El supuesto presidente: complejos, maneras y formas de pensar

La Economía de la Corrupción de la familia Obiang Nguema Mbasogo
Teodoro Obiang Nguema Mbasoogo y su esposa Constancia Mangue Nsue

La vida tiene eso, innumerables momentos de valor de pena y olvido. La vida tiene eso, dolor, muerte y crueldad. Todo parece ser propiciado por un plan divino, queremos creer que es así, que todo tiene algún tipo de sentido, pero a veces, no hay sentido y lo único que podemos observar sobre todas las cosas es la angustia que provoca nuestra  “hambre”.

Necesidad de alimento, necesidad de llenar vacíos inmensos, bocas que no paran de engullir no sólo carne sino palabras vagas, discursos vagos y enormes cantidades de sin razón.

La sin razón gobierna Guinea Ecuatorial, nuestro nombre, nuestra razón de existencia lucha por esclarecerse, busca por encontrar una línea lógica entre tanta destrucción y oscuridad. ¿Podremos llenar algún día todos estos vacíos? Parecen una condena a muerte, si Dios existe nos condenó por un pecado mayor que el de la manzana de Adán y Eva.

Pero no nos engañemos, si buscamos culpables en el cielo, es que somos ciegos en la tierra. Y  si no somos ciegos no tenemos alma con la perdonar o sentir compasión de nosotros mismos. Nosotros como hijos de los hijos, tuvimos algún destino marcado, un sentido no necesariamente divino simplemente unas responsabilidades y obligaciones que marcaban el principio y el final de cada día.

Encomendarse a esta obligación sana del deber era lo que nos mantenía vivos, y era lo que propiciaba una justicia básica: la del derecho a vivir. Pero eso hoy en día parece haberse perdido, vivir no es un derecho y sobrevivir es una condición normal aceptada la cuál no se puede superar, ni tampoco podemos aspirar a más.

¿Cuándo comenzó esta maldición? Desde el momentos que olvidamos como querernos, como protegernos y como evitar y respetar los límites de lo invisible y temible: en definitiva nuestra responsabilidad de gestionar y conducir nuestras armas (tanto físicas, como morales).

El el señor que dice ser  presidente del país,  dice ser, el que gobierna, el que tiene todas las respuestas y toda la fuerza para rehacer y deshacer lo que nunca nadie ha sido capaz de hacer en este “joven país”: salvarnos y curarnos de las desgracias de esta hambre inmortal.

Sin embargo yo solo veo los aplausos, la búsqueda de rúbricas de grandeza y eslóganes maniqueos que no sirven para tapar y esconder toda la miseria que este país contiene. Por mucho que uno pueda argüir la “pobreza mental”  como justificación, tiene que estar ciego además de no tener alma para no poder reconocer lo ocurre en su alrededor.

Creo que lo ideal sería que nos enfocáramos en su perfil, en su pasado y como a día de hoy nuestro “señor presidente” ha sido y es la persona que nos representa.

Guinea Ecuatorial fue una provincia de ultramar, una provincia española, que tuvo el favor de hermanarse con su madre patria, España. Desde que Guinea y España tomaron contacto iniciaron una relación que sería  para siempre. Sin embargo esta relación guardaba perniciosos objetivos sobre la población ecuatoguineana. La administración española sembró la idea racista y la superioridad de aquellos incultos colonos se impuso. Los indígenas fueron tratados despóticamente y con dureza. El nativo era poco menos que un animal con conciencia de niño. Para ello, desde las simpleza cognitiva del régimen franquista, debían salvar a esa porción de África a y sus habitantes del olvido y reconducirlos a la famosa “civilización” y sus beneficios.

El negro era visto como un animal simple, bueno casi por naturaleza, inocente, y desconocedor de lo bueno y lo malo, había que educarle.

Teodoro Obiang Nguema Mbasoogo y su esposa Constancia Mangue Nsue
Teodoro Obiang Nguema Mbasoogo y su esposa Constancia Mangue Nsue

El peso de la iglesia católica fue enorme, persiguió a los jóvenes formados en las iglesias de origen anglosajón como los presbiterianos y los marginó. La educación fue fundamentalmente católica durante ese periodo. El conocimiento y las manifestaciones autóctonas eran tenidas como símbolos diabólicos. De esta forma los españoles empezaron a renombrar las viejas costumbres de forma despectiva convenciendo al africano que sus manifestaciones no tenían nada que ver con Dios. La puesta en escena singular de estos religiosos que bebían la sangre del salvador  y a la vez comían su carne era tremendamente llamativa a la vez que confusa, contenía en formas u maneras cosas similares a las tradiciones africanas, de esta forma comenzó el engaño.

Sin embargo lo que “el blanco hacia era bueno” mientras las manifestaciones autóctonas era símbolo de ignorancia y de maldad, de descontrol y lascivia. Era una forma directa de tratarnos como animales.

Obiang creció en este ambiente, donde la imagen de un joven niño negro del interior era un símbolo de salvación para las comunidades católicas. Así que iniciamos un enorme esfuerzo por dejar todo aquello que era malo para convertirnos en “buenos.” Dejamos de hablar poco a poco nuestras lenguas, que nunca fueron consideradas como tales según decían los españoles, eran dialectos. De vestir como vestíamos, de bailar como bailábamos y de buscar la justicia en tradiciones satánicas, buscamos justicia en la biblia y en la palabra de los blancos, ellos sabían más que nadie.

Ese niño del bosque que corría descalzo qué podía saber, qué podía hacer. Simplemente siguió los designios de su época para convertirse en bueno. Y tanto eran sus esfuerzos que llegó hasta Zaragoza para convertirse en oficial y general. Porque en la colonia habían dos tipos de autoridades la iglesia y el ejército.  Cuando volvió fue una prueba más de lo acertado que era convivir con el blanco y poder aprender de sus conocimientos.

Vivió en la penumbra durante un tiempo, esperando su oportunidad esperando poder demostrar que él estaba allí. Y finalmente pudo manifestar que él fue “bueno” que fue educado para seguir los propósitos y conocimientos de lo moral defendiendo a su pueblo, según dicen.

Sin embargo aún sigue esforzándose terriblemente por demostrar algo, ¿qué es lo que quiere demostrar? A lo largo de su vida como líder proscrito, si hay algo que marcado la relación de Obiang con su población es la desconfianza. Desconfianza ¿por qué?

Los guineanos hemos sido vaciados de contenido, todo lo que nos representaba era malo, y nuestro conocimiento originario era vulgar, estúpido y no comparable “a la ciencia” de occidente. De esta forma solo quedó nuestra de negación de nosotros mismos: lujuriosos, felices aún con poco, rítmicos, inocentes pero con tendencia a la violencia visceral.

Todas las afirmaciones negativas que circulan en nuestra cabeza son impuestas pero de alguna forma las hemos asumido como propias. Obiang lo sabe, sabe de este mal y su forma de responder con su pueblo es asimilando esto y asumirlo como algo positivo. Todas las negaciones posibles del africano se vanaglorian como fruto de su alegría. La poca capacidad de control de sus instintos se debe a su ignorancia e inocencia y para esto Obiang se ha convertido en el límite con el que no sobrepasar ciertas líneas. Obiang cree que él puede ser “el salvador” porque comprende esta naturaleza lasciva, cruel e inocente y sabe como tratarla: con mano dura.

Pero esa misma afirmación de los bajos instintos “de su población” también le salpica a él. Por eso hace un enorme esfuerzo por parecer lo contrario, un perfecto hombre occidental que comprende los designios de los tiempos. El “cambio de mentalidad” que él profesa es la vergüenza que siente de su propia población, salvajes y poco educados. Mientras él exhibe los trajes de marcas europeas y nunca sería capaz de vestir un traje autóctono haciendo gala de su orgullo de origen.

Eso sí, puede hablar su idioma en público puede hablar fang, pero son de las pocas cosas que se  permite. ¿Cuál es el tipo de africanidad que exhibe Obiang? Su africanidad está marcada por los signos de poder, lo ostentoso y un liderazgo falaz. Presume de la cantidad de hijos que tiene, la cantidad de mujeres que tiene y de haber creado un sistema político que se dice que es un “Ensayo democrático”.

Yo pensaba que la democracia es o no es, pero nunca he oído decir que existe un ensayo como tal. Según dice en su libro “Mi vida por mi pueblo“ explica que la población aún no está preparada para la verdadera democracia y se debe esperar. Pude ser cierto, pero la verdad ninguna democracia es perfecta, y el hecho de no ponerla en práctica con todo el peso que ello implica supone la permanencia de comportamientos ambiguos que dinamitan ese mismo esfuerzo, por lo tanto una mentira para niños.

Obiang muestra su africanidad en estos símbolos, que son los mismos que los misioneros, y occidentales de turno pusieron como ejemplos de lo negativo del africano. Sin embargo el presume de ellos, ¿no será que cómo africano ya solo le queda  positivar todo aquello que conoce como negativo creyendo que de esta forma desafía a occidente?

Es una postura muy parecida a la de jóvenes negros marginados en el gueto del Bronx y otras ciudades. Su falta de conocimiento sobre si mismos deja un lastre enorme de carencia y solo ven el desprecio de la sociedad y los atributos negativos que la sociedad les da. Parten de esta imagen negativa siendo víctimas de un racismo invertido: igual que nuestro “presidente falaz”.

¿Cuál es la prueba más certera de este racismo invertido? La desconfianza. Esta desconfianza no es contra el mismo, él es un iluminado, un valedor de todo lo posible si eres capaz de ser bueno y seguir “al blanco” en sus consejos, formas y maneras. La desconfianza es hacia su propia población. Desde su punto de vista sabiendo que somos inocentes como niños, nuestra forma de actuar puede ser descontrolada tanta para lo bueno como lo malo.

El guineano no puede  ganar mucho dinero en sus salarios, no podemos ostentar mucha responsabilidad en nuestros puestos de trabajo ¿por qué? porque acabaríamos robando, traicionando, nuestros instintos nos controlan y no somos buenos para ello, eso lo aprendió de la iglesia católica. Por ello mantiene esta política férrea, donde los ministros y ministerios no están desarrollados en sus departamentos. Donde establece una serie de línea de recompensas entre clanes familiares y líderes de ciertas comarcas sobornándoles periódicamente. Y donde deja a la población desamparada y sufriendo temiendo que al ser demasiado bueno ellos pueda revelarse algún día con rabia y descontrol. Por eso lo que es fácil encontrar aquí son putas y alcohol, algo de felicidad se merece el guineano. 

Esto no es culpa del presidente, él ya lo dijo en su momento, hay que hacer un cambio de mentalidad. Y el guineano no es capaz de ello, su naturaleza fútil y estúpida es la de un niño.

El presidente no pide mucho, simplemente pide que el guineano se forme, estudie, sea emprendedor, trabaje honestamente, etc. Pide todo esto, sin crear escuelas, hospitales, puestos de trabajo justamente remunerados. Por ello Obiang se rodea de extranjeros, desde el servicio de seguridad y socios europeos en sus numerosos negocios. Es tanta la desconfianza que aún sigue construyendo campamentos militares en cualquier lugar de la geografía del país: el enemigo está dentro y es su propia población.

Sin embargo ¿qué pide Obiang al extranjero? Nada, absolutamente nada. Los extranjeros que vienen de occidente o del Líbano, China, etc tienen ciertos privilegios. El blanco, sobretodo el blanco occidental siempre ha tenido privilegios en África.¿Pero no se abolieron en tiempos de la colonia?, eso creíamos.

El blanco tiene el don de no estar marcado por esta desconfianza, su labor siempre será más tenida en cuenta que la del ciudadano autóctono. Para mal o para bien ellos deben de saber y deben de tener más conocimientos y moralidad que “los negros”: por alguna extraña razón no están marcados por esa marca maldita de la desconfianza, por muy mal que se hayan portado en África. No es así para el extranjero africano, despreciado, humillado y perseguido en Guinea. De ellos tal vez no haya nada que aprender.

El blanco ha matado, robado, violado en África durante siglos, ¿por qué no desconfiamos de su forma de actuar, de sus intenciones? es simple, ellos son buenos por naturaleza sus acciones por muy equivocadas que estén siempre provienen de la bondad. Es el negro el culpable del trato que recibe y recibió, el negro es  el culpable de todo su desprecio “porque aún no somos suficientemente buenos”. La desconfianza sobre nuestra naturaleza ha calado tan hondo que somos incapaces de negarnos esto incluso viendo las miles y miles de pruebas de desprecio y explotación que nos han vejado y humillado. Definitivamente  el discurso del colonizador triunfó.

Sin embargo Obiang tiene palabras acusantes para Occidente en ciertos momentos. Él dice que hay que dejar que África tenga su propio camino, que dejen África vivir y evolucionar a su forma y manera sin que nadie desde el exterior la controle. Qué curioso, la verdad, porque las veces que viene a manifestar estos argumentos es cuando tiene que defenderse de alguna acusación de malversación en el exterior suya o de su familia.

Es como si quisiera decir: “vosotros robasteis y explotasteis África en su momento como europeos. Ahora dejar a nosotros la posición que dejasteis para explotar al africano con el derecho de ser africano.”

Obiang también invita a la comunidad internacional a venir al país de forma amable. Quiere que observen como ha desarrollado el país en estos años. Ha ejercido durante estos años una política de amistades donde todo el mundo sale recompensado. Incluso Lula , Chavez  en su momento y Hugo Morales presumen de la amistad que les une con el presidente de Guinea, tal vez observado como una pieza de museo o reliquia. “Un presidente negro, africano,militar, de un país de habla hispana, que dice que libero a su pueblo de la catástrofe y pobreza”

Todos se lucran de esta “amistad” y la palabra amistad ha venido  a jugar un rol político  de peso en este país dando a entender como el espacio público se ha difuminado con el privado del presidente. Pero no solo eso el país desde sus instituciones, hasta sus empresas converge con los lazos personales del presidente. Se ha convertido en un escenario para potenciar su imagen, su idilio de iluminado y salvador. ¿Pero por qué?

Porque ese niño que corría descalzo en la selva, sigue esforzándose a días de hoy, sigue esforzándose hasta el infinito, eso no se le puede negar a Obiang. A día de hoy el señor presidente, se esfuerza en aprender portugués, habla francés, y quién sabe si ingles. Financia la cadena de noticias Africa24, y reparte millones entre instituciones africanas, las cuales a su vez le premian y condecoran. Tiene buenas intenciones en su haber pero siempre tiene como último referente a la población de Guinea Ecuatorial y sus condiciones.

Lo más importante para este presidente es sentirse aceptado, aceptado por una comunidad internacional y por sus colegas homólogos alrededor del mundo para dejar claro que es el “bueno”. El presidente sigue los designios del buen salvaje, parafraseado por importantes historiadores e intelectuales africanos como Rousseau, Hegel, David Hume. Importantes intelectuales de los cuales poco se ha dicho sobre su desprecio hacia África.  

El sigue creyendo que algo le falta para ser tan bueno como el blanco y estar de igual a igual. Pero parece ser que con el discurso del Horizonte 2020 ha encontrado la forma en que occidente venga a él.

Hasta ahora el discurso del presidente, eran retazos del colonialismo, elementos de moralidad de iglesia católica y del régimen de Franco y simples adaptaciones de algunas tradiciones africanas. Con el discurso del Horizonte 2020 Obiang ha conseguido la atención del resto del planeta, no por solo una cuestión de buenas intenciones, que todos, absolutamente todos los dictadores y asesinos arguyen buenas intenciones para sus acciones.

Ahora se suman americanos, españoles, franceses que hablan por él, y que perfeccionan su discurso animados por el Horizonte 2020. ¿Y qué es este horizonte 2020? Un soborno.

Es el soborno total a la comunidad internacional, para él pueda seguir con su incapacidad al frente del país (o sus hijos); en su soborno para todos esos extranjeros que quieran venir a Guinea a trabajar y ganar dinero, a través de contratos suculentos; es un soborno a la población pero este último soborno es el que menos importa: casas, putas, alcohol y algo de trabajo es lo que ha prometido el presidente a sus ciudadanos, más de lo mismo.

De esta forma todos sobornados, mirando con ilusión y alegría al presidente le aplauden y le llaman líder, o salvador. Obiang necesita tanto, tanto para olvidar de donde viene, para olvidar sus complejos, los complejos  de un joven que vivió en el bosque tropical, descalzo y en una casa de nipa. Utiliza todo un pueblo, todo un país para sentirse, útil, para sentir que no tiene esa marca maldita que sacude a África, que él es bueno y no es un animal. Ha convencido a todo el mundo incluso a su población de que si el no estuviera las cosas serían peores. Ha agotado un tiempo precioso en el que podríamos a haber subsanado muchos problemas del pasado.

No está haciendo nada para poner a Guinea en el mapa, ni siquiera a África, quiere que su nombre suene por encima de los Mandelas, Nkrumas, etc y sentirse el mejor de los mejores, una ambición desmedida solo para su ego.

Pero yo no le culpo, desde el punto de vista del colonizador la población de Guinea son animales no tienen conciencia, no saben lo que es bueno ni lo que es malo y la única forma de tratarles es con la misma dureza con la que se trata a un animal, castigándole y premiándole en contadas ocasiones, solo así obtienes su fidelidad.

Yo no puedo odiar a Obiang, seguramente hay muchos como él, esperando su momento para tomar la ventaja y estar en la silla. Y una vez allí vanagloriarse de su grandeza, y marcar la diferencia con el resto a través de la desconfianza, nuestra marca maldita. De esta manera todos somos víctimas, incluido él pero también, todos somos culpables. Lo que si es cierto es que el tiempo que vivimos hoy en Guinea Ecuatorial no es la colonia de hace 50 años, ni la dictadura de Macias, son los tiempos que están marcados por la figura de este presidente y las consecuencias de lo que somos y vivimos se deben no a su voluntad, sino a su falta de capacidad, porque él no es capaz de hacer que las condiciones de este  país mejoren. Él es la mayor prueba, y el mejor ejemplo de lo que la colonización quería de nosotros: ser viles servidores del blanco y ser crueles y desconsiderados con el negro con la excusa de la modernidad. “House Nigger”

«Quiero aclarar que el hecho de que llame al señor Teodoro Obiang Nguema, presidente no tiene nada que ver con sus verdaderas atribuciones dentro del marco legal y constitucional de Guinea. El señor en cuestión no es presidente, no es nada, es un ciudadano ecuatoguineano sujeto a los mismos derechos y obligaciones que cualquier ciudadano ecuatoguineano.

El hecho de que se le llame Presidente de Guinea Ecuatorial se debe a la manipulación, usurpación uso de medios coercitivos y mafiosos para mantenerse y secuestrar la voluntad popular. Lo cual pagará algún día por ello»

Por: Vargas

5 Comments

  1. Hace tiempo que vengo comentando a mis cercanos y conocidos cómo Obiang, con sus actitudes, con lo que dice y con lo que calla, se destapa como un HOUSE NIGGER como dice el artículo. Y eso es una desgracia para él, para su familia, para el país, para el continente africano y para la raza negra. Me explico: Todas las personas tenemos complejos, en mayor o menor medida, supongo que es algo humano, parte de nuestra historia reflejada en el presente. Obiang, a sus ojos, se ve REALMENTE a sí mismo como alguien inferior a los colonizadores, a los blancos, a los europeos, a los occidentales porque así le educaron ellos y como no ha tenido ninguna formación a parte de esa, ni le ha interesado, no ha podido quitarse eso de su cerebro ni de su alma. Ya trataba de impresionarles y que le viesen como uno «casi como ellos» en sus tiempos de «monitor» en el colegio LaSalle, aplicando dureza sobre sus propios compañeros, como haría un colono… o realmente peor. Nada ha cambiado. Bueno, si. Con el petróleo y los petrodólares Obiang pensó que si vestía como ellos, sería como ellos, que si compraba los mismos coches o aviones, sería como ellos, que si tenía grandes cuentas en sus bancos (de ellos) y grandes casas en sus países (de ellos), sería como ellos. Y eso es precisamente el NEOCOLONIALISMO, Sr. maldito PF, porque ese dinero con el compras todo eso NO ES TUYO, ES DE GUINEA ECUATORIAL y se lo estás entregando directamente a ellos para tratar de comprar algo que ni puedes, ni debes comprar: LA BENDICIÓN DE TU PAPA COLONO. Y menos con el dinero de Guinea. Porque todo eso se lo quedarán esos y mientras tú vas por ahí tratando de presumir o de ir de listo… ELLOS HACEN DINERO, que es lo que les interesa Y SE RÍEN DE TÍ, pero el problema es que al reirse de tí, SE RÍEN TAMBIÉN DE NOSOTROS, guineanos, africanos, negros. OBIANG NOS DEJA EN MAL LUGAR A TODOS. Conozco bien la cultura occidental, he vivido muchos años en Europa, para bien o para mal, y para ellos es muy importante saber que hay un presidente estúpido en un pequeño pero rico país africano que defiende SUS intereses (de ellos) como si ellos mismos estuvieran aquí, oprimiendo a la población, dificultando la salud, dando un nivel bajo de formación y educación y usurpándoles el AMOR PROPIO. Ese es el sueño neocolonialista/capitalista. Porque ellos no sólo no se están manchándose las manos mientras las cuentas de sus países y las suyas propias siguen engordando, sino que además se les observa en el país e internacionalmente como que la solución pasase por ellos, por la comunidad internacional. Además tener el papel de últimos beneficiarios, también son héroes. Y todo gracias a este hombre acomplejado, con una necesidad imperial de ser aceptado por aquél que le ve con malos ojos, como un ser inferior. ¿os suena de algo? eso es lo que ha inculcado a los pueblos de guinea, fangs, bubis, combes, annoboneses, corisqueños, bisios. TODOS LOS QUE COLABORAN CON EL RÉGIMEN LO HACEN POR ESO MISMO. TODOS TRAIDORES A SUS ORÍGENES, A SU PAÍS, A SU CONTINENTE, A SU RAZA… Antes de arder en el infierno, pagaréis en tierra el mal que habeis hecho.

  2. Me ha sorprendido la sensibilidad, lucidez y valentía de una persona joven de origen Guineano y conocedor «in situ» de la realidad a la que está sometida la juventud y el resto de la población Guineana.
    Yo crecí con Obiang en el colegio La Salle y la descripción que hacen de el es verdad. Era nuestro monitor y nos asustaban sus modales rudos y agresivos. Persigió a mi difunto amigo Valentin Abaga, durante media hora para castigarle por haberse librado de un coscorrón o de una bofetada por haberse reído tras decretarse el silencio en la fila. Observé la ira en su rostro y nos asustamos todos. Le llamábamos monitor «Manding», por las facies de su rostro, destacaba por su torpeza al caminar. Duró poco entre nosotros, yo seguí en el colegio y le volví a ver junto a otros monitores y ahora Tenientes graduados en Zaragoza. Pedro Elá, me contó en el año 1969, antes de morir en Madrid, que Teodoro Obiang, podría ser el futuro presidente tras Macias, pero necesita mucha formación todavía, más siendo militar.
    El articulo , me ha traído a la memoria estos recuerdos de viejo Guineano.

  3. Obiang quiere ganar por eso esta violando la constitucion se le tiene que hablar con el mismo tono de hecho tenemoas que votar a gabriel es el origen de la revolucion vida o muerte 24 es el final de guinea ya no queremos mas historia solo tenemos un dia y se hara realidad

  4. Atención opositores el tramposo de Obiang, tiene un plan en estas elecciones: EL ESCRUTINIO NO SE CONTARÁ EN EL LUGAR, LOS MILITARES LO TRASLADARAN EN LA JUNTA ELECTORAL DISTRITAL» ASI QUE SI TENÉIS CABEZA YA TENÉIS QUE EMPEZAR ACTUAR.

  5. Mira, Toda la culpa lo tiene el Diablo papa Obiang Nguema porque:
    1.- Hay una constitución en G.E por lo tanto, debería ser ÉL el primero a respetarla rigurosamente a pie de la letra para dar ejemplo a la población.
    2.- permitir la formación de órganos independientes nacionales a supervisar cualquier tipo de comportamiento indebido a individúos con autoridades de cualquier tipo. Incluído el mismo Diablo papa Obiang Nguema.
    3.- dejar de ser el primer protagonista de cualquier cosa. Egocéntrico. Todo Para mí. Por ejemplo: Quiere ser el primer magistrado, primer futbolista, primer profesor, primer investor, primer padre, primero en acostarse con todas Las mujeres ajenas, entiendes? Y
    4.- Él Como presidente debe estar al frente de todo lo mencionado previamente. No sólo querer ser el líder de la nación sino también tener éste espíritu abierto para dar oportunidades a quiénes las pueden alcanzar sumamente. Ésto, es lo que hace florecer una nación y prosperidad real. No tonterías de PAZ REINANTE de MIERDA!

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