El caso Bello: La descomposición ética del régimen de Obiang

La degradación social que asfixia a Guinea Ecuatorial ha sido orquestada bajo el régimen militar y corrupto del dictador Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Este sistema ha cruzado todas las líneas de la moral y la ética, hundiendo a la sociedad en una decadencia irreversible. Obiang no solo dirige; encarna las prácticas más viles. Ha establecido un estado de corrupción sistemática y absoluta que ha envenenado el tejido social de una nación atrapada en un ciclo de decadencia. Valores inmorales y una total falta de principios han creado un sistema donde los desalmados y delincuentes prosperan sin control, convirtiendo el crimen y la traición en los pilares del Estado.

Este ambiente de inmoralidad y abuso se refleja en recientes escándalos, como el protagonizado por Baltazar Ebang Engonga Edjo, alias «Bello». Hijo de Baltazar Engonga Edjo, presidente de la CEMAC y sobrino de Obiang, Bello personifica la podredumbre moral de la élite política guineoecuatoriana. Su implicación en videos sexuales, compartidos y repudiados en el continente, expone la falta de ética y la depravación de la clase gobernante. Este escándalo ha desencadenado una crisis sin precedentes dentro del círculo del dictador, desatando tensiones que amenazan con resquebrajar aún más su entorno de poder.

Para contener el escándalo, el régimen intentó bloquear el acceso a los servicios de mensajería como Whatsapp en todo el país, intentando evitar la difusión de nuevos vídeos comprometidos de Bello y sus allegados, pero exponiendo aún más su carácter opresivo y corrupto. Ante la presión popular y la creciente indignación de una ciudadanía que ya no calla, el gobierno se vio obligado a levantar la restricción, mostrando su temor a un estallido social inminente.

Entre las mujeres en estos vídeos, que se han vuelto virales en toda África, figuran las esposas de figuras clave del régimen, como la de Jesús Edu Moto, supervisor de la seguridad presidencial, y de Elpidio Nguema Mba Mangue, director de Protocolo del Vicepresidente. También aparece la segunda esposa de Gabriel Mbaga Eneme Nchama, alias «Thata Mbaga», intocable, eterno subdirector de Gepetrol e hijo de uno de los hermanos del dictador. Thata Mbaga es símbolo del nepotismo desenfrenado que caracteriza al régimen. Este hombre, de fachada discreta, es conocido por sus prácticas cuestionables y su cinismo; quienes le conocen le apodan «NSIMSIM», que significa en Fang “el alma del crimen». Alardea de transportar grandes sumas de dinero en sus viajes a Europa, burlando a los controles de aduana, con un desprecio absoluto por la ley que presume sin reservas en su círculo cercano. La inclusión de su esposa en los vídeos de Bello podría poner en peligro la vida de este último, dada la naturaleza vengativa de Mbaga.

La punta de un iceberg de corrupción y abuso

Los videos de Bello representan apenas un fragmento de los excesos y abusos cometidos por la familia Obiang y su círculo de poder. Este escándalo es solo una muestra de una red de prácticas corruptas y criminales que han destruido la estructura moral y social de Guinea Ecuatorial. Durante años, el régimen ha promovido prácticas atroces como matrimonios con menores, una costumbre que involucra a los allegados más cercanos de Obiang y que ha causado daños irreparables a la sociedad. Estas acciones, respaldadas por la impunidad y el abuso de poder, han marcado a generaciones y reflejan el desprecio absoluto del régimen hacia la dignidad de su pueblo.

La corrupción, las traiciones y el colapso del imperio familiar de Obiang son ahora un reflejo de su propia obra. Su círculo imita sus prácticas corruptas y las amplifica, exponiendo el fracaso de un régimen basado en la explotación y el abuso. Este sistema se tambalea, y ni Obiang ni su séquito escaparán del colapso de una dinastía podrida hasta el núcleo, construida sobre la inmoralidad, la corrupción y el abuso sin límites.

El triunfo de los mediocres

¿Cómo puede Teodoro Obiang, con el escándalo pornográfico que involucra a su propio nieto Baltasar Engonga, pasearse por África como paladín de la moral o defensor del panafricanismo? Desde la independencia, hace cincuenta y seis años, Guinea Ecuatorial ha sido devastada por una «Revolución de la Ignorancia» que ha dado lugar a una generación de mediocres y corruptos. Esta mediocridad ha erosionado la credibilidad de las instituciones públicas, ahora dominadas por clanes que perpetúan políticas medievales y prácticas abusivas, sumiendo al país en una regresión que contradice las aspiraciones de nuestros antepasados.

El triunfo de los mediocres ha expulsado a la excelencia, forzando a los capaces a emigrar o a sucumbir ante una imparable marea gris de incompetencia. Para el bien del país, la familia Obiang debe ser expulsada de Guinea Ecuatorial. Obiang y su PDGE deben ser destruidos y desterrados: no merecen un minuto más en el poder.