Hay una gran diferencia entre existir y poder respirar

Hay una gran diferencia entre existir y poder respirar

No hay peor vergüenza que recibir amor de una persona a la que odias. No hay peor metralleta, ni bomba que supere a un espíritu en estado puro, un alma capaz de mantenerse en equilibrio en una sociedad sumisa en el caos, una mente revolucionaria, un corazón que lleve tatuado la figura del prójimo, una voz incapaz de ser callada…porque el mundo lo gobiernan las personas, no los seres humanos.

El mundo lo gobiernan aquellos que fabrican paraguas para impedir que una mujer embarazada camine bajo sol, no los que crean tecnologías destinadas a destruir. La vida reposa sobre el alma de aquel profesor que toma un taxi para llegar a tiempo al instituto en el que da clases, y no sobre los hombros de aquel que oprime con maltratos y palizas.

Vivir es azar y arte. Hay que ser muy creativo para pasar por este mundo despertándose todos los días con una sonrisa encerrada entre los labios. La vida no es un concepto biológico y si así fuese sería un concepto mal utilizado. Hay una gran diferencia entre existir y poder respirar, y vivir. Muchos seres humanos existen, su organismo realiza todas las funciones vitales mas no viven, la voz de su alma está encerrada en la hucha de un verdugo, que privándole de la libertad, hace de su existencia un calvario. Vivir es ser libre.

Todos tenemos un testimonio dentro, cada uno de nosotros es una sociedad diminuta. la suma todas éstas conforma otra mayor en cual vivimos. Si a alguien le falla su sociedad interior o personal será un problema para los demás. Para tener una sociedad personal bien configurada se necesita una mente con ideas, porque es ésta la principal arma utilizada para cambiar el entorno. Si la mente no está en condiciones, te conviertes en un esclavo.

El problema de guinea no es la existencia de un gobierno opresor, ni la corrupción… el problema está en la mente. El régimen, la corrupción y todo lo demás son consecuencias de este problema. No se puede liberar a un esclavo que no es consciente de su esclavitud. Cualquier esclavo es dócil, cree vive gracias a su amo y que a éste le debe mucho respeto y consideración. Si intentas liberarle creerá que quieres acabar con su supuesta vida cómoda y te tomará o como enemigo o como un loco. y esto es algo que se vive a diario en nuestra sociedad. Los políticos opositores no son odiados solo por el gobierno sino también por otros grupos de la sociedad como los ancianos de las aldeas, a quienes dominan fácilmente por llenarles las cocinas con kilos y kilos de cebú. El día en que venzamos la gente formada pase a ser la mayoría en nuestro país, hallaremos las soluciones a muchos problemas. Mientras tanto, nos queda mucho por hacer…una gran lucha por delante, un largo peregrinaje hacia una sociedad más justa.

Por Juan Ricardo Esono Nzang estudiante de Medicina

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