Se aproxima el año nuevo. El Gobierno de PDGE sigue sin preocuparse por el desempleo de los ecuatoguineanos en el país mientras va regalando en cada barrios a los ciudadanos una merma de un medio kilo de chicharro, un trozo de muslo, un vaso de aceite de oliva, un vaso de arroz, etc. para tratar otra vez de confundirlos y calmarles. En esta ocasión los millones en los sobres no ha ganado espacio, tampoco la carne de cebú aparece dentro de la ofrenda. Ni el pintado de las carreteras y de los badenes. Señal de que efectivamente las cosas van a ir a peor.
No se nota tanto en el país un ambiente de festejo del nacimiento del salvador de los fieles oprimidos. Parece ser que los mismos guineanos se van concienciando de que ellos mismos deben encargar de barrer sus propios hogares y no hay necesidad de esperar a un Dios que les ha dado de todo: Celebro, manos, pies, ojos, boca, bosque, ano, petróleo, madera, tierra fértil etc. Lo decimos porque en algunos barrios vemos que los ciudadanos prefieren no coger los productos regalados… Ya no se pelean tanto por ello como antes lo venían haciendo.
Pues actualmente en nuestro país Guinea Ecuatorial, aunque nunca lo hubo, la mayor parte de los ciudadanos no tienen tiempo para pensar en algo transcendental. Cada uno solo se preocupa de buscar, como puede, cómo alimentar a su familia y de sacar adelante su sueño, si es que todavía lo tienen.
Y todo ello porque el país está gobernado por una manipulada, univoco y frágil Gobierno vicioso de mano de hierro que no ha sabido ni sabe llegar al sufrido pueblo que gobierna. Únicamente, por su caracterizada mala fe que expresan los hachos mismos, le importa solo el bienestar de su propia familia y la de sus más allegados.
La mayor parte de las jóvenes y jóvenes en Guinea tiene un futuro dudoso. O sea, que la juventud ecuatoguineana no tiene futuro propio porque lo único que pone el sistema a su alcance es venderle, premeditado todo, proyectos de un futuro dañino lleno de confusión, enseñarles a mentir, a robar al propio estado como Ley… Una vida miserable y minada de baratijas. Si uno o una no disponen de medios suficientes como para adquirir con facilidad tales productos, el de a su lado se lo ofrece; incluso sin nada a cambio. Todos estos métodos se han creado con un único fin; que es el de hundir el país.
A día de hoy el precio de las bebidas alcohólicas ha bajado y el consumo del alcohol ha disparado. Sin embargo, el precio de la comida, medicamento, etc. ha disparado y casa vez el acceso a tales productos de primera necesidad se hace difícil para los más vulnerables.
Hemos percatado de que la voz de la Primera Dama de la Nación, Dña. Constancia Mangue de Obiang, es Ley. Lo decimos porque hace unos meses atrás ella ordena y prohíbe a que todos los senegaleses y malienses que en sus abacerías, aparte de vender zumos, galletas, caramelos… también vendían pescado y carne, que nadie volviera a vender más tales artículos (costillas, muslo de pollo, gallina, etc.) con el pretexto de que las mujeres guineanas que venden idénticos productos en los mercados ya no vendían; resaltar que los productos congelados que venden las mujeres guineanas en los mercados están expuestos al sol, polvo, moscas, etc. siendo que en las abacerías están más protegidos en los congeladores.
Y si tal es el caso de que las nativas ya no venden, tenemos también a los chinos, invadidos en toda la ciudad, quienes aparte de vender de todo, hasta invadiendo los bosques para cultivar, cortar nuestras maderas y preparar muebles, se encargan también de vendernos los pescados extraídos de nuestras propias mares a un precio abusivo (negocio de la misma Constancia Mangue de Obiang). Pues bien, ¿Qué pasa con las mujeres que también venden pescados, por ejemplo, al lado del Centro Cultural Francés de Malabo?
Ante la actual precaria situación de desempleo y de hambre en el país los padres y los jóvenes, muchos de ellos ya padres de familia, desesperados de haber perdido sus empleos y por no encontrar otra cosa que hacer para sacar adelante a su familia, se abalanzan sobre lo ajeno para luego el Estado calificarles como los peores delincuentes del mundo entero. Sin embargo, hay Ministros, Directores Generales, Secretarios del Estado, etc. en toda Guinea Ecuatorial que sus mejores trabajos es el de saquear al Estado, haciéndose con lo que pertenece a todos suyos. A éstos, las autoridades del Ministerio de Información, de la Radio y Televisión o de prensa en general, no se les ve ni son embargados sus bienes construidos con tales dineros robados al País porque son, la mayoría de ellas, personas del entorno del Presidente de la República o el de su esposa. Que conste que no tratamos de defender a los delincuentes.
El Gobierno, quien ha creado todo el desbarajuste que se vive actualmente en el país de los agraciados, en vez de que procure hacer frente intelectualmente al tema, lo único que sabe hacer es autorizar a los medios de comunicación estatal para que expongan en la televisión las caras de estos jóvenes caídos en la desgracia provocada como si fuesen ello los peores delincuentes de todo el mundo. Creemos que ante una situación tan delicada como la que toca vivir a los Guineanos los miembros del Gobierno, empezado por el mismo Presidente de la República, deben hacerse esta pregunta, ¿Qué es lo que hemos hecho mal con la dirección de este país y con los bienes del mismo? Y no tratar de fastidiar a nadie vendiendo mal su imagen, a pesar de que son solo víctimas de la despótica gestión de los propios prohombres del régimen que han pasado toda la vida saqueando los bienes del Estado para enriquecerse solos.
En fin, aquí hay mucho hombre, miseria y sufrimiento. Y el escenario apunta que todo irá a peor. No obstante, estos fenómenos son provocados por el mismo sistema dominante en el país, para cicatrizar la mente de toda la ciudadanía e impedir a que no den un paso seguro. A no pensar, sobre todo, en cómo alimentar sus celebro y estar secuestrados en buscar cada uno cómo dar de comer a su familia sin preocuparse en dirigir sus medios.
EL HAZAÑA AZUL.