La Oposición Guineana: ¿un medio o un fin?

La Oposición Guineana: ¿un medio o un fin?

Por: Sir Lucky Dube

CIUDADANO Y COMUNICADOR

Soy de la opinión de que generalizar, siempre o casi siempre, implica injusticia; así que asumo que mis reflexiones no son atribuibles a toda la oposición, aunque sí a gran parte de ella.     Vaya por delante, que cualquiera que de alguna forma, participe, actúe, se pronuncie o lo haya hecho en algún momento en favor de la consecución de derechos y libertades en Guinea Ecuatorial, tiene, por descontado, mi gratitud, respeto y reconocimiento. Dicho lo cual, desde una humilde visión crítica, éste artículo pretende señalar las ‘sombras’ de la oposición guineana al régimen de Obiang, tanto dentro, como fuera del país.

Empezaré con un repaso no exhaustivo de los principales agentes políticos que conforman la oposición guineana… [ACLARO QUE EL ORDEN DE ÉSTE LISTADO NO OBEDECE A NINGÚN CRITERIO].

  • La CORED, lleva poco tiempo en la palestra, ya está dividida en CORED-Raimundo y CORED-Emely… y no se sabe muy bien porqué; yo, por lo menos, no tengo la menor idea.
  • Luego tenemos al CPDS, fundado al calor del PSOE, es considerable como un histórico en la oposición. En su ‘haber’, tienen el ser el único partido que hace la guerra desde dentro, pues presumen de ser la única oposición a Obiang en el interior del país. Aunque se le sospecha una excesiva cercanía al régimen, hasta el punto de que, hay quien cree se han vendido a Obiang ‘por un puñado de dólares’. El cambio de bando de Celestino Bacale (del CPDS al PDGE); y la aceptación, por parte de Andrés Esono Ondó, que Obiang sea el ‘árbitro y moderador’ de un hipotético Diálogo Nacional que, si al final se produce, estará carente de la igualdad de condiciones mínimas y necesarias entre las partes. Son cosas que pesan en el ‘debe’ de ésta formación política.
  • El otro gigante es el PP, fundado en 1983, este histórico es el decano de los partidos en la oposición. A día de hoy, también está escindido en dos facciones. Por un lado, el autoproclamado Gobierno de Guinea en el exilio liderado Severo Moto Nsa, quien es, probablemente, la figura más trascendental de la oposición guineana; tanto para sus seguidores, como para los no tan seguidores o incluso detractores. Por otro lado, la denominada Ejecutiva Provisional del Partido del Progreso; ¿su líder? Donato Ndongo Bidyogo, escritor de prestigio y co-fundador del PP. Durante un tiempo abandonó la política o, más concretamente, la acción política, y se dedicó a escribir libros y a dar conferencias. En 2012 vuelve a la política activa formando la antes mencionada ejecutiva provisional, al considerar que Severo Moto, había convertido el partido en “un instrumento de su megalomanía”.
  • Alguna Candidatura Independiente como la de Gabriel Nze Obiang, ex pupilo de Obi G, llegó a tener fama de auténtico ‘tipo duro’. Militar por la academia de Zaragoza, aunque no sé muy bien con qué graduación. Fue Teniente Coronel del ejército de Obiang, Jefe Militar en Kie Ntem y Wele Nzás. Se le atribuye asesinatos a opositores, ciudadanos no afines y miembros del gobierno; su ensañamiento y ferocidad contra ciudadanos bubis en Belebú se recuerdan como uno de los episodios más oscuros de nuestra historia reciente. Entre 2001-2002, tiene problemas con el régimen; huye a Camerún y luego a España. Incomprensible, Severo Moto lo ficha como Jefe Militar de su gobierno en el exilio, y tras descubrirse que utilizaba el cargo para filtrar información en favor del régimen de Guinea, deja el PP. Hoy, es ese ‘gran demócrata’ que nos va a solucionar la vida.
  • FDR o Fuerza Demócrata Republicana, liderada por Felipe Ondó Obiang, se les tiene por un partido regional y casi tribal, reducido a la tribu Nkodjueñ; cuyos dirigentes fueron miembros de los gobiernos de Macías y Obiang. Sinceramente, yo, no sé mucho más, ni de ellos, ni de su actividad…  (Sin el menor ánimo de infravalorar a nadie, considero que el resto de partidos no tiene el suficiente fuste o calado social).

Como pueden ver, éste artículo no descubre grandes verdades, no es el resultado de una gran labor periodística, ni un especial trabajo de investigación. Todo lo que he dicho en este repaso a los partidos de la oposición son cosas que sabe cualquier mayor de edad, que viva o haya vivido en Guinea y que se interese por los temas socio-políticos de su país; ya sea preguntando a sus mayores, conociendo a los implicados o leyendo a los macuto, rombe, confidencial, jamón y queso y otros; que, dicho sea de paso, hacen una labor encomiable. Lo importante de este artículo es la reflexión que hago, y que seguramente habrá hecho mucha más gente, al ver, oír y conocer los procederes de una buena parte de quienes están llamados a ser nuestros representantes, en una, aún hoy, hipotética Guinea democrática.

De un tiempo a esta parte, he caído en la cuenta de que los opositores guineanos, además de hacer oposición en contra de Obiang, también hacen oposición contra opositores. Se calumnian y se traicionan entre ellos; se boicotean en cuanto pueden; no se respetan, incluso, en alguna ocasión recurren a ofensas en el plano personal; padecen de un escaso sentido autocrítico, lo cual, en mi opinión, merma su capacidad de representar a la mayoría de los ciudadanos, dada la diversidad de opiniones y sensibilidades; el trabajo en equipo brilla por su ausencia; y una de las cosas dañinas para la labor que realizan, es la brutal desconfianza que hay entre los opositores, cosa que, para mí, computa como gran mérito del dictador, que ha conseguido instalar, ya no solo en el seno de la oposición, sino en la sociedad guineana en general, un miedo tremendo a los chivatazos, injurias y calumnias… los ciudadanos se han convertido en enemigos de sí mismos, vigilándose con fin de sacar provecho de lo que puedan decir fulano o mengano.

Sinceramente, no sé en qué proporción el ‘éxito’ de Obiang está basado en tener a la oposición tan divida, pero tengo claro que de esa falta de unión el régimen de Obiang lleva muchísimo tiempo obteniendo beneficios. En muchas ocasiones tengo la sensación, y a veces hasta el convencimiento, de que parte de la oposición prefiere que las cosas en Guinea sigan como hasta ahora… para seguir haciendo politiquería en vez de política; para seguir haciendo gala de un afán de protagonismo individual que alguna vez roza el narcisismo; para seguirse atribuyendo méritos baratos que no sirven más que para aumentar el descrédito de la oposición frente a la ciudadanía; para seguir recibiendo alguna ayuda económica en Europa (en el caso de que alguno la reciba), ayuda que no les sirve ni para mejorar su vida en Europa; para seguir utilizando el disfraz de la oposición para traicionar a sus connacionales, haciéndole el trabajo sucio a Obiang a cambio de migajas; y, por qué no decirlo, muchos opositores prefieren que las cosas sigan como están, porque también ellos tienen cuentas que saldar con el pueblo guineano, ya que alguno de los que hoy son la ‘solución’, ayer fueron parte del ‘problema’… Lo dicho, muchas veces, tengo la sensación de que para algunos, la oposición no es un medio, sino un fin.

En mi opinión, una de las claves del éxito de Obiang y su régimen, radica en que ha sabido mantener unida a gran parte de su familia y amigos. Incluso, a sabiendas de que la mayoría de sus colaboradores no están con él por afinidad ideológica, ni porque compartan principios o valores, ni siquiera porque le tengan un especial afecto personal. Obiang y los suyos han seguido juntos porque  tienen intereses comunes… han montado juntos un régimen basado en el miedo, se han hecho ricos juntos y saben que la forma de mantener su ‘status quo’ es seguir trabajando juntos. Es decir, que de un modo perverso han conseguido hacer que esa unidad sea el principal garante de la longevidad de su régimen. Así las cosas, creo sinceramente que el cambio que todos deseamos pasa, inexorablemente, por que la unidad en la oposición, sea más fuerte que la unidad de los que forman el régimen. La oposición guineana necesita tener un proyecto común en torno al que unirse, objetivos comunes, algo en lo que todos crean y de lo que todos se sientan parte… y eso sólo se consigue con humildad, la necesaria para entender que en un momento determinado o en un aspecto concreto, otra formación política u otro individuo pueden tener mejor planteamiento, mejor proyecto o mejor opinión, y ser capaces de convertir esa opinión o ese proyecto en el de todos. Igual que Obiang y los suyos, la oposición necesita unidad, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos… Vince Lombardi dijo una vez: “Los logros de una organización son los resultados del esfuerzo combinado de cada individuo”.

Es evidente que no represento a nadie más que a mí mismo, pero creo que hablo por muchos, cuando digo que no esperamos de ellos –de la oposición– que sean todos del mismo partido, ni que tengan la misma ideología, ni que sean todos de izquierdas o de derechas; no esperamos que entre ellos hayan grandes amistades personales, ni que coincidan en todo, todo el tiempo… nada de eso. Lo que se espera de ellos, lo que yo espero de ellos, es más, lo que yo les pido es que se den una oportunidad, les pido seriedad y confianza entre ellos, que dejen de reñirse y de reprocharse cosas por internet; les pido que piensen en lo que les une, antes que en lo les separa; que traten de ser útiles, no importantes; que trabajen juntos, no por separado; es cierto que la política implica conflicto de poder, pero también es cierto que la política es diversidad y divergencia, por eso les pido que trabajen por prioridades, y ahora mismo la prioridad es llegar a Guinea en la mejores condiciones para empezar el cambio; les pido sentido de Estado, les pido conciencia de País, les pido… Una Guinea Mejor.

En ningún caso está en mi ánimo desmerecer vuestros esfuerzos, es más, sería de necios no reconocer tanto trabajo y sacrificio; sé que al posicionaros en contra de una dictadura como la de Guinea, exponéis vuestras vidas y en muchos casos las de vuestras familias. Pero si asumimos como cierto que todos –oposición y ciudadanía– deseamos lo mismo, entonces coincidiremos también, en que alcanzar la libertad y la democracia pasa por hacer un frente común ahora. Si vosotros, en tanto que oposición sois capaces de conseguir esa unidad y esa cohesión entre vosotros, no tengáis ninguna dudad de que el pueblo de Guinea Ecuatorial lo percibirá, os apoyará, peleará con vosotros. Y eso, señores, es lo que marcará la diferencia entre ganar o perder, entre vivir o morir, entre ser libres ahora o no serlo nunca.

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