La tortura animal ya es patrimonio cultural en España

La tortura animal ya es patrimonio cultural en España

Internacional. Por Rosina Iglesias.- Hace dos días, Mocache Massoko me animó a participar en la sección Internacional de este diario online. Llevaba yo dos días reflexionando sobre qué tema escribir en primer lugar cuando, por casualidad, lo primero que leo esta tarde al llegar a casa del trabajo es que el Senado aprobó ayer la Iniciativa Legislativa de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya, es decir, entidades privadas con ánimo de lucro.

Cualquiera diría que se ha aprobado porque viene regulado el derecho a la iniciativa legislativa popular en la Constitución Española. Podría creerse que ése es el motivo si no fuese porque es la primera vez que prospera una iniciativa de este tipo tal y como va redactada, sin que sus Señorías corrijan el texto a su gusto y conveniencia. Sino que se lo digan a la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca), que vio desmenuzado, rasgado y pisoteado al llegar a las Cámaras el texto que habían firmado 1.402.854 personas.

Casi un millón y medio de firmas consiguió la PAH entre los ciudadanos, frente a las 590.000 de las Entidades Taurinas, que se diría un estrepitoso fracaso si tanta pasión hay por este espectáculo como se empeñan en decir.

He estado leyendo que se ha aprobado con 144 votos a favor, 26 en contra y 54 abstenciones. ¿Abstenciones? ¿Pagamos el sueldo de 54 senadores que se abstienen de hacer su trabajo? ¿O sencillamente no se atreven a dar su opinión abiertamente?

Yo sí voy a dar mi opinión. Quien me conoce, la sabe, incluidos aquellos que han dejado de ser amigos míos por mi sinceridad en todo tipo de temas, incluido éste.

El sábado 11 de agosto de este año, me decidí por primera vez a asistir al acto de protesta en Pontevedra para reivindicar la desaparición de las corridas de toros, un espectáculo de sangre, dolor y muerte lenta, la tortura a un animal que algunos tienen la desfachatez de llamar «fiesta». Fue todo un éxito, tanto la cadena humana de la mañana como la manifestación de la tarde, en la que había más gente que la que consigue la plaza de toros en todo el año, con subvenciones y entradas gratis incluidas.

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Estos espectáculos, que no tienen nada de arte ni de cultura, no tienen cabida en un mundo que se dice civilizado y moderno. Todos los que lo apoyan en este país, lo repudiarían si, en su lugar, se celebrase en un país de los que llaman del Tercer Mundo. La excusa de algunos para apoyar las corridas de toros es el turismo. ¿El turismo? ¿Qué turismo, si a los pocos turistas que consiguen llevar a una plaza de toros, engañándolos sobre lo que allí se hace, salen asqueados, horrorizados, cuando no directamente vomitando? ¿Qué negocio es el que necesita vivir de subvenciones porque sino se iría a pique? Porque no pueden negar que esta nueva aprobación se ha hecho para incrementar aún más las subvenciones de algo que se está muriendo a pasos agigantados debido al prácticamente nulo apoyo popular.

En un país en el que se está recortando en los derechos más básicos y en el que cada vez hay más gente sin hogar y con hambre, en un país que tenía un sistema de Seguridad Social envidiado en toda Europa y que ahora deja a miles de ciudadanos sin la cobertura médica básica, en un país cuyos ciudadanos ya no tienen la posibilidad de estudiar, se sufraga con millones de Euros la tortura a un animal.

 

1 Comment

  1. Una excelente exposición de Rosina sobre una de las realidades mas vergonzantes y escandalosas de esta España rancia, arcaica, salvaje, que anda arrinconada y perdida en sus propios laberintos históricos merced a la presión cada vez mas fuerte de los ciudadanos de bien que gritan múltiples y sonoros «basta ya!!» a tanta muerte, a tanta tortura y a tanta sangre de inocentes animales derramada en «fiestas» y «divertimentos» … es esa España oscura y negra que se ve acorralada por la fuerza y empeño de los cada vez mas numerosos grupos y colectivos antitaurinos y antitorturas exigiendo que desaparezcan de una vez por todas, no solo las llamadas «corridas» de toros, sino los embolados de fuego, los Toro de La vega y otros muchos actos similares a lo largo de la geografía que nos avergüenzan a casi todos. Hasta que España no logre avanzar en ese sentido, a romper con las tradiciones negras que la atan y esclavizan, no logrará entrar en los caminos del humanismo, de la racionalidad y del respeto a los derechos de los animales… cada vez que un toro es asesinado en una plaza es un paso atrás en busca de la dignidad perdida.. y así anda España… perdida. Saludos.

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