Jóvenes indignados: “Cansados de esperar, hoy hablamos”

Casi tres años han pasado, desde que en septiembre de 2011, se hiciera un curso de Inspectores y Auxiliares de Trabajo en la ciudad de Bata, organizado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Guinea Ecuatorial, siendo Ministro, Estanislao Don Malavo. Hasta la fecha, los jóvenes participantes del curso, indignados, ya que por otra parte corrieron ellos mismo con los gastos inherentes al curso, no han sabido nada. ¿Qué ha pasado? ¿Qué sucede y por qué del silencio?

Muchos de ellos lamentan haber salido de Malabo a cuenta propia para Bata, transporte, comida, alojamiento también a cuenta propia. Sin embargo, cuentan, que esta situación no les importaba tanto, porque tenían una ilusión; “convertirse, algunos en Inspectores de Trabajo y otros en Auxiliares”, tenían la esperanza de regresar a casa con todo arreglado para tener un puesto de trabajo seguro; pero como nos ha comentado uno de estos jóvenes “desesperanzados” desde Bata, “nos vendieron una ilusión, lo tenían todo montado, sólo Dios sabe quiénes ocupan hoy estos puestos”

Dos aulas del colegio Carlos Lwanga de Bata albergaban a los más de ciento cincuenta jóvenes, todas las tardes, de lunes a viernes y todas las mañanas de los sábados, desde el día 6 de septiembre del 2011 hasta el día 6 de diciembre del mismo año, fecha en la que el propio Ministro de Trabajo (hoy Consejero Presidencial en materia de economía) Estanislao Don Malavo, luego de elogiar la gran labor que el presidente de la república desempeña por los jóvenes, prometió que en menos de una semana saldrían por los medios de comunicación nacionales los nombres de los que habían superado el curso, cosa que no ha pasado.

Tal parece que ninguno lo ha superado (esto le daría razón al informe que reveló hace poco de que Guinea Ecuatorial fuera el país más estúpido del mundo) porque si a día de hoy siguen estos chicos pegados a sus receptores de radio y televisión, sin haber escuchado nada al respecto, es que el curso les fue mal a todos. No dieron la talla, ¡qué ironia!

Un grupo de estos jóvenes residentes en Malabo y Bata, que decidieron contactar por correo con nosotros, para sacar a la luz este tema, han dejado este mensaje, “Cansados de esperar, hablamos hoy, porque el gobierno de Guinea Ecuatorial, que dice estar por la labor del relevo generacional, nos vendió un sueño, un sueño del que nunca llegamos a despertar. Hoy hablamos, porque nuestras esperanzas se han ido, se han marchado al igual que los días y las noches de estos casi tres años de espera estéril” ; y continúan lamentando, “confiábamos tanto en este proyecto, que muchos de los que venían de Malabo sacrificaron un año de su formación universitaria para lograr los frutos de este curso”, pero es más que evidente que estos ilusos estudiantes, regresaron con las manos vacías, las cabezas y los hombros decaídos, mientras veían a sus compañeros de la universidad avanzar un curso más que ellos, “lo sacrificaron todo por nada”.

Recordamos a nuestros lectores que los exámenes de oposición para este curso, se llevaron a cabo tanto en Malabo como en Bata durante los primeros días del mes de junio de 2011, participaron más de tres centenares de jóvenes en un concurso en el que se jugaban ciento cincuenta plazas entre Inspectores y Auxiliares de trabajo; al principio, los que optaban por Inspectores tenían mayor formación académica y para los Auxiliares, se exigía hasta el cuarto curso de Bachillerato (actual 3º de ESBA); sin embargo, cuentan estos jóvenes que, “una vez comenzado el curso, todo se mezcló y ya no había separación, todos estaban en las mismas aulas de clase y recibían la misma formación, era un caos total, algunos que ni siquiera figuraban en las listas, se incorporaban al curso ”; ante este desorden, nos comentaron que en un arrebato, el Director del curso llegó furioso un día en una de las salas y se puso a revelar los trapos sucios, demostrando que más del 65% de los que habían accedido al curso, no alcanzaron la media del aprobado exigido, y que llegaban a incorporarse en las listas por cartas de recomendaciones, y que muchos de los instructores del curso, se los habían impuesto, porque él “tiene a los profesores que deberían impartir dicho curso”. Con esta actitud, quedó a todas luces que en dicho curso habían muchas manos influyentes, lo cual ha acabado así; jugando con las ilusiones de más de 150 jóvenes. El relevo generacional.

En síntesis, el Gobierno de Guinea Ecuatorial no ha cumplido con estos jóvenes.

Informa: Mira y Calla