Hace unos días, Diario Rombe recibió en exclusiva una imagen que revela la presencia de 100 tropas rusas en Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. Estas tropas, que podrían pertenecer al Grupo Wagner, han llegado para asegurar la transición del poder a favor de Teodoro Nguema Obiang Mangue. Según la fuente, que ha solicitado anonimato, «se trata de tropas rusas que están ahí para proteger la sucesión». Los mercenarios llegaron a la capital la semana pasada, según ha podido confirmar Diario Rombe. Los mercenarios se mueven por la ciudad en vehículos Toyota sin matrícula, lo que les permite moverse con “discreción” y analizar los puntos estratégicos de la capital. Además, se espera la llegada de otro contingente de mercenarios destinados a la región continental del país.
Teodoro Nguema Obiang Mangue y su madre, Constancia Mangue Nsue Okomo, han presionado durante varios meses al dictador para permitir la presencia de tropas rusas y bielorrusas, debido a su desconfianza en la capacidad de las fuerzas militares guineanas para proteger su sucesión. Aunque inicialmente Obiang Nguema se mostró reacio a permitir estas tropas para evitar conflictos diplomáticos con Estados Unidos, su aliado desde los años 90, finalmente cedió. La imagen exclusiva proporcionada a Diario Rombe muestra claramente la presencia de estos mercenarios cerca de la residencia de Alberto Obiang Lima, hijo del dictador y hermano de Gabriel Mbega Obiang Lima.
Desconfianza y humillación del ejército Guineano
El hijo de Obiang, que ya ejerce el poder de facto, muestra una profunda desconfianza en el ejército guineano. Se han emitido instrucciones para que los militares locales obedezcan ciegamente a los mercenarios extranjeros, relegándolos a meros empleados de estos. Esta situación ha generado un grave malestar entre varios generales, quienes ven cómo su autoridad y poder son cuestionados por los mercenarios.
Algunos consideran que los militares guineanos merecen esta humillación debido a su falta de criterio y temor constante a desplazar del poder a quienes ahora los relegan. La presencia de estas tropas evidencia que Teodorín y su familia materna están dispuestos a consolidar su poder a cualquier precio, incluso si eso implica eliminar físicamente a los críticos. «Si es necesario, ordenarán que lo hagan los mercenarios», advirtió la fuente.
La llegada de mercenarios rusos no solo revela la creciente desesperación de Teodorín, sino que también plantea serias amenazas para la estabilidad del país. La militarización y la represión brutal se están afianzando, con implicaciones alarmantes para la política interna y las relaciones internacionales de Guinea Ecuatorial.
