Los niños de Ebibeyín podrían quedarse sin acceso a la sanidad
Por BÁRBARA BARÓN: El colegio Jesús-María de Ebibeyín, en Guinea Ecuatorial, se ha mantenido tradicionalmente por las generosas contribuciones que donantes de todo el mundo entregaban.
Las Hermanas de Jesús-María, que asumían los gastos médicos de los menores, ya no seguirán costeandolo por falta de financiación.
Gracias a ellas, cientos de niños podían salir de la calle y recibir una educación de calidad. “Muchos pequeños no acuden a la escuela solo porque sus padres no pueden costear la matrícula del colegio”, cuenta la Hermana Prudencia, directora del centro.
En esta zona que limita con Camerún y Gabón la economía es especialmente débil y los menores se verían condenados a un futuro sin esperanza si no fuera por el encomiable labor de estas religiosas.
“La matrícula cuesta 30.000 francos al año, unos 50 euros. Con ella se cubren los gastos escolares, dos comidas al día, uniforme, libros y un seguro médico total que asume los costes sanitarios de los niños incluso cuando no están en el colegio. Sin embargo, demasiados padres sencillamente no pueden pagarlo”, continúa la directora.
La situación, debido a la crisis que azota el mundo entero, se ha agravado alarmantemente. Antes, todos los gastos médicos los cubríamos gracias al dinero que enviaba un donante canadiense. Sin embargo, ha perdido gran parte de su fortuna y ya no podrá colaborar tanto con nosotros. Nos vamos a ver obligados a suprimir el seguro médico. Esto supondrá que la mayoría de nuestros alumnos se queden sin una atención sanitaria básica”, explica consternada la Hermana.
Las Hermanas de Jesús-María apuran los días antes de que empiece el curso para intentar conseguir fondos que permitan mantener unas condiciones dignas para unos niños que no tienen nada. “Si no podemos encontrar financiación, tendré que reunir a los padres y ver qué ocurre”, concluye la religiosa con resignación.
Fuente: mirada21.es