Al comparar la noticia con su publicación original en francés en la fuente mencionada por Diario Rombe, se detectan algunas inexactitudes con respecto a la traducción al español. Por ejemplo, donde se informa de que “los dos súbditos cameruneses fueron sorprendidos atracando a mano armada a un Asesor Presidencial de la República de Guinea Ecuatorial en plena luz del día”, en realidad, según la versión en francés, se trata de que esos dos cameruneses fueron “arrestados mientras estaban robando a mano armada en la casa de un consejero presidencial, en plena luz del día”. Es decir, que no fue el Consejero en cuestión víctima personal o directa del atraco, sino su casa, a menos que estuviera allí en ese momento.
En otro párrafo de la traducción al español se indica que los supuestos ladrones dijeron haber robado la pistola y dos cargadores que tenía el Consejero en un coche, rompiendo una luna de la ventanilla. Mientras que en el texto en francés, se dice que ambos “han declarado haber robado la pistola y los dos cargadores de que disponían en un coche, rompiendo la luna de la ventanilla”. Esto parece indicar que el vehículo en cuyo interior se hallaban la pistola y los cargadores, no era del Consejero o, lo que sería lo mismo, que sí pertenecía a otra persona distinta del Consejero.
Estas precisiones son relevantes a efectos de investigación, empezando por aclarar la procedencia real de la pistola y los cargadores, con el objeto de saber si fueron efectivamente robados o, en cambio, adjudicados a los dos presuntos delincuentes por una tercera persona. Si no del Consejero, ¿de quién serían?; ¿esa persona denunció ante la Policía o ante el órgano competente su desaparición?
No hay que olvidar que en Guinea Ecuatorial existen bandas de crimen organizado, con la participación de extranjeros, que actúan bajo la protección de ciertos Agentes de los Cuerpos de Seguridad –Policía y Gendarmería, sobre todo–, que les suministran armas y municiones para ejecutar atracos y asesinatos a empresarios de forma preferente, con el fin de repartirse luego los botines; o a simples ciudadanos con fines similares o brujeriles. En estas operaciones delictivas, los extranjeros son especialmente inclementes, duros o despiadados. Razón por la que, en la investigación del caso, no se debe pasar por alto las pesquisas oportunas para determinar la procedencia del referido material.
De otro lado, en la lista de estafadores extranjeros a nacionales ecuatoguineanos, incluso a los más modestos, los cameruneses ocupan el primer puesto; y es lógico que la desconfianza hacia ellos sea mayor. Las estafas de referencia son de diferente clase, como cobros sin llevar a cabo obras de construcción en los términos acordados, o realizarlas tan mal que tendrá que rehacerse dentro de poco tiempo, consecuencia de su mala calidad; ficción de ser curanderos para enfermedades aparentemente incurables, o cosas así, mientras que el presunto estafador desaparece de la vista del perjudicado una vez consumada la estafa. Ellos se benefician, por lo demás, de un factor que calificaríamos de connatural al ecuatoguieano en general: nuestra extrema credulidad en el extranjero, actitud que trasciende al ámbio de la política.
De todos modos, ¿hemos afirmado con ello que la mayoría de los cameruneses son estafadores?; ¿o que lo son los residentes en Guinea Ecuatorial de esa nacionalidad? En absoluto, sino que la mayoría de los estafadores extranjeros a los ecuatoguineanos son cameruneses, siendo las mujeres sus principales víctimas.
En fin, con tantas bandas de delincuencia organizada, extranjeros necesitados de dinero contratados para la ejecución de atracos sin piedad, y con la implicación directa de la Policía, según se ha descubierto en muchos casos anteriores (como el de los plateados), la paz no puede ser tan reinante como se describe en Guinea Ecuatorial.
En cuanto a la convocatoria al Embajador camerunés, hay que precisar dos cosas: que la competencia de convocar a un Jefe de Misión acreditado para cuestiones de esta naturaleza –como presentarle una queja en nombre del Gobierno– es del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, según la práctica diplomática. Y que esta convocatoria no es una llamada a consultas. Esta consiste en la retirada provisional de un Embajador por el Gobierno del Estado acreditante –el Gobierno camerunés, en este caso–, como rechazo o protesta a una decisión, actuación o declaración del Gobierno del Estado receptor o en el que esté acreditado.
El Observador