A veces no entiendo la tranquilidad (o miedo) con el que los ciudadanos guineoecuatorianos vivimos todo el entramado de la política (corrupción, asesinatos, injusticias,…) de nuestro país y sobre todo no encuentro argumentos para defender todo este entramado como lo hacen muchos jóvenes.
Una ciudadana fallece en extrañas condiciones (el caso de M. Nchama) ni el Fiscal general del estado ni la abogacía del estado se personan en el juicio, aunque solo sea para disimular.
El vicepresidente segundo de la república (Teodorin) saltando todos los poderes judiciales contrata un forense que parece que es nada menos que un «traficante de órganos» para esclarecer un asunto que tiene toda la pinta de un caso de tráfico de órganos y que además parece que este señor trabaja en el sistema sanitario de nuestro país y que por lo tanto la vida de muchos guineoecuatorianos pasan por sus manos, y nadie dice nada.
Aparecen cuentas bancarias de determinados ciudadanos con cantidades de dinero difícil de justificar por la actividad económica que desempeña su titular y ni el fiscal ni la hacienda pública le piden explicaciones o al menos nos aclaran sobre el origen de estos fondos.
La esposa y los hijos del presidente hacen inversiones millonarias (supermercados, hoteles, urbanizaciones, hospitales, mansiones,…) dentro y fuera del país sin que se les reconozca actividad empresarial alguna y aquí nadie dice nada.
Y mientras todo esto pasa en nuestro país, no hay trabajos para el pueblo, no hay servicios básicos, la pobreza está creciendo en nuestras ciudades,…
ESTA SITUACIÓN ES CLARAMENTE INSOSTENIBLE
1 Comment
Lamento llevarte la contraria, es sostenible y mucho!! a la evidencia me remito, el potencial para resolver nuestros problemas lo tenemos,de alli a convertir ese potencial en un cambio hay un ABISMO