Punta Europa Aviación bajo sospecha de encabezar una red de migración irregular desde Guinea Ecuatorial hacia España

Punta Europa Aviación bajo sospecha de encabezar una red de migración irregular desde Guinea Ecuatorial hacia España

José Luis García Lazo, vicepresidente del Consejo de Administración y accionista del 25 % de Punta Europa Aviación SA, habría grabado en secreto más de un centenar de audios a sus propios socios. El contenido de esas grabaciones, a las que ha tenido acceso Diario Rombe, revela el funcionamiento interno de una estructura empresarial presuntamente utilizada para facilitar la llegada masiva a España de personas indocumentadas procedentes de Guinea Ecuatorial.

La empresa, constituida el 3 de noviembre de 2020 con un capital social de 10 millones de francos CFA, actúa de facto como pantalla legal: una agencia de viajes que simula ser una aerolínea comercial, aunque nunca obtuvo el Certificado de Operador Aéreo (AOC) exigido por la autoridad aeronáutica. Desde su creación, la compañía ha estado controlada por figuras estrechamente vinculadas al círculo familiar del poder en Guinea Ecuatorial. Entre ellas destaca María Cristina Mikue Obiang Nchama y su marido, Alejandro Envoro Ovono, figura clave en las operaciones de la empresa, y su cuñada, Irene Ndong Nguba, jefa de ventas y socia con el 10 % de participación. 

Según fuentes confidenciales que han entregado los audios y documentos a Diario Rombe, las grabaciones de García Lazo comenzaron en 2021. “Solo él sabe por qué decidió grabar a sus socios, pero basta con escuchar el contenido para entenderlo”, afirma una fuente protegida. El material destapa conversaciones que vinculan directamente a los responsables de Punta Europa Aviación con la venta de billetes de avión a personas que utilizan documentación presuntamente falsificada o usurpada, con destino final en territorio Schengen.

Una ruta encubierta de tráfico de personas disfrazada de actividad comercial

Desde 2021, la Policía Nacional española viene detectando la llegada continua al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas de ciudadanos sin visado ni documentación válida, pero con billetes emitidos por agencias asociadas a vuelos desde Guinea Ecuatorial, operados por compañías como Plus Ultra. Estas personas —de nacionalidades tan diversas como camerunesa, congoleña, india, pakistaní o ceilandesa— figuran en informes policiales por portar pasaportes algunos auténticos y otros supuestamente falsificados cuyo uso sería fraudulento.

La cuestión clave que investigan las autoridades es cómo acceden estas personas a billetes de avión si carecen de documentación legal. La respuesta, hasta ahora opaca, empieza a esclarecerse con los documentos y grabaciones filtradas a este medio. Las pruebas apuntan a que la emisión de billetes se realiza desde dentro de la estructura de Punta Europa Aviación, con pleno conocimiento de la naturaleza ilegal de los documentos presentados por los viajeros desde Malabo.

Este escándalo amenaza con sacudir no solo a los responsables de la empresa, sino a todo el ecosistema político y económico que la sostiene, y cuya impunidad ha permitido, una vez más, que el territorio guineano sea convertido en plataforma para actividades que rozan —o cruzan— la línea delictiva internacional.

Red de vuelos irregulares, pasaportes usurpados y menores sin protección: el escándalo aéreo que desborda a Punta Europa Aviación

“Los justos mueren por los pecadores. Aquí (refiriéndose a España), Punta Europa no tiene ningún problema, pero está pagando el daño que ha hecho Ceiba. Y Ceiba, al ser compañía nacional, ha manchado la imagen de la aviación de Guinea en España”, afirma María Cristina Mikue Obiang Nchama, socia fundadora de Punta Europa Aviación, en una conversación grabada con su socio José Luis García Lazo.

Con estas palabras, María Cristina pretende desligar a su agencia de viajes del cúmulo de irregularidades detectadas por las autoridades españolas en vuelos procedentes de Guinea Ecuatorial. Pero las pruebas, testimonios y documentos obtenidos por Diario Rombe dibujan un escenario muy distinto: una operativa aérea marcada por la venta de billetes a personas indocumentadas, uso sistemático de pasaportes usurpados y el embarque de menores sin acompañamiento legal, todo bajo la fachada de una supuesta actividad turística.

Entre el 20 de julio y el 13 de septiembre de 2021, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Córdoba (Grupo II de UCRIF) envió requerimientos oficiales a Wamos Air —aerolínea española especializada en vuelos chárter, con la que Punta Europa inició sus operaciones— y a Summerwind GSA, empresa intermediaria encargada de comercializar los vuelos chárter de Plus Ultra Líneas Aéreas hacia Guinea Ecuatorial. Las autoridades exigieron el envío de toda la documentación relativa a más de una veintena de pasajeros indocumentados que habían aterrizado en el aeropuerto de Barajas en vuelos contratados por Punta Europa Aviación SA.

Los requerimientos incluían información sobre recibos de pago, identidad de la persona que compró los billetes, canal de venta y demás datos asociados a las transacciones. En el caso de Summerwind GSA, la atención era especialmente significativa, ya que la empresa gestiona el sistema de reservas Wordticket, empleado para la venta de billetes de Punta Europa. Aunque Summerwind solo dispone de un cupo limitado de billetes por vuelo, es Plus Ultra Líneas Aéreas quien opera finalmente la frecuencia aérea entre Malabo y Madrid.

Según documentos oficiales de inadmisión en frontera obtenidos por Diario Rombe, la Policía Nacional española sospecha que varios pasajeros utilizan pasaportes de Guinea Ecuatorial que no les pertenecen o han adoptado identidades falsas. En dichos documentos, aparece la nacionalidad guineoecuatoriana del pasajero seguida de la palabra “USURPACIÓN” entre paréntesis, lo que indica que no solo carecían de un documento de viaje válido, sino que habrían intentado entrar en España con documentación falsificada o robada.

Lo más alarmante es que varios de esos pasajeros, con nombres típicamente ecuatoguineanos como Mbang, Akane, Boho Camo, Engono, Ondo Mitogo o Sales Iyang, portaban pasaportes emitidos en países como Egipto, Seychelles o Vanuatu. Otros, con nombres africanos, también viajaban con documentación originaria de terceros países sin conexión directa con su nacionalidad real. Para las autoridades, esto sugiere la posible existencia de una red organizada dedicada al tráfico de personas, migración irregular y suplantación de identidad. Aunque la usurpación de documentación puede acarrear consecuencias penales, en la mayoría de los casos los pasajeros son simplemente devueltos a su punto de origen o trasladados a un tercer país que acepte su acogida. Los costes de manutención, transporte y atención corren a cargo de Plus Ultra Líneas Aéreas, la compañía contratada por Punta Europa Aviación SA.

Las irregularidades han llevado a Plus Ultra a iniciar una auditoría interna dirigida a Walterio Dougan Dick (alias Nick), jefe de escala de Punta Europa Aviación en el aeropuerto de Malabo. En dicha auditoría se detectó una grave No Conformidad (NC #154.21) en el área de Facturación y Embarque. Según el informe, se estaban facturando pasajeros que no se presentaban físicamente en el aeropuerto, y sin la presencia de un agente autorizado que verificara su documentación o seguridad del equipaje. Además, el personal que realizaba estas acciones no estaba autorizado por la aerolínea, contraviniendo la Instrucción SA-11, Capítulo 3.2 del Programa Nacional de Seguridad (PNS), que exige que la facturación se realice exclusivamente con el pasajero presente o con un representante legal debidamente acreditado.

A este hallazgo se suma un correo interno dirigido a Walterio Dougan Dick y Constancia Matala Mosanga, que confirma otra práctica altamente irregular. En febrero de 2025, una menor camerunesa de 14 años fue embarcada sola en un vuelo entre Malabo y Madrid, sin acompañante adulto ni el obligatorio servicio de menores no acompañados (UMNR). Tras detectar la anomalía, la Policía española solicitó urgentemente los datos de contacto vinculados a la reserva. Este caso no es aislado: se enmarca en un patrón repetido en el que menores, muchos procedentes de Guinea Ecuatorial, son enviados en vuelos internacionales sin ninguna garantía de protección ni supervisión legal.

En próximas entregas, Diario Rombe revelará cómo algunos agentes de ventas en Malabo estarían manipulando el sistema de reservas Wordticket para permitir que menores viajen sin acompañamiento, violando todos los protocolos de seguridad aérea y de protección internacional de la infancia.

Los rostros detrás del negocio sucio de los billetes para indocumentados

Los audios filtrados a Diario Rombe no solo evidencian cómo Punta Europa Aviación S.A. ha facilitado durante años la venta de billetes de avión a personas sin documentación válida para entrar en Europa. También revelan algo aún más grave: la existencia de una estructura de poder que permite, encubre y protege esta actividad ilícita. Bajo la apariencia de una agencia de viajes convencional, la compañía opera desde territorio guineano con total impunidad, a la vista de unas autoridades que han renunciado —por desinterés, complicidad o conveniencia— a ejercer cualquier tipo de control efectivo.

La empresa está dirigida por figuras vinculadas al núcleo duro del régimen, entre ellos Alejandro Envoro Ovono, un poderoso empresario natural de Mongomo, epicentro del poder político y bastión del clan presidencial. Su relación con la élite gobernante no es accidental: Envoro forma parte de un sistema donde la lealtad al poder garantiza acceso a recursos públicos, impunidad judicial y blindaje institucional. Su participación en Punta Europa Aviación no solo es un dato societario, sino un indicio directo de protección política al más alto nivel.

En este contexto, resulta imposible no señalar la responsabilidad del actual Vicepresidente de la República y encargado de la Seguridad Nacional, Teodoro Nguema Obiang Mangue. Pese a su cargo y a las crecientes alertas internacionales sobre tráfico de personas, falsificación documental y violaciones de normativa migratoria, Punta Europa Aviación ha seguido operando con absoluta normalidad desde suelo guineano. ¿Cómo es posible que se vendan billetes a menores no acompañados y a pasajeros con identidades usurpadas, sin que ningún órgano del Estado lo impida?
La respuesta es tan evidente como alarmante: porque quienes deberían combatir estas prácticas son los mismos que las toleran, se benefician de ellas o las encubren.

Los audios obtenidos por Diario Rombe refuerzan esta tesis. En ellos, María Cristina Mikue Obiang Nchama, socia fundadora de la empresa, confirma con cinismo que está al tanto de las actividades ilegales de su socia, Irene Ndong Nguba. Según relata Mikue, un ciudadano camerunés compraba billetes directamente a Ndong, quien se hacía pasar por una agencia de viajes legal, aunque en realidad colocaba pasajes a personas sin papeles para ingresar en territorio Schengen.

En una conversación con José Luis García Lazo, también socio de la empresa, Mikue explica que llegó a reprochar a Irene su forma de operar, pero que esta le respondió con total desparpajo: Esos billetes se tienen que vender.” A lo que Mikue añadió, anticipando el conflicto: “Ese va a ser el problema que vamos a tener con Irene.” Pero la gravedad de la situación no termina ahí. En otro fragmento del audio, es la propia Irene Ndong quien plantea cómo actuar cuando los pasajeros indocumentados son interceptados por la Policía: sugiere contratar un abogado que se haga cargo de ellos directamente en la comisaría, como si se tratara de una gestión rutinaria y no de un delito con implicaciones transnacionales.

Estas grabaciones confirman que detrás de la fachada corporativa de Punta Europa Aviación se esconde una red estructurada y plenamente consciente de su actividad delictiva. Mikue e Irene no son intermediarias ingenuas: son autoras, organizadoras y beneficiarias de una operativa que vulnera leyes internacionales de migración, seguridad aérea y protección infantil. Todo esto ocurre con el consentimiento pasivo de las autoridades guineanas, que ni controlan las emisiones de billetes ni fiscalizan las operaciones aeroportuarias, y que nunca han exigido responsabilidades a los implicados. Mientras los ciudadanos sin recursos son perseguidos por moverse sin visado, desde Malabo se vende —a plena luz del día— el privilegio de migrar irregularmente en vuelos chárter, siempre que se pague al clan correcto.


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