La justicia francesa está investigando el papel que tuvo el banco francés Société Générale (SG), a través de su filial en Guinea Ecuatorial SGBGE, en diferentes cobros de las supuestas comisiones ilegales que recibió el vicepresidente del país e hijo del jefe del Estado, «Teodorín» Obiang.
«Le Monde«, que citó diferentes documentos de esa instrucción, afirmó hoy que SG permitió importantes transferencias de dinero a Francia en beneficio de la familia Obiang procedentes en particular de comisiones obtenidas en el comercio de la madera bajo el control de «Teodorín», que también es ministro de Agricultura y Bosques.
Ese dinero sirvió entre otras cosas para comprar, por 110 millones de euros, una larga serie de obras de arte (incluidos cuadros de Renoir o Degas) que estaban en un palacete en la exclusiva avenida Foch de París (a unas decenas de metros del Arco de Triunfo) propiedad de la familia gobernante de Guinea Ecuatorial.
En sus declaraciones ante los investigadores encargados del caso, los dos dirigentes de la SGBGE que se sucedieron de 2003 a 2009, Christian Delmas y Jean-Marie Navarro, aseguraron que habían informado a su casa matriz SG de las irregularidades que constataban y de las presiones que ejercían sobre ellos las autoridades ecuato-guineanas.
En el centro del mecanismo de obtención de comisiones está la compañía Somagui, propiedad de los Obiang, que según el organismo francés de lucha contra el fraude, Tracfin, pagaba compras personales del vicepresidente del país en concesionarios de coches de lujo, tiendas de alta costura y hoteles.
El embajador de Francia ante Guinea Ecuatorial entre 2004 y 2008 también confirmó en abril de 2013 que «era de notoriedad que Teodoro hijo recibía comisiones en la venta de madera de su país» y que «la tasa de comisión impuesta por el poder era del orden del 20 %».
Pedro Tomo, un empresario español que dirigió una empresa maderera en Guinea Ecuatorial de 1995 a 2003, en su interrogatorio el 3 de junio del pasado año contó que «Teodorín obligaba a todas las empresas forestales a pagar 10.000 francos CFA por metro cúbico» para poder exportar la madera y que el vicepresidente recuperaba el dinero en efectivo o en cheques a nombre de Somagui.
Navarro indicó que negarse a ejecutar una operación para los miembros de la familia Obiang «era sinónimo de prisión», y dijo que llegó a recibir una llamada amenazante de la presidencia, así como la visita a las oficinas de su entidad de hombres armados.
También, que cuando el hijo del jefe del Estado iba a viajar a Francia en avión privado sacaba importantes cantidades de dinero que a veces llevaba a su domicilio un responsable de la SGBGE en maletas que podían contener 200.000 euros.
La filial de la entidad francesa -que no ha querido pronunciarse amparándose en el secreto bancario- permitió la transferencia de 22 millones de euros en abril de 2006 y de 25 millones en junio, dinero que transitaba por el Banco de Francia y destinado a comprar, a cuenta de Obiang hijo, un reactor privado y una residencia en Malibú (EEUU).
Los servicios de SG, que en 2007 había perdido 4,1 millones de euros por SGBGE, se plantearon ceder la filial pero esa hipótesis quedó descartada porque -siempre según Navarro- eso hubiera implicado poner en riesgo a sus empleados en Guinea Ecuatorial por su imbricación con los escándalos de «Teodorín».
Sobre todo, teniendo en cuenta que su «comportamiento puede ser muy violento y actúa con total impunidad» en su país, añadió.
El abogado francés del vicepresidente guineano, Emmanuel Marsigny, cuestionó esas alegaciones y afirmó que no ve «elementos de prueba vinculados a las pretendidas comisiones impuestas» por su cliente.
Marsigny, quien aseguró que Teodorín Obiang no tiene intención de sustraerse a la justicia francesa en la instrucción que tiene abierta contra él, hizo notar que en Guinea Ecuatorial es legal que un funcionario esté al frente de una empresa que tiene contratos con el Estado.
Fuente: Jeueneafrique; noticias.lainformacion.com(Agencia EFE)