Se acabó lo que se daba, el dos mil trece ya se fue definitivamente. Detrás dejamos un panorama lleno de pérdidas, naufragios… toda una vida en un sólo año: dos mil trece.
En este artículo me gustaría lamentar una vez más la pérdida de Mandela , de Fifi la mirey, me gustaría volver mi pensamiento y mis recuerdos a Lampedusa, a Centroáfrica, a Siria, a Egipto, a Malí, a Filipinas…
Una vez más los guineanos tenemos la oportunidad de vivir un nuevo comienzo, el principio de un año. En un país como el nuestro en el cual ocurre de todo, son días como éstos en los que uno se pregunta si de verdad estamos encaminándonos hacia un futuro prometedor o nuestros pasos no hacen más que devolvernos al canibalismo del pasado.
Bajo la figura de un país vestido de un nuevo campo de golf, un amistoso polémico, el puente más largo del África Central, un paseo marítimo con su propia estrella en el paseo de la fama de la mente de muchos soñadores , hoteles y edificios que enamoran se esconden la sombra de noticias fustrantes como los casos de extorsión a civiles por los militares, periodistas que aparecen copulando en vídeos que la población después acepta como porno por excelencia, un gobierno que no hace más que denigrar la imagen exterior del país.
Por primera vez en mi vida he vivido un comienzo de año tranquilo. Hoy no me he planteado una cuestión que a menudo me hago: ¿por qué algunos padres se parecen tanto a sus hijos?. ¿Por qué algunos hijos cometen las mismas barbaridades que sus padres?.
En nuestra sociedad lo absurdo es tan natural que aveces da la impresión de que vivamos en una caos; donde la suegra del teniente es capitán, el primo del jefe es dos veces más jefe que el jefe, el primogénito del rico llega a los cuarenta siendo adolescente y algún día será su excelencia no porque lo digan sus diplomas sino por un atajo de pasiones propios de su eterna adolescencia.
Algún día llegaremos al infinito y no os sorprendáis, queridos compatriotas, de que escuchando los nuevos cargos dictados por la constitución de su excelencia nos anuncien un ministro encargado de disfrazarse de puerta en actos y celebraciones, de un director general de porras y pantalones de las fuerzas armadas o un vicepresidente décimo encargado de tomar el sol cuando su excelencia no pueda.
Es asombroso lo diferente que es ser guineano en Guinea que serlo en el extranjero. Puedes presenciar películas de ciencia ficción en directo como una huelga, un extranjero diciéndote que le gustaría conocer tu país o un policía pidiéndote perdón por haberte pisado.
Y es que cada vez que un compañero togolés, senegalés, ghanés… me habla de sus sueños de conocer mi patria lo primero que hago es acordarme de todas las extorsiones por las que tienen que pasar sus semejantes para vivir ahí.
Cada vez que un amigo se entera de que redacto para El Diario Rombe lo primero que hace es soltar una carcajada y decirme: Guinea Ecuatorial nunca cambiará, perdeis vuestro tiempo. Yo no intento cambiar Guinea, sólo hago lo que me gusta: escribir. He tenido la suerte de no ser como todo los jóvenes de mi edad, aunque a veces creo que es una pesadilla ser tan diferente en un país como el nuestro.
Yo sólo intento ser mejor persona cada día, porque Guinea Ecuatorial no es una bestia a la que hay que domesticar sino un conjunto de todos nosotros; y como conjunto será verde si nosotros somos verdes, amarillo si somos amarillos, corrupta si somos corruptos o justa si logramos serlo nosotros. nuestro país es un reflejo de lo que somos y nuestro reflejo actual debería darnos vergüenza.
Espero que todos los guineanos del mundo hayan comenzado un feliz año
FELIZ AÑO NUEVO A TODOS
Atentamente Hijo de África