Nos siguen llegando noticias de diferentes Grupos Políticos desde Guinea Ecuatorial que pretenden legalizar sus formaciones políticas. “Es muy difícil lo que estamos aquí sufriendo y no sabemos como lo conseguirán los exiliados políticos” Afirman algunos simpatizantes con los que hemos hablado por Facebook.
Según la fuente, que ha pedido anonimato, ésta, nos confirma que efectivamente no son rumores, sino realidad. “Tenemos fecha hasta el 31 de octubre para la legalización de los partidos políticos o en su defecto no podremos formar parte del Dialogó Nacional que durará 5 días. Lo más triste es que por “obligación indirecta” ,deberán tanto los exiliados como los del interior del país integrarse en las formaciones políticas legalizadas, es decir, las coaliciones existentes”
“Estamos encontrando serias dificultades para la legalización de los Partidos Políticos y creemos que no llegaremos a tiempo para formar parte del Dialogo Nacional. La realidad es otra con respecto a la petición del Partido Socialista Obrero Español que considera el Dialogo Nacional como una oportunidad”.
En Guinea Ecuatorial no están respetando la actual Ley de Partidos Políticos Vigente, puesto que aún cumpliendo con los requisitos que exige la Ley, el Ministerio del Interior complica el proceso. Cada documento que necesitas sacar en cualquier Ministerio para adjuntar al expediente, necesita la autorización del Ministro del Interior, autorización que se hace eterna.
Es la realidad que sufren ahora mismo las formaciones políticas clandestinas, todo es una gran falsedad.
La aceptación del Dialogo Nacional por parte del Gobierno y sus pautas, está diseñada por el Partido Socialista Obrero Español. “Es una pura falsedad este Dialogo” afirma la fuente anónima.
La burocracia no permite tramitar ningún expediente poniendo obstáculos en todas las entidades. La Fuerza Demócrata Republicana, el Partido del Progreso, el Movimiento de Autodeterminación del Pueblo Bubi, El Partido Etomba a Ndowe, la Coalición Ceiba, el MONALIGE, Unión Popular, Partido de la Coalición Democratica, Unión de Centro Derecha, CONDIGE,“TAMBOR DEL EXILIO” entre otros…
Diario Rombe quiere destacar que en la díaspora las preocupaciones no sólo son políticas sino también culturales. Las asociaciones culturales como dice Max Liniger-Goumaz son generalmente etno-culturales y lingüísticas o profesionales. Aunque apolíticas, su número es un vivo testimonio de la comunidad Guineoecuatoriana en el exilio, con esperanzas de retorno.
Mientras suceden estos acontecimientos en Guinea Ecuatorial los firmantes del Manifiesto de Madrid se han dividido en dos grupos, unos formados por los Militares exiliados y otros por un grupo de Civiles ,en el cuál hay artistas con experiencia reconocida por los miembros de la Asociación Amigos de Obiang.
Diario Rombe quiere destacar que en la díaspora las preocupaciones no sólo son políticas sino también culturales. Las asociaciones culturales como dice Max Liniger-Goumaz son generalmente etno-culturales y lingüísticas o profesionales. Aunque apolíticas, su número es un vivo testimonio de la comunidad Guineoecuatoriana en el exilio, con esperanzas de retorno.
Mientras suceden estos acontecimientos en Guinea Ecuatorial los firmantes del Manifiesto de Madrid se han dividido en dos grupos. Unos formados por los Militares exiliados y otros por un grupo de Civiles entre ellos artistas con experiencia reconocida para los miembros de la Asociación Amigos de Obiang.
Según fuentes cercanas a la Fuerza Demócrata Republicana estos afirman que «Si FDR lo está teniendo difícil, porque el régimen no quiere legalizarlo; el expediente ya reúne todas las condiciones y ahora exigen una fianza de 30 millones de Francos CFA. Si el régimen está en la labor de reconducir la vida política nacional deben de inmediato anular la anacrónica Ley de Partidos políticos porque una ley tan restrictiva no existe en un ningún otro país del mundo que se precie de democrático como vanagloria el régimen de Malabo»… Por otra parte la misma fuente procede afirmando que «El régimen debe ser que su anuncio de un supuesto Diálogo Nacional va a suponer un claro antes y un claro después.»
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La disyuntiva en torno a la democratización de Guinea Ecuatorial
Cualquier proceso de transición a la democracia que se lleve a cabo en Guinea Ecuatorial, ahora o después, ha de situar inexorablemente a la Oposición democrática en la disyuntiva de dialogar o no con el Régimen: no existe otra alternativa a estas dos. A decir verdad, del mismo modo que ninguna de ellas está exenta de severos inconvenientes, como lo demuestra la realidad, los argumentos favorables o contrarios a la adopción de una u otra tampoco son todos inconsistentes. En otras palabras, tienen parte de razón los partidarios o los detractores de sendas vías. Entonces, surge la inevitable pregunta de cuál habrá que escoger en las circunstancias señaladas.
Los detractores de la negociación con el Régimen fundamentan su posición en su desconfianza absoluta en el Presidente como consecuencia de los reiterados incumplimientos de los pactos ya concluidos, como el Pacto Nacional Vinculante, suscrito el 16 de marzo de 1993 entre el Gobierno y los Partidos Políticos (asodegue.org), y de las leyes anteriores, como la Ley nº 2/1992, de 6 de enero, de Amnistía General (diariorombe.es); o de las vigentes, incluida la misma Ley Fundamental, la Ley de Partidos Políticos o la Ley Electoral.
Y como es bien sabido, la primera transición, iniciada desde entonces, no ha sido, ni con mucho, muy fructuosa frente a las espectativas previstas, por adolecer de la ausencia de un factor clave en materia de compromisos: la obligación de las partes de cumplirlos de buena fe y con espíritu de cooperación, y teniendo en cuenta el objeto y fin de los mismos; incumplimientos atribuibles mayormente al Régimen. En este sentido, tienen razón los contrarios a retomar una iniciativa similar con los mismos interlocutores a estas alturas, sin que se aprecie un cambio relevante de circunstancias o una voluntad real a estos efectos.
En cambio, otros ven posible la transición a través del diálogo con el Régimen, en el entendido de que su transformación, aunque paulatina, hacia la tolerancia democrática solo es esperable si desde la Oposición se ejercen las oportunas presiones y reivindicaciones mediante su participación en el proceso. Se apoyan en la poca probabilidad de que Guinea Ecuatorial se transforme en Estado de Derecho por la sola acción del Régimen, o que este desaparezca de la noche a la mañana por acto mágico.
En nuestra opinión, el análisis para la determinación de la alternativa viable a tomar en consideración en el proceso de transición democrática en Guinea Ecuatorial, no debería hacerse en términos de quiénes llevan la razón –porque todos la llevan parcialmente–; sino en demostrar qué vía está más cerca de la realidad, cuál es la más realista o menos utópica.
En este orden de consideraciones, hay que señalar que los detractores del diálogo con el Régimen, en particular la CORED, y que exigen su dimisión en pleno y su retirada completa de la participación política, se enfrentan con una pregunta y una realidad sin respuestas. Y es que, a falta de tal renuncia voluntaria, ¿habrá que esperar todo el tiempo que sea para se produzca? Y en caso contrario, ¿hay alguna otra medida prevista?
En la misteriosa Carta de la CORED al Presidente Obiang, de fecha 10 de febrero de 2014 (diariorombe.es), se hace referencia al recurso a “otras vías de presión” para alcanzar sus objetivos democráticos si fueran desatendidas sus propuestas, que el Doctor Samuel se encargó de precisar más tarde en un comentario poniendo el ejemplo de la “Primavera Árabe”.
Con lo cual nos mantemos en nuestra afirmación de la inexistencia de otra vía distinta al diálogo o al no diálogo. Sin ser profetas, creemos, sin embargo, que en Guinea Ecuatorial no se dan ni se darán las circunstancias para que pueda producirse una revolución popular que desemboque en el desmoronamiento y caída del Régimen. La baja densidad de población en un territorio poco extenso; la disciplina del terror ante cualquier atisbo de manifestación pública, y el consiguiente miedo a severa represión por parte de las Fuerzas del Orden que cunde en los ciudadanos, son factores que juegan en contra de una hipotética insurrección popular. Motivo por el que hemos interpretado la alusión a “otras vías de presión” como una amenaza a hurtadillas al recurso a las armas. Y es que es la interpretación que nos resulta más realista.
Desde esta perpectiva, al exigir la dimisión incondicional y la desvinculación total del Régimen de la política, y al no poder producirse esto en los términos indicados, concluimos que este posicionamiento para entablar un diálogo político en Guinea Ecuatorial no es realista. No es que sus argumentos no sean ciertos, sino que parece no tener en cuenta la realidad de Guinea Ecuatorial. Ahora bien, hay constancia de que ultimátum como este ha surtido efecto en algunos países cuando la disidencia ha decidido adoptar la lucha armada como medio. Este no es nuestro enfoque en este comentario, sino el de las vías democráticas, como indica el título.
En el mismo utopismo incurren los defensores de la idea de la conveniencia de esperar la desaparición del Presidente para después iniciar el diálogo político. Al respecto, hemos dicho en otra ocasión que Obiang no es todo el Régimen. Este es una estructura clientelar de favores, en la que la fidelidad de sus miembros no es solo personal al Presidente, sino, sobre todo, al sistema de enriquecimiento más o menos ilícito, consumado bajo su amparo como forma de garantizar la impunidad ante otras vilaciones graves de derechos. De modo que los miembros del Régimen no van a retirarse a las casas cuando no esté Presidente en política.
Sentado lo cual, solo queda, a nuestro juicio, como alternativa viable, reemprender el diálogo como se hizo a principio del periodo señalado en el encabezamiento. Siendo verdad que el Pacto Nacional Vinculante no ha tenido todo el éxito que debió tener, ¿se puede menospreciar por ello el trabajo que llevó a cabo la Oposición democrática en aquellos momentos? ¿ Es justo negar que haya habido mínimos avances merced a las exigencias de la Oposición mediante la negociación con el Régimen? Tambien es indiscutible que el Régimen sigue manifestándose muy reacio a un cambio democrárico real, aun así, ¿quién está en condiciones de demostrar que el Régimen hubiese experimentado por sí solo algo de cambio?; ¿quién puede demostrar que el Régimen es mucho menos respetuoso con los Derechos Humanos que su predecesor?
Lejos de cualquier intento de resaltar la benevolencia del Régimen, con estos interrogantes –por cierto retóricos– queremos indicar que algo se ha conseguido en el terreno que nos ocupa, conscientes de su extrema insuficiencia con respecto al deseo mayoritario del Pueblo; y que ello no hubiese sido posible si la Oposición democrática hubiese cruzado las manos, y gestionado el futuro político de Guinea Ecuatorial confiando en el azar, casualidad o suerte, al estilo de los abstencionistas del no diálogo.
No se trata de negociar a cualquier precio, sino tomando en consideración todas las sensibilidades del País, escuchando a todos, incluidas las reivindaciones de carácter étnico o regional, y a los grupos que las representan. Si bien el Manifiesto de Madrid no engloba a toda la Oposición, sin embargo, puede que sus propuestas sean compartidas por muchas otras formaciones políticas y sociales no firmantes. Por lo que resulta fundamental que se tengan en cuenta en el proceso de Diálogo Político Nacional, para su credibilidad. Y hay que poner de relieve con el Escritor D. Donato Ndongo que el proceso debería iniciarse definiendo el camino, sus etapas y los objetivos, para su conclusión final en elecciones libres.
Mayor responsabilidad tiene el Gobierno y la Administración que, en vez de poner obstáculos en los trámites para la participación de los interesados, convendría ofrecerles todas las facilidades necesarias a este fin. El Diálogo Político Nacional habrá que durar todo el tiempo necesario para consensuar conclusiones sobre cada aspecto, calendarios electorales incluidos.
Eso sí, de no presentarse garantías mínimamante aceptables en el sentido arriba indicado, tendría que postergarse para el momento más apropiado. La Convergencia para la Democracia Social (CPDS), en tando que principal partido de la Oposición e impulsor del diálogo, juega enormemente su credibilidad en este proceso. Si participa en él en solitario (solo junto con los satélites de la seudocoalición del PDGE o algunos intrusos recibidos en audiencia recientemente por el Ministro del Interior y Corporaciones Locales), o en las condiciones actuales, tendrá mucho que perder de la opinión pública y de su electorado.
El Observador
no hay oposicion en GE, todos tienen partidos politicos pero no son opositores de obiang
Creo es preferible no participar en este simulacro de democracia. Obiang no democratizará su régimen en la vida, y morirá con las botas puestas, como Franco.
Es triste decirlo, pero no veo otra alternativa que la lucha, desde dentro y desde fuera, contra su corrupto régimen, deslegitimándolo internacionalmente, de forma que no se atrevan ni a salir al extranjero.
Habría que empezar a poner denuncias contra el «Clan de Mongomo» en los organismos internacionales, la Corte Penal Africana, etc., para perseguirle como el genocida y asesino que es.
No puedo estar más de acuerdo contigo, pero para que un pueblo luche, necesita estar unido en una misma causa y mira los partidos políticos del exilio hechandose mierda unos a otros. Para luchar hacen falta ideales sí, pero también hace falta lider o líderes que actúen como faros. Ya he perdido la cuenta de los «brillantes» lideres políticos del exilio que ahora se sientan o se han sentado en su corte para volver a caer en desgracia. Para que un pueblo luche, necesita que alguien le recuerde que ha de luchar
Encuanto a cortes penales internacionales y demás farsa occidental pues qué quieres que te diga, que pasa en siria?, esa misma corte que que se vuelve sorda cuando escucha los nombres de Irak y Bush en una misma frase?, no se si serás europeo, americano o africano, pero si eres africano escucha mi humilde consejo, occidente con toda su parafernalia, no ha hecho ni hará una mierda por un país tan pequeño como guinea, mientras obiang le siga dando a USA su petroleo mirarán a otro lado, fingirán que se preocupan metiendo ruido mediático para luego no hacer nada. Los occidentales se preocupan por el bien estar de sus ciudadanos, y no les culpo, lo que nos pase a nosotros, mientras no suponga un peligro de algún tipo llamese de sgurida o económico, como si nos exterminamos mutuamente, si es que hasta me da pereza nombrar países como Somalia o Sudan…