La oposición pide que el fiscal anticorrupción abra una investigación para conocer lo ocurrido en Brasil

• Además, vuelven a exigir la disolución inmediata del Gobierno de Guinea Ecuatorial

Unión de Centro Derecha (UCD) y Convergencia para la Democracia Social (CPDS) han dicho basta. Tras los hechos acontecidos en el viaje a Brasil del vicepresidente Teodoro Nguema Obiang Mangue, ambos partidos de la oposición decidieron ayer compartir un comunicado urgente en el que reflejan su disconformidad con el gobierno de Guinea Ecuatorial.

En él, comienzan manifestando su preocupación por la alta frecuencia de casos de corrupción en el Gobierno que los medios de comunicación están sacando a la luz en los últimos años. Y no dudan en asegurar que, como ya denunciaron en la VI Mesa de Diálogo del pasado mes de julio, los guineanos “nos encontramos ante un Gobierno que está dispuesto a conducir al país al abismo y al caos”.

Por todo ello, exigen la disolución inmediata del Gobierno del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial y la formación de otro de Salvación Nacional que haga frente a la situación de pobreza que viven muchos de los ciudadanos, incapaces de hacer frente a sus gastos más básicos. Este nuevo equipo de gobierno, afirman “debe hacer una verdadera transición política y organizar elecciones plurales, libres, democráticas y transparentes”.

Del mismo modo, tanto UCD como CPDS instan al fiscal anticorrupción a abrir con carácter urgente una investigación que sirva para esclarecer los hechos ocurridos en Brasil; y en el caso de que fuera necesario, le anima a emprender las acciones legales que sean necesarias.

El vicepresidente volvió el domingo de Brasil

Como ya informó este periódico en su momento, el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue fue retenido el pasado viernes 14 de septiembre por intentar introducir en Brasil grandes cantidades de dinero y joyas.

Las autoridades aduaneras incautaron 1,5 millones de dólares en efectivo y relojes de lujo valorados en 15 millones. En total fueron 16,5 millones de dólares, una cifra muy superior a los 10.000 reales (unos 2.400 dólares) que las leyes brasileñas permiten llevar consigo cuando se entra en el país.

Según el canal brasileño TV Globo, a pesar de utilizar un avión oficial, la delegación se encontraba en un viaje privado, por lo que solo Obiang tenía inmunidad diplomática. Por ello, a los miembros que le acompañaban les registraron el equipaje en la aduana y les sometieron a un interrogatorio, mientras que él esperaba en un automóvil al lado del aeropuerto.

Finalmente, el vicepresidente regresó a Guinea Ecuatorial el domingo.

No es la primera vez que el hijo del dictador se enfrenta a la justicia por motivos económicos. En octubre del 2017 fue condenado a tres años de prisión condicional en Francia por blanquear fondos públicos que posteriormente utilizaba para costear su alto tren de vida.