La liberación de Meriam Yehya Ibrahim, cristiana sudanesa condenada a recibir latigazos por “adulterio” y morir en la horca por “apostasía”, es unpaso en la buena dirección para reparar la terrible injusticia que se le ha hecho.
Meriam ha salido de la cárcel de mujeres de Omdurman tras ser declarada inocente de ambos cargos por un tribunal de apelación. Ahora está con su esposo y sus dos hijos.
“El fallo de hoy es un tímido avance para reparar la injusticia que se le ha hecho a Meriam –ha dicho Sarah Jackson, directora adjunta del Programa Regional de Amnistía Internacional para África–. Sin embargo, Meriam no tenía que haber sido procesada. Fue condenada a muerte cuando estaba embarazada de ocho meses por algo que no debería considerarse delito. Además, el trato abominable que ha sufrido, incluida la imposición de grilletes, vulnera las disposiciones del derecho internacional de los derechos humanos contra los malos tratos”.
El caso de Meriam concitó la acción de más de un millón de simpatizantes de Amnistía Internacional para pedir su liberación inmediata e incondicional. Sólo en España reunimos casi 90.000 firmas que fueron enviadas al gobierno de Sudán.
“Amnistía Internacional desea rendir homenaje a todas las personas que participaron en esta demostración de apoyo multitudinaria –ha dicho Sarah Jackson–. Sus cartas demostraron a las autoridades sudanesas que en todo el mundo hay gente indignada por la terrible experiencia de Meriam”.
“Amnistía Internacional seguirá pidiendo a las autoridades sudanesas que revoquen las disposiciones que tipifican como delitos la apostasía y el adulterio, para que nadie más en Sudán tenga que soportar lo vivido por Meriam, y que declaren una moratoria de las ejecuciones como primer paso hacia la abolición de la pena de muerte”.
Fuente: es.amnesty.org