¡¡ Ya tenemos tractor pa trabar la tierra!!
Frente a este panorama, las organizaciones campesinas y de productores agrícolas deberían proponer una alternativa: la soberanía alimentaria.
La soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos y de los países a definir las políticas agropecuarias y de producción de alimentos, organizando la producción y el consumo de alimentos de acuerdo con sus necesidades y dando prioridad a la producción y al consumo local.
Las soberanía alimentaria promueve la devolución, a cada pueblo y nación, del control sobre los alimentos que produce y consume; la recuperación de todas las herramientas jurídicas, técnicas y políticas, que necesite para ello, y su aplicación eficaz en ámbitos locales, nacionales, o regionales, que es donde se debe dirigir la producción de alimentos, por considerarse una cuestión de seguridad e independencia nacional.
En consecuencia, la soberanía alimentaria significa priorizar la producción agrícola local para alimentar a la población; el acceso de los agricultores y de los “sin tierra” a la tierra, al agua, a las semillas y al crédito; el derecho de los agricultores a producir alimentos, y el derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y cómo y quién se lo produce.
También significa el derecho de los países a protegerse de las importaciones agrícolas y alimentarias, como las de un determinado centro comercial hispano- ecuatoguineano que importa desde España restos de huesos de los mataderos Españoles, más los productos congelados como pescado, pollo, yogures caducados y sin ningún control sanitario.
Somos quienes hemos de tomar las decisiones relacionadas con la política alimentaria y debemos ser quienes decidan qué y cómo producir nuestros alimentos para no seguir estando sometidos a los ABUSOS de determinados centros comerciales de nuestro país Guinea Ecuatorial,
Biyang