Y una vez más juegan con nosotros/as. Una vez más aplican la doble moral basada en el beneficio al más interesado.
No tengo la verdad absoluta pero sí el derecho a dudar de todo y sospechar del más sospechoso y, cuando hay un conflicto internacional, la historia reciente nos dice que EEUU siempre tiene algo que ganar.
La lógica y, tal vez mi inclinación ideológica, me llevan a sospechar siempre de EEUU (para el/la que quiera saber porque siempre sospecharé de los yankees, que eche un vistazo a este documental: Al sur de la frontera, del crítico y famoso cineasta Oliver Stone).
Me enerva ver que parte de la izquierda internacional (incluiremos a Obama pese a ser muy dudoso atribuirle esta cualidad) está deseosa de intervenir en Siria. Me enerva que la supuesta renovación de la izquierda europea, encarnada en Françoise Hollande, esté decidida a seguir a Obama en una Irak II sin pensar en el trasfondo de todo esto.
Yo no sé si la intervención es conveniente o no pero sí sé que volvemos a la misma historia de siempre: la doble moral internacional.
No es que yo sea el máximo defensor del Derecho Internacional ya que creo que está hecho por y para las grandes naciones, pero sí creo que la aplicación arbitraria del mismo crea un (des) orden internacional que, de nuevo, sólo favorece a los que manejan los hilos y que ponen y deponen dictadores a su antojo y con total impunidad. Se crea una especie de Estado internacional autoritario en el que la incertidumbre jurídica es la clave de la preeminencia de las grandes potencias imperialistas.
“Aquí intervenimos; aquí no; aquí no pensaba intervenir, pero lo haré, no sea que este tal Gadafi se vaya de la lengua. No, Al-Assad te estás poniendo gallito y no, no nos gusta así que se acabó el juego” (así suenan en mi mente las decisiones de intervención en los últimos años de la Comunidad Internacional).
En Siria toca intervenir. Bien, pero… ¿por qué? ¿Por qué de nuevo tanta premura para justificar legalmente una intervención sin contar con el requisito esencial para dicha legalidad? Si no me muestran las armas, creeré que tienen algo que perder si Al-Assad se mantiene en el poder.
Por otro lado, sí creo fundamental la actuación de la Comunidad Internacional. Soy partidario del principio de no intervención extranjera y de independencia de las naciones pero, en ocasiones, existe un lado débil de la lucha y eso crea indefensión, lo cual no es admisible y lleva a la barbarie y la matanza. Por tanto, es exigible intervenir.
Si existe algún órgano que por muy lejos que esté de serlo, sea mínimamente legítimo para decidir al respecto, esta es la Asamblea General de Naciones Unidas. Dejemos actuar a la Comunidad Internacional pues, seguro, tendrá menos intereses particulares en conjunto que un Estado individualmente.
No entraremos aquí en la renovación que la ONU y sus órganos deben llevar a cabo…
Fernando Ntutumu Sanchis (@ntutumu)
Coordinador del Grupo Afrosocialista de la Comunidad Valenciana y Coordinador del Grupo Estatal Afrosocialista en la Comunidad Valenciana.
También ha escrito sobre el tema en ‘Cuando la ideología se torna ficción’