Un día como hoy, en la madrugada del 7 al 8 de abril de 2014, la consternación y el dolor se sembraron en la familia de José Obiang Mba Maye, mi familia, por el vil asesinato de José Antonio Ondo en Mongomo. Un año después, no ha habido formalmente: ni investigaciones ni detenciones a los presuntos asesinos.
Es poco comprensible creer que un Estado de derecho y democrático, como presume el régimen de Malabo, haya tenido que incorporar la técnica de secuestros y asesinatos como una práctica racional compatible con los valores democráticos. Por eso, no es de extrañar que el espíritu de la sociedad guinea-ecuatoriana esté corroído por el cáncer de la violencia.
Hasta estas alturas de lo que va del tiempo, el Gobierno sigue sin mediar ninguna sola palabra sobre el secuestro y asesinato de un adolescente de tan solo 19 años. Este silencio nos estremece a los familiares de la víctima y nos viene causando mucho dolor.
Curiosamente, según las declaraciones del Secretario de Defensa, Don Alfredo Abeso Nvono Onguene en la Radio Asonga: “Su excelencia tiene cariño a todo el mundo y siempre interviene cuando alguien pide su apoyo”. Dios santo, parece que no se siente pena con el daño que están causando, hasta se ironiza con el dolor de los familiares de las víctimas. Prosigue el Secretario de Defensa diciendo: “el Vicepresidente intervendrá personalmente en este asunto y pondrá a disposición de la familia todos los recursos necesarios para que todo el peso de la ley caiga sobre Antonio Engonga Oburu si es culpable y se investigará y estudiará la muerte de Montserat Nchama a través de otros médicos forenses no guineanos para conocer las causas del fallecimiento”. (http://www.diariorombe.es/nguema-obiang-prometio-justicia-contra-oburu-y-no-cumple/ ).
Mientras hemos llegado incluso a perder la fe en la justicia y vivimos desesperados con la moral baja, buscando qué hacer, si tomar la justicia por nuestras propias manos, pero no. Decisión que nos está vetada por el mero hecho de vivir en una sociedad formalmente constituida en un Estado soberano y supuestamente democrático, que obliga a respetar las normas.
Esta es nuestra triste realidad. Y el mal concepto de toda esta desidia es la inseguridad jurídica fomentada por el Régimen, y el mantenimiento de la violencia y la corrupción como los productos que por excelencia se han convertido en “Made in Guinea o Guineología”.
Y eso perjudica gravemente al País porque en toda sociedad que, como la nuestra, dice admitir la preeminencia del Derecho como uno de sus valores fundamentales, resulta imprescindible configurar una Administración de Justicia que la garantice. No sería posible asegurar el imperio de la Ley, la igualdad de todas las personas ante la norma jurídica, y, en definitiva, el concepto profundo de libertad, característica esencial de todo Estado democrático, sin unos Tribunales de Justicia que actuasen eficazmente con arreglo a determinados principios.
Obiang TESIFONTE
2 Comments
Obiang Nguema Mbasogo y sus aduladores no pueden ni deben seguir siendo los únicos hijos verdugos que ha parido Guinea Ecuatorial. Ya es momento de idear una buena estrategia con armas para eliminar a estos secuaces de las tierras de todos.
AMEN HERMANO!!