Por Luciano NDONG ESONO
Nuestro país está sumido en un caos. Si ese término fuese atribuido solo a aspectos que no tuviesen que ver con vidas humanas, sería algo llevadero, pero estamos hablando de vidas humanas.
En España, el caos es el que ha obligado a la sociedad catalana a reclamar la autodeterminación, cuando la situación de Cataluña tiene muy poca similitud con la nuestra. Es en definitiva un reclamo político motivado por la necesidad de una gestión puramente económica, cuando nuestro tema afecta a personas: seres humanos incapaces de dar un paso sin que llegue una reprimenda que con frecuencia acaba en muerte.
Nunca he dudado de la necesidad de que los guineanos nos impliquemos con más firmeza en el tema de Guinea. Que haya un compromiso personal, más que colectivo. Creo que el mayor compromiso es el que uno adquiere consigo mismo, y si es sano, beneficiará al resto o al colectivo. Tomemos el tema de nuestro país en serio y actuemos en consecuencia.
El desenlace de la independencia de Guinea fue fruto de la disputa entre dos sectores importantes de la administración franquista, y ese desbarajuste dura hasta nuestros días y nos ha conducido a lo que hoy tenemos. La protección de España al dictador Obiang, la indefinición de sus instituciones políticas (gobiernos y los partidos políticos) y la reciente revelación de que medios informativos importantes firman contratos con la dictadura de Guinea, son hechos que deberían hacernos reflexionar sobre nuestro problema y replantearnos la situación.
Cada día que pasa, es un día más en este calvario y uno menos de esperanza para volver a casa. La muerte la tenemos siempre al acecho, y no cabe duda de que nos estamos muriendo día a día; quien lo dude, que se pregunte dónde están tantos compatriotas fallecidos en este exilio tan absurdo como incomprensible. Nos están matando aquellos que con su presencia física visitan a la dictadura en Guinea; nos matan quienes, conociendo la maldad de la dictadura, apoyan desde sus despachos en España el “dialogo” que convoca el dictador mientras condena a guineanos secuestrados en el exilio. Y ahora nos encontramos con que también se suma a esa “carnicería humana” cierta prensa española, firmando contratos para acallar nuestro sufrimiento y servir de lobbies de Obiang, a cambio de nuestro padecimiento, de nuestro dolor.
Ha llegado ya la hora de tomar muy en serio nuestra lucha, y creo que el periodista D. Pedro Nolasco lo dejó claro en uno de sus artículos, cuando aludió al tiempo que tuvo que esperar el Congreso Nacional Africano para encontrar la fórmula de hablar de igual a igual en aquella Sudáfrica que todos recordamos con dolor. Ha llegado la hora de llevar el tema de nuestro país al siguiente nivel. Pensemos con naturalidad y sensatez. Démosles a nuestros muertos por la causa de nuestra libertad los honores que se merecen dando un paso hacia adelante. No pido mucho. Las grandes luchas siempre comienzan por algo muy simple.
Rosa Parker tuvo que resistir a ceder su asiento en aquél autobús para que su causa tuviese los resultados que todos tenemos hoy en la memoria.
Por lo tanto, neguemos todos los guineanos a acudir a cualquier establecimiento de venta de prensa donde se venda “El Mundo”. Boicoteemos ese periódico; aunque solo empecemos por eso, por algo hemos de comenzar. Hagámosle publicidad negativa para que todo aquél que siente algo por nuestra causa, que es la causa de la libertad para todos los seres humanos, sean de donde sean, se niegue a comprar ese periódico. Si cabe, podríamos sugerir condicionar el voto de los guineanos con nacionalidad española en las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales, para dárselo sólo a quienes nos ofrezcan garantías de favorecer la libertad en Guinea Ecuatorial.
Empecemos por dar la cara para no seguir escuchando “justificaciones” como la del señor Inda en un reciente programa de televisión. Pensemos en ello, para conseguir que por fin se hable con firmeza y seriedad el tema guineano en las instituciones españolas.
Vayamos al siguiente nivel que nos pide nuestro pueblo. Nos lo reclaman las miles de víctimas de la dictadura guineana, asesinadas, muertos de miseria evitable y exiliados por buscar la justicia y la libertad. Hagámoslo por los que lucharon por nuestra soberanía y nuestra dignidad. Ayudémonos entre todos para conseguir nuestros objetivos.
Luciano Ndong
Es Secretario del Congreso de la Diáspora de Guinea Ecuatorial, CONDIGE.
2 Comments
Muchas gracias a todos aquellos que poco o mucho dan su granito por la causa de Guinea de nuestros amores; y en especial a los que se arriesgan mucho más,… Les aseguro que somos muchos que estamos en esta lucha, y no nos cansaremos aunque nos quedamos pocos. Estamos en la retaguardia por cualquier oportunidad que nos brinde la vida para manifestarnos pese a las consecuencias, aun anonimados (por ciertas razones por seguro) siempre les apoyaremos. Estamos tanto dentro del cerco que fuera del mismo. Siempre hay una gota que llena el vaso… y entonces el liquid se derrama sin control. Animos!!!!!!!!!!!!!!!!!
Muchas gracias Luciano, esta firmeza es la que falta en muchos Guineanos que dicen llamar opositores.