Desde el Pico Basilé
Por Jonathan Gil Muñoz
Director de ElGuadarramista.com
La defensa de la biodiversidad de Guinea Ecuatorial sólo será posible con la mejora de las condiciones de vida de los ecuatoguineanos
Aunque no tenía en la agenda hablar de este tema, no me resisto a hacer un breve comentario aquí de una de las intervenciones que protagonizó el biólogo Luis Arranz durante la celebración el año pasado de la Semana de la Biodiversidad de Guinea Ecuatorial. Es cierto que ha transcurrido ya bastante tiempo, pero es ahora cuando lo he podido ver gracias a un video publicado en el canal en Youtube de la ONG conservacionista EcoGuinea. Y es que, aunque esté de acuerdo con casi todo lo que fue apuntado Arranz en su charla, hay algunas cuestiones que desde mi punto de vista no pueden quedar sin su réplica. En especial aquello que dijo de que en Guinea Ecuatorial existe “la paz que no encontramos en otros países de África”, lo que según el biólogo español, hace posible la promoción del ecoturismo ecoatoguineano.
Yo puedo llegar a entender, pero por supuesto no comparto, que cuando se da una conferencia en un país que vive bajo una dictadura es difícil, incómodo, o incluso peligroso decir las verdades en público. Pero esto no excusa de decir las cosas por su nombre, y es que no se debe confundir la paz con la represión que soporta desde hace demasiado tiempo los ecuatoguineanos. A Arranz debería haberle sonado de antemano mal aquello de la “paz” si tenemos en cuenta que él, por ser español, a buen seguro que sabe que durante la dictadura del dictador Franco, los que apoyaban al régimen (incluso hoy se puede escuchar en boca de algunos políticos) recuerdan los “cuarenta años de paz que se vivieron en España” gracias al general golpista. Es por esto que Arranz debería haber elegido mejor sus palabras. Es triste, y mucho, comprobar que un biólogo de la talla internacional de Arranz diga además que Guinea Ecuatorial no sólo vive en tranquilidad, sino que también tiene “estabilidad”. No, la palabra, como ya apuntaba antes, es, señor Arranz, REPRESIÓN.
¿Más represión social?
Esto es lo que más me ha chocado de las palabras que pronunció el biólogo durante la Semana de la Biodiversidad, pero no ha sido lo único que me ha motivado a escribir estas líneas. En este sentido, comentar que estoy de acuerdo con Arranz en que hay que proteger los espacios naturales de Guinea Ecuatorial de forma efectiva, salvaguardándolos de actividades como la caza de primates, que sin duda daña las poblaciones de estos mamíferos. Pero no puedo coincidir, por otra parte, en lo que plantea Arranz, “mano dura” contra aquellos que cazan monos o comen tortugas, por ejemplo. No, en primer lugar hay que realizar una campaña nacional y duradera en el tiempo que incida en la concienciación ambiental de los ecuatoguineanos. Pero antes de eso, mucho antes, hay que dar alternativas económicas a los ecuatoguineanos que cazan esos animales para después venderlos en los mercados. Arranz apuntaba en su intervención que había visto cómo se vendían cuernos de marfil con total impunidad en mercados de Guinea Ecuatorial. ¿Y qué quiere? ¿Pueden los ecuatoguineanos renunciar a los ingresos que les reporta?
El asunto es complicado, mucho, ya lo sabemos, pero muy al contrario de lo que opina Arranz las cosas no se solucionan metiendo más miedo en el cuerpo del que ya se ven obligados a soportar a los ecuatoguineanos. Sin duda que la conservación de la biodiversidad de Guinea Ecuatorial depende de la educación ambiental de sus ciudadanos, pero es como predicar en el desierto si previamente los ecuatoguineanos no tienen la posibilidad de ganarse la vida de una forma diferente a la actual. Y así llegamos de nuevo al asunto del ecoturismo, del que Arranz también habló en su conferencia, pidiendo a las autoridades que pusieran más facilidades a los turistas que quieren visitar Guinea Ecuatorial, obligados en la actualidad a tener una carta de invitación de un residente en el país y el pago de 100$. Parece mentira que Arranz no se haya dado cuenta de que lo último que quiere el régimen de Obiang es que visiten el país extranjeros, por eso lo de las trabas.
Y otra cosa antes de que se me quede en el tintero, señor Arranz, la crisis que se vive todavía en España no es responsabilidad exclusiva de los españoles de a pie. Por favor no esgrima el manido argumento ese que reza que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Desde luego que muchos españoles se han adeudado más de lo que podían pero ha sido el sistema bancario español el que generó esa situación al dar créditos de alto riesgo, no cumpliendo con las exigencias legales para dar créditos e hipotecas marcadas desde el Banco de España.
3 Comments
Es de admirar este ahínco de los Jonathan y su compañía Máximo Muñoz Escribano, de pintar a un país, Guinea Ecuatorial, como el infierno en tierra.
¿A caso Sr. Arranz puede no opinar diferente de vos?
Esto es lo bueno de este mundo, y es la razón por la que hasta la fecha los detractores no han conseguido sus objetivos con este pueblo. Para Jonathan, para Máximo y otros, Guinea Ecuatorial es el infierno en tierra, mientras para Arranz y otros no es cierto esta afirmación, simplemente porque existen problemas por todas partes, hasta en la misma España.
Hace poco leía sobre la tasa de pobreza infantil en España, la evolución de la tasa de riesgo de pobreza por edad y el número de hogares con niños en los que no hay ningún adulto trabajador. Pero al parecer, el único lugar al mundo donde uno debe ir a caza para buscar sustento es Guinea Ecuatorial. Vaya demagogia racial. Según los datos de Save the Children, el 30,5% de niños y niñas españoles viven en hogares con ingresos bajo el umbral de pobreza; 15,7% viven en hogares en situación de pobreza severa; 35,8% viven en riesgo de pobreza o exclusión social. Pero al parecer, Mauricio prefiere ver solo el ojo negro de Guinea Ecuatorial, el único lugar al mundo donde «la gente vive por encima de sus posibilidades».
Y hablando de paz, vamos al 2015 Global Peace Index, y de entre los 10 países menos pacíficos del mundo no aparece Guinea Ecuatorial en dicho grupo. ¿Y por qué demonios, alguien o nadie no debería decir que hay paz en Guinea Ecuatorial?.
Señores Jonathan y Mauricio, no olviden que España ha sufrido ausencia de paz durante muchos años, situación que nunca se ha verificado en Guinea Ecuatorial, pese a incitaciones foráneas como las vuestras. Guinea Ecuatorial es un país africano con un pasado cercano de una colonización atroz seguida de una dictadura real. Con apenas 48 años de existencia como país soberano, y con un pasado tan triste, no ha dejado nunca en buscar su estancia dentro de las demás nacionales libres, sin saltos de canguro y siempre con este deseo de progresar sin lecciones exógenas que nunca lo llevarían a buen puerto.
La biodiversidad en Guinea ecuatorial no es de hoy, de estos años. Los ecuatoguineanos son de esta tierra y saben que solo ellos pueden y deben protegerla. Si un como Sr. Arranz quiere aportar su experiencia bien venga, puede dar sus lecciones, como cualquier otro que quiere hacer lo mismo. Lo que si no es justo es que otra gente como nosotros vengan y que nos insulten, como si en sus casas todo es rosas y champagne. Esto no es digno. Este tipo de personas las veo como aquel Clayton de la película de Tarzan.
De todos modos, el día que España se colocará en el Top 10 de los países más seguros del mundo, Guinea Ecuatorial también subirá en el ranking. Por la sencilla razón de proporcionalidad, porque España es una nación antigua, secular, y habrá superado ciertos obstáculos, hasta desde hace muy poco tiempo; y Guinea Ecuatorial, desde su posición está dando los pasos propicios y con pies en tierra.
Replica tipica de ecuatoguineanos.
» hijo no te compro un regalo por que el vecino no compró uno al suyo «» patético.
Muy de acuerdo con este artículo; una paz verdadera es consecuencia de la administración justa de la justicia, lo cual, no existe en Guinea Ecuatorial.
NO HAY PAZ, SINO REPRESION, MIEDO DE SER TORTURADO, ENCARCELADO SIN JUICIO PREVIO, DE PERDER EL EMPLEO, E INCLUSO DE SER ASESINADO.
Sobre la protección de la biodiversidad. A qué hambriento carnívoro se le convencerá no comer el mono o una tortuga marina si no tiene renta para adquirir lo que sí se debe comer, y si algo de dinero tuviere no hay lugar cercano a él para adquirir la comida?