Un grupo de empleados cercano al director general de Gepetrol, Antonio Oburu Ondo, creó hace varios meses una red de empresas registradas en Malasia, Sudáfrica y otros países, con el fin de hacerse con parte de los estipendios que la empresa nacional de petróleo de Guinea Ecuatorial paga a sus becarios en el extranjero.
Una de las empresas señaladas es EGSA Logistics Services LTD, fundada y registrada en Sudáfrica el 29 de noviembre del 2012 por Clemente Javier Obiang Nzang y Dia Moustapha, dos leales colaboradores de Rufino Esono Mangue, responsable del departamento de Coordinación de becas de Gepetrol.
Los responsables de la trama justificaron su creación explicando que se había realizado con el fin de poner en marcha un acuerdo comercial entre Guinea Ecuatorial y Sudáfrica en el que ellos serían los intermediarios. Todos son conscientes de que Rufino Esono Mangue tiene un puesto privilegiado en Gepetrol y de que mantiene excelentes relaciones con el director general. Esto les permite tener el control y acceso total a las cuentas bancarias destinadas a financiar la estancia y formación de los becarios en la compañía petrolífera.
La principal función de EGSA es hacerle la vida imposible a los becarios, algo de lo que es consciente la dirección general de Gepetrol. En numerosas ocasiones, los estudiantes han denunciado los hechos, aunque creen que se enfrentan a una trama demasiado poderosa que no tiene ninguna intención de solucionar su situación. Es más, tienen claro que los que se han atrevido a exponer sus quejas se enfrentan al riesgo de perder sus asignaciones económicas. “Retiran las becas a muchos estudiantes para quedarse con los estipendios”, revela uno de los testimonios.
“Al margen de que te hayan quitado la beca oficialmente en Gepetrol, la misma empresa clandestina sigue recibiendo desde Gepetrol el estipendio del estudiante sancionado o expulsado”, aseguran los denunciantes. En varias ocasiones, algunos estudiantes que ya no disfrutaban de las becas seguían apareciendo en las cuentas del Estado como beneficiarios de ellas. Es decir, cada vez que el Estado pagaba las asignaciones, algún dirigente del departamento de Coordinación cobraba el dinero.
El motivo que alegan al gobierno los coordinadores para justificar las numerosas expulsiones de estudiantes es que estos incumplieron el acuerdo firmado, lo que implica la suspensión de becas. Dicho convenio, según el director general, Antonio Oburu Ondo, pretende garantizar la consecución de los resultados que se anuncian en el programa.
Fuentes de Gepetrol que denuncian la trama y exigen la inmediata intervención del gobierno han facilitado a Diario Rombe la lista de los nuevos estudiantes que han perdido sus becas por no cumplir con las exigencias de EGSA de entregar el 60% de sus estipendios. Mientras tanto, el departamento de Coordinación de becas argumenta que los estudiantes dejaron de percibir las becas al haber sido expulsados de sus respectivas universidades, una justificación completamente falsa.
El único objetivo de estas empresas fantasma, dirigidas por leales servidores de Gepetrol, es recibir el dinero de los becarios para luego ingresarlo en las cuentas de los miembros de la petrolera. Se desconoce si existe un acuerdo firmado entre EGSA y GEPETROL, pero lo que sí es seguro es que actualmente se están quedando con el 60% de los ingresos que recibe esta última.
Algunos padres de los alumnos aseguran a este periódico que “nuestros hijos han perdido sus becas, pero siguen cobrando en el banco el dinero que corresponde a los becarios supuestamente expulsados para ingresarlos en sus respectivas cuentas privadas”.
“Hay veces que EGSA no paga a los estudiantes y se inventan problemas con la única intención de quedarse con el dineero, como acaba de suceder con los 12 estudiantes que han perdido sus becas”, afirman los afectados . Nadie puede denunciar a la trama porque según nos dicen “es muy grande y tienen mucho poder. Nos intimidan y dicen que actúan en nombre de Antonio Oburu Ondo”. Según los documentos a los que hemos tenido acceso, parte de los alumnos perderían sus becas por “falsificar documentos oficiales de Gepetrol, por haberse inventado un correo electrónico haciéndose pasar por la compañía, con el fin de obtener fondos de la empresa o por bajo rendimiento”.
Sin embargo, el único delito que habrían cometido los estudiantes becados por Gepetrol, que cursan actualmente sus carreras con la ayuda de sus familias tras haber perdido sus becas, ha sido el haberse negado a renunciar al 60% de sus asignaciones. En su escrito, Antonio Oburu Ondo recuerda a los becarios que está dispuesto a reconsiderar su postura siempre y cuando dichas conductas sean erradicadas. Es decir, según la interpretación de los estudiantes “deberemos colaborar con las pretensiones de EGSA para seguir estudiando como becarios o que nuestras familias se hagan cargo de nosotros”.
Este hecho fue denunciado por Diario Rombe en un artículo publicado el pasado 27 de enero del 2017 en el que se demostraba con pruebas fehacientes las presiones a las que se ven sometidos los estudiantes por parte de los miembros de la organización. Después de que las artimañas que se llevan a cabo en Gepetrol salieran a la luz, la dirección general optó por hacer la vista gorda debido a que, según comentan algunos miembros de la trama “no tienen la capacidad moral para exigirnos responsabilidades”.
Mientras tanto, el PDGE pretende aparentar ante los medios de comunicación que está comprometido con la lucha contra la corrupción instaurada en el país. Para ello, ha presentado una proposición de ley en el Senado con la que se pretende lograr que los fondos públicos sean utilizados para el interés general y no para el beneficio de algunas personas, como viene siendo habitual desde hace décadas en Guinea Ecuatorial.
En las redes sociales muchos usuarios denuncian una falta de credibilidad por parte de las autoridades del régimen a la hora de luchar contra la corrupción. Los ciudadanos se preguntan qué actos corruptivos quieren combatir, si los del gobierno de Obiang Nguema o los de sus familiares y amigos que ocupan importantes cargos en las empresas públicas del Estado, como es el caso de Gepetrol donde cada uno hace y deshace a su antojo.
El primer ministro del Gobierno tiene la obligación de abrir una investigación y exigir explicaciones a la dirección general de Gepetrol, la que debe señalar y destituir a los miembros que se están quedando con parte de los fondos destinados a los becarios.
2 Comments
Ay Rufino, desde Mercasa ya siempre metido en enredos varios, de escasa claridad y buscando el lucro y el dinero rápido y fácil.
¿Cómo quieren que crezca el país si explotan de esa manera a sus estudiantes?