaborador de Djotodia, debería dirigir el país de forma provisional a la espera de la elección de un nuevo presidente interino.
La votación debería celebrarse en Bangui, capital centroafricana, en el plazo de quince días. Michel Djotodia llevaba tiempo resistiendo la presión internacional para dimitir por no haber podido restaurar el orden y la seguridad en su país, tras llegar al poder mediante un golpe de Estado en marzo de 2013 al frente del grupo rebelde Séléka, de confesión musulmana.
«Para evitar el agravamiento de la crisis en el país, el presidente ha tomado esta valiente decisión. Esto es por la vida de los más de cuatro millones de centroafricanos, maltratados por la crisis durante más de un año», explicaron fuentes próximas al líder dimisionario.
La violencia que sufre el país africano se desató el pasado 5 de diciembre, cuando las milicias cristianas «Antibalaka» llevaron el caos a Bangui, donde se registraron intensos tiroteos con artillería pesada.
Los enfrentamientos, iniciados por esos milicianos cristianos partidarios del derrocado presidente François Bozize, ocurrieron antes de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) autorizase la intervención militar de Francia, junto a una fuerza africana, para restablecer el orden en ese país. París desplegó un contingente de mil 600 hombres entre la capital y diferentes regiones.
Fuente: telesurtv.net