Cuarenta y seis años después, tenemos que afrontar el hecho trágico de que el guineoecuatoriano todavía no se encuentra libre. Nuestra vida está aún minada por los grilletes de la discriminación, a los maltratos físicos y la desigualdad, viviendo en una isla solitaria de pobreza en medio de un extenso océano de bonanza material. Cuarenta y seis años después, seguimos languideciendo en los rincones de nuestra patria y nos encontramos así mismo exiliados en nuestro propio país.
La democracia occidental ha entrado en un círculo vicioso en el que el poder político se concentra cada vez más en los intereses económicos que utilizan para sus propios beneficios. Al promulgar legislaciones antidemocráticas concentradas aún más en ganancias económicas, dejando de lado a la mayor parte de la población mundial.Lo curioso de todas estas jugadas es que nuestro líder se pone de rodillas ante otros hombres cuyo sistema, de acuerdo al filósofo político norteamericano, Cornel West, “es disfuncional. Nuestros líderes son cada vez más comprados con soborno legalizado y corrupción normalizada…
Las ciberes-actividades encubiertas de las grandes firmas de moda, “no solo convierten en víctima a la oposición, sino también, con su hipocresía pura, cierran la soberanía de nuestro pueblo y violan los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Y es probable que el estado de la democracia extendida por Estados Unidos sea una simple ilusión, que jamás ha existido para los iluminados globalizadores norteamericanos. Todo depende de los recursos naturales que tenga esta nación o de su valor estratégico para los planes estadounidenses. En pocas palabras, nos sentimos impotentes y creemos que sus juegos políticos están decididos con el régimen de Obiang Nguema Mbasogo sin la participación del pueblo.
Lo que demuestra una clara pérdida de la soberanía del país y su dirigente se convirtió en títere: repite lo que dice, miente o desinforma al pueblo de la realidad.
La doble moral y la corrupción política están en el orden del día del fracaso político de nuestro país. Las prácticas de las grandes firmas de moda eternizan sus fantasías; y parecen tener un impacto negativo estadísticamente mayúsculo en la transición política de Guinea Ecuatoriana. Y la ley de la mordaza provocando la violencia, ya sea por incompetencia o por el cálculo maquiavélico proyectado por los hombres de las grandes firmas de moda, aunque intentamos recortar algunos de los excesos que están provocando fuertes rechazos en nuestra sociedad, pero ese brutal golpe, ese revés político en el tablero de los hombres de las grandes firmas de moda, están dando razón a los violentos que suplementen el poder y que es inútil querer dialogar con un Gobierno autoritario, al que así se le da tiempo para ir completando su programa de gobierno antidemocrático; violento que así le veremos aumentar su capacidad de enfrentarse con el poder político.
Donde, el Paripé y el teatro protocolario (solución inteligente) resultan paradójicos en una población que vive de la avalancha de las declaraciones y muestra tristeza e indignación desde el ámbito nacional. La realidad humana permanece aún muy alejada de los sueños y objetivos que pretende este pueblo oprimido: es decir, la formación de una sociedad sin discriminación, exenta de bolsas de pobreza y sin alambradas en los caminos. En definitiva, “Un pueblo acogedor en el que quepamos todos”.
Pero, lamentablemente, parece que los hombres de las grandes firmas de moda aprecian y ensalzan a un régimen arropado por la tiranía. Por la razón y el intento del compromiso con la dignidad humana, el pueblo guineoecuatoriano está pagando una factura muy elevada, que consagra sacrificios humanos durante casi medio siglo de la existencia como país. ¿Cómo se justifica un contexto tan lamentable como el presente? Me deja alucinante además de asustado, a manera en que la comunidad mundial de jalea a una persona tan ruda, que crea este mundo que, ni entiendo ni comparto.
¡Y tal comportamiento político en mi opinión, no es compatible con el supuesto papel que pretenden jugar como mediadores «honesto y creíble» en los conflictos políticos!
Lo que está sucediendo en Guinea Ecuatorial, es rocambolesco y vergonzoso. Se entiende que, al margen de los intereses geopolíticos, la comunidad internacional debe actuar con una incontestable independencia e imparcialidad a prueba de bomba. Pero parece que esto, no le es suficiente sino que, lo que parecen pretender es que todos los regímenes políticos que deberían velar por los intereses de sus pueblos, sean también afines a sus intereses geopolíticos y económicos. Y todas estas retahílas de acciones desproporcionadas, no responden a pataletas infantiles, sino a toda una estrategia bien urdida de quitar de en medio a aquellos que tal vez, no estarían dispuestos a pasar por alto determinadas irregularidades.
La pluralidad no sólo es normal, sino saludable en cualquier ámbito de la vida y del Estado. (¿Hasta cuándo es el fin de este tamaño del despropósito? Porqué en política no existen casualidades) Yo creo que es hora de modelar instrumentos indagatorios y punitivos, para quien o quienes haya que investigar y sancionar por los delitos fiscales y de crímenes de lesa humanidad. (Y que aguarda el cálido paso que lleva a los pueblos en el palacio de la justicia: en el proceso de ganar un justo lugar, estas aplicaciones; no deben estar reñida con la honradez, la eficacia y la intocabilidad en democracia, duelan a quien duelan y caiga a quien caiga).
Las acciones y direcciones más adecuadas para aludir a la democracia, no debe ser prevenir lo culto, sino la de llevar a cabo políticas acordes con sus fines sociales y no las del paripé y el teatro protocolario.
Movimiento Social Demócrata, departamento de prensa y comunicaciones; secretaría de organización