Las mansiones del Abogado, Senador y tertuliano de Actualidad Presidencial

Ser un estómago agradecido en nuestro país y no es caer sólo en el intento, es una lección que podemos aprender siguiendo el ejemplo de algunos de nuestros compatriotas. Sólo hay que tener en cuenta dos requisitos; Lo primero es pintar todas las obras de tus jefes como correctas, es decir, aunque seas conocedor, cómplice e incluso partícipe de las atrocidades que llevan a cabo tu jefe, siempre debes plantearlo como algo positivo, algo bueno para el pueblo, justificarlo como beneficioso así como hacer que nosotros, los ciudadanos de a pie lo agradezcamos. Da igual que no sepamos a qué debemos dar gracias, lo único que debemos hacer es bajar la cabeza y agradecer lo que sea, hasta su presencia. Lo segundo es tener un precio. Aquella cantidad creciente y constante de dinero que te hará convencerte a ti mismo que formas ya parte de una élite privilegiada, que estás por encima de todos los demás porque evidentemente tú y los tuyos tenéis agua potable, electricidad, pan y hasta trabajo, es decir, vender tu alma aunque sea al mismísimo diablo.

Si esto es sólo el inicio, la permanencia en tu estatus va precedida de un mantenimiento, sí, han leído bien, del mismo modo que se lleva el coche al mecánico para su mantenimiento y correcto funcionamiento, debes mantener también tu nuevo nivel de vida. Es en éste punto donde debemos dejar en el camino la modestia junto a la humildad. Debe ser así porque los conocimientos que se hayan podido adquirir ya se quedaron en el primer punto, lo que es la etapa de iniciación en el famoso clan de los Obiang, su partido PDGE y toda su administración.

Para ese mantenimiento tienes varias opciones. Puedes optar por ser espía, chivato, levantar falsas acusaciones, hacer descansar eternamente a cualquier supuesto “enemigo” de la patria o desestabilizador de la paz, puedes ser un  comercial o transportista de sustancias nocivas para la salud, etc,… pero un mecanismo que no falla nunca, y que además GARANTIZA tu posición a corto plazo, es mostrar en público en un medio de comunicación de tu jefe, la admiración que le tienes. Es lo más parecido a ponerle a tu DIOS varios nombres con sus correspondientes apellidos, en concreto, puedes optar por llamarle un día Teodoro Obiang Nguema y otro día Teodoro Nguema Obiang. Si ya le llamas por los dos nombres en la misma frase tienes ganado el paraíso eterno, donde entre iguales eres superior, y de lo bueno lo mejor.

Los resultados de ésta lección que nos dan lo tenemos en el señor Reginaldo que actualmente no sólo es abogado sino Senador. Es el resultado de un proceso digno de ser mencionado, y uno de los mejores ejemplos de que si seguimos cada uno de éstos pasos, los resultados los tenemos de inmediato y podremos vivir por siempre en un mundo de privilegiados. Pueden ustedes admirar el nivel de vida que alcanza un fiel seguidor, admirador y participante de la dictadura y tiranía de nuestro gobierno.

El señor Reginaldo a parte de su profesión en la jurisprudencia de nuestro país, de su participación en la política de nuestra nación como Senador, también colabora y participa como en el programa de actualidad presidencial, en lo que suponemos le brinda los mejores ingresos económicos con los que jamás pudo soñar. Sostenemos que es donde recibe los mayores frutos de su trabajo porque de todos los letrados que tenemos en nuestro país, pocos conocemos que puedan permitirse la construcción de mansiones de éstas envergaduras, así como asociarse con la población china para emprender sociedades de determinadas envergaduras e incluso de actividad clandestina.

Desconocemos el origen de su fortuna, pero sí conocemos los ingresos que se pueden obtener por la profesión de la abogacía en nuestro país, del mismo modo que sabemos que el salario de Senador no permite tales lujos. Si es en blanco y en botella se supone que es leche, y no precisamente leche en polvo. Por lo tanto, hablamos de crisis en nuestro país, pero dicha crisis es sólo para todos aquellos que no son partidarios, seguidores, aduladores ni participantes del actual gobierno. Son esas personas, los que no tenemos tantos dioses, los que debemos padecer esa crisis sin nada con lo que llevar a la boca de nuestros hijos, los que no tenemos trabajo en castigo por no ceder ante lo inadmisible o inhumano.

Señor Reginaldo, hemos podido escuchar algunas de sus palabras a través de la televisión de su amo. Y si bien es cierto que usted, al igual que todos los que pasáis por las mismas sillas de ese escenario, nunca vais a reconocer un fallo de vuestra administración, también es cierto que viene en vuestro contrato, EN EL VUESTRO, aquellos que en palabra y actos aceptáis. Lo que no es normal es la charla que sueltas para intentar definir algo que por sí no necesita más explicación, es decir, una beca es una ayuda señor letrado, un incentivo que se GANAN los estudiantes sin pagar por ello ni ser despreciados. Una beca es un pago por parte de terceros que puede abarcar una parte o un total de un proceso. ¿Por qué tiene usted que marear lo que está quieto? Podía haber interesado a más personas si nos habla de la corrupción con esas becas, de las falsas promesas, de los derechos que reivindicamos como estudiantes ante la ineptitud del sistema que usted pretende defender. Decir claramente que lo han hecho ustedes mal supondría el final de su desahogada vida actual.

Lo mejor de todo es cuando nos advierte con la frase: “tened cuidado con los antecedentes penales”. Tiene usted razón señor Reginaldo, a pesar de la risa por ignorancia del elemento que le acompañaba en ese plano televisivo, tiene usted razón. Pero siendo usted abogado, ¿Qué delito es el que exactamente cometemos al pedir un derecho reconocido y  recogido en vuestras directrices gubernamentales? Los antecedentes penales se suelen registrar en el momento en el que se comete un delito concreto. Nosotros no sólo no hemos cometido ninguno, sino que además seguiremos exigiendo nuestros derechos de forma pacífica. Esos antecedentes, para el burro de la risa, supondrían nuestro cierre definitivo a determinadas gestiones tanto fuera como dentro de nuestro país, la nula posibilidad de acceder a determinados puestos de trabajo, así como la residencia y posibles viajes según vuestro propio antojo, claro está que todo esto en una nación que RESPETASE LOS DERECHOS HUMANOS, ya no decimos todos los derechos, sino tan solo algunos de ellos.

Porque si nosotros somos detenidos, juzgados y condenados por manifestarnos, créanos cuando le decimos a usted y a todos los suyos, que esos antecedentes penales serán más bien dignos de reconocimiento para abrir paso a una vida digna para nuestros hijos y hermanos, porque en un país donde se sacan contenedores de dinero, se regala millones a los brasileños para luego hablar de crisis, se despiden a nuestros paisanos sin derechos ni prestaciones, no se paga al trabajador y se asesinan a nuestros libres pensadores, ¿Qué valor tienen esos antecedentes penales?, si por pedir nuestros derechos nos amenazan ahora con los antecedentes penales, no queremos estudiar la carrera donde lo hizo usted, porque esa parte se le debió olvidar cuando no define ni sabe definir la palabra DELITO, o simplemente también usted lo vendió.

No es compatible ejercer su profesión en nuestro país y a la vez formar parte del gobierno que usted representa. Es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar, y usted está comprando el dinero demasiado caro.
 

Siga construyendo sus mansiones que nosotros seguiremos pagando la crisis, compre sus bienes pero no venda nuestros sueños, compren su comida que no vendemos nuestro apetito porque no queremos llegar donde está usted, y porque  preferimos NO ser una de las ruedas de ese poder, sino las criaturas que son aplastadas por ellas.

Por: Nuevas Generaciones