«De padre Jamaicano y de madre norteamericano chino»
LOS NUEVOS AFRICANOS DEL FUTURO
Nacer y ser NEGRO no es problema alguno. Un problema es ser «ver negro» hasta para hacer algo bonito lleno de colores. El mundo al que pertenecemos las razas clasificadas en colorines, es un mundo que ahora está en un momento United Colors of Beneton. Ya no es nada anormal encontrarte a un negro defendiendo la camiseta de un país que hace poco menos de cien años, mataba a millones de personas en cámaras de gas, por ejemplo. Los negros han evolucionado cuando han decidido que no les hace falta tener una representación vistosa en el arco iris. Ni tampoco para el orgullo gay que si bien están ganando terreno y defendiendo valores humanos, elaboraron una bandera de multiples colores sin el color negro. Pero igual, en la comunidad negra hay gays muy guays que saben de que para disfrutar de los placeres del amor, no hace falta salir a bailar medio desnudos en las plazas de las grandes ciudades del mundo. Basta con encontrar al negro, blanco, amarillo, rojo de turno para crear un color elegante. El negro es elegante. Sobre todo cuando es para amar.
No se trata de ponerle colores a los errores. Está demostrado que las mujeres y los hombres que se maquillan, lo hacen para salir bien. Luego quítales el maquillaje, y ellos mismos se ven muy negros. Se trata de que los errores sean simplemente errores, y que por lo tanto, seas del color que seas, sepas encontrarle soluciones llenas de color para que cuando nazcan otros, del color que sean, puedan tener menos dificultades que tú que «nacerás» siempre en un época que en el futuro será tratada como «La mejor época ya que los tiempos pasados fueron los mejores». Eso, los tiempos pasados fueron los mejores. Pero en los tiempos pasados, los negros hicieron mundo desde una posición muy desfavorable. Igual, decidieron que después del puesto 0 mundial, iban a tratar que sus hijos alcancen el puesto que otorga honor a la raza humana cuando se trata de aportar a la humanidad con esfuerzo, tesón, responsabilidad y ganas. Para eso ya no son «tan difíciles los tiempos como para que no sepamos demostrar que saldremos adelante cueste lo que cueste…». Y esa decisión tomada cuando el azote era el castigo, nos ha llevado a ver a Usain Bolt emulando a Jesse Owens, con la quinta marcha puesta, y sobre unos pies de negro experto en salir corriendo para llegar primero a la meta a toda velocidad. Y esa decisión, también nos ha llevado a ver a Obama, hacer honor a un espíritu «mix» que trata de que «Si mi padre decidió hacerse el negro y largarse a vivir como una africano de «VERDAD», mi madre decidió hacer de mi un medio negro con intereses nobles entre mi media raza blanca». Y ahí le tienen al bueno de Obama, dirigiendo el país que da cobijo al Estado de Israel para masacrar a los palestinos. Mientras Coby Bryan mete canastas para Los Ángeles Lakers visto en la tele por gente de todo color, menos por la mayoría de los que a lo mejor son de su «pasado menos televisivo».
Los negros con visión arco iris no lo han tenido fácil, pero han demostrado de que si decides que el mundo funciona gracias al color de piel, entonces acabarás como ahora están los países africanos: confundiendo colores cada vez que hay un problema mundial a gestionar de manera responsable e inteligente.
Eso, que no estamos hoy aquí escribiendo nuestra carta de LOCO para que ustedes nos digan de que decimos cosas sin sentido. A los negros africanos les ha tocado la parte de la historia que retrasa mucho al ser humano, ya que sin comérselo, ni bebérselo, se enzarzan en unas historias decoloradas que arrastran desgracias propiciadas por la irresponsabilidad de sus llamados «líderes vitalicios y endiosados». Hace poco que Africa, la parte negra coloreada por los blancos con colonia y mal olientes de la época, se liberó del «Mal de Picasso». Explico, cuando el que pinta la historia lo hace para «quedar bien cuando la cuenten en el futuro», entonces hace como Picasso, que en lugar de pintar Guernica con un realismo mortuori, pintó Guernica para que esté expuesto por gente con «posibilidades exageradas», y que sólo si eres amante del arte abstracto y de la historia que se encuentra tras esas lineas onduladas y confusas, puedes entender. Si lo tuyo, en cambio, es mirar y decir «Qué bonito», entonces no tienes ni puta idea de pintura y arte del bueno. Y así, en la triste historia de los negros, gentuza como Francisco Franco ordenó pintar a los negros que estuvieron bajo su yugo democrático (¡Hasta les organizó unas elecciones democráticas mientras los blancos no podían hacer otra cosa que ver el NODO en una tele en BLANCO y NEGRO…!). Y la pintura de tipejos como Franco fueron la que mantienen clavados a los negros, al menos los de mi país, creyendo que firmaron el papel de la independencia. Cuando en realidad, firmaron una pintura hecha por uno que no es Picasso (el de verdad…). ¿Al final qué ocurre hoy en día después de haber medio logrado dejar de estar en «Materia Reservada»?. Pues resulta que los que asumieron utilizar la brocha de colores independentista, negros de pura cepa, empezaron a pintar verde donde había que poner azul, marrón donde había que poner rosa, naranja donde había que poner violeta, rojo donde había que poner amarillo. Un quilombo padre lo que están haciendo esos negros que de pintar, entienden lo que yo de política. No se si me explico, pero bueno…
Me explique o no, lo que quiero decir es de que después de los blancos, llegaron los negros con grandes ideales blancos, y grandes dotes de negreros. Ahora, después de que el mundo ha decidido usar las redes sociales para captar bellos colores humanos para llevar a cabo un cambio de manos para usar el pincel y las brochas, al menos en lo que ha políticas se refiere, nos vienen esos negros con ideas de neocolonialismo, con panafricanismo irresponsables, con enemigos externos, mientras que ellos deciden que «Los blancos nos jodieron y quieren seguir jodiéndonos… ¡DEMOS LA BIENVENIDA A LOS AMARILLOS!». Así de sencillo. No debemos, según ellos, pararnos a entrar a ser negros capacitados para asegurarnos que nuestros colores internos sean los que acompañen al resto del mundo a lograr los objetivos que no son otros que dejar de ser las rameras de los que putean cualquier color gestionado por descoloridos líderes infumables y mal nacidos. Ahora nos venden amarillo. Y claro, si desde que salimos de la blancura del látigo siempre teñido de rojo sangre, no pudimos desarrollar nuestra capacidad de gestionar nuestra propia negritud, ni con Senghor y C.H Diop dando clases magistrales de cómo hacerlo sin putear a los otros colores, ¿Cómo nos daremos cuenta de que los que nos venden amarillo son los mismos que hace 50 años nos han estado haciendo trabajar como unos negros para que algunos desde París se queden, por ejemplo, con nuestro guante de un Michael Jackson que fue de negro a blanco sin impedimento alguno?. No, a los «obedientes negros» les venderán el amarillo y ellos, como ya hacen sin rechistar nada nunca, dirán que es mejor que el blanco «Porque lo dice el negro que dicta todo mal». «Los amarillos están llevando a cabo un modelo de desarrollo que masacra al del blanco, y nosotros debemos abrazarnos a ese modelo». Si, totalmente de acuerdo con el planteamiento. Pero debo entender primero una cosita sobre esa afirmación-imposición, si se me permite, claro. ¿Son los mismos amarillos que en plenas calles de nuestras ciudades, en pleno siglo XXI, transportan a sus empleados en mini camionetas como ganado al matadero, que no se mezclan con los nativos, no se esfuerzan en hablar el idioma local, y sus jefes circulan en grandes autos de potencia antes de meterse en un casino a gastarse un pastón, mientras los negros que trabajan para ellos sueñan de noche con hacer un poco de dinero para luego embarcarse en la aventura de Tarifa o Tanger que tantos negros nos cuesta en la mar azul marino, y que cuyas almas, olvidadas se suben al cielo azul claro donde Mahoma y Jehová no le dejan paso a Buda por ser un dios menor?. No me respondan si no quieren. Ese no es un problema para mi.
Pero vamos a ver caballeros y caballeras (respeto la igualdad de género. Los hay también damos y damas…). Bien que no quieran asumir que una dictadura, o un sistema anti pueblo son realmente la lacra que nos quita los colores a todos. Pero que uno no quiera asumir que el color de piel solo sirve para saber combinar la ropa que nos tapa en parte dicha piel, me parece muy grave. Estamos comportándonos como si «alguien nos debiera algo». Y yo les digo que nadie nos debe nada. Y si me convencen ustedes de que si, entonces, sinceramente, créanme de que nadie nos devolverá una mierda. ¿Acaso nosotros hemos devuelto lo que nos quitamos a nosotros mismos y que nos impide reorganizar lo que en un futuro servirá para que nuestros hijos vivan mejor, la libertad interna, por más negritos que nos salgan?. Yo quiero que entiendan que por mal que me venga, no puedo, ni me da la gana hacerle honores a un dictador. No puedo hacerle honores a nadie que vea en un sistema anti personas la base para hacer creer a las personas de que son libres. Por eso las papanuchas que se trae el dictador, y todos esos que venden amarillo ahora en clara señal de que «son el modelo», me dan «esa fiebre…». Que se joda España, vale. Se lo merecen por Bonear, Moratinear, Rajoyar y Juancarlear obianguemamente mal. Que se agradezca a los blancos de EE.UU por hacernos descubrir de que será más leve el robo de nuestro oro negro si nos arrimamos a los negros sullivanescos a los que les da igual el color de piel de los africanos, total, los más guapos no son los que salen en la tele en el bronx. Salen los niños desnutridos de Somalia, que no tienen nada que envidiarle a los niños de las calles de Brooklin que encima se drogan mientras practican tiro al blanco. Vale que se suplique a Francia de que el dictador ha trabajado duro para que las relaciones bilaterales sean escritas en un gabacho deuxieme langue officiel, para que ahora quieran encima meter en una celda con conexión wifi a «nuestro negro hermano mayor» a base de preguntarle en un juicio, supuestamente legal, que de dónde sacaba tanta plata para vivir «como un blanco sin correr como un negro» en la misma Europa que Samuel Eto´o. Vale toda esa tendencia de «Algunos blancos buenos. Algunos blancos malos, según los intereses del dictador…». Vale.
Lo que no está valiendo, y aquí nos queremos poner muy serios, es aquello de que vengan ahora los amarillos y nos hagan regresar al tiempo de la colonia, en amarillo socio político y económico. Pero si no hemos aprendido todavía a hablar y escribir las lenguas «para la supervivencia» que nos dejaron como herencia «semi-independencia» los que hace pocos años fueron nuestros agresores de lo negro en nuestra propia casa, ¿y ya queremos que nuestros hijos en un futuro digan que MAO TSE TUNG fue una caudillo democrático?. ¿Y por qué no empezamos a aprender a decir «XINGANOS » en amarillo y nos ahorramos todo ese montaje diplomático que suele andarse en recovecos maquillados con mezcla de culturas, libre mercado, globalización, y amor al prójimo (la religión siempre presente…)?. Ya que estamos aplaudiendo un modelo igual de feo que el blanco hipócrita irresponsable y desalmado, que hace encima de una especie de dictadura-comunista-capitalista sin siquiera saber usar la «R» que podría hasta significar RESPETO y no «LE-SPETO», digo yo que nos «XINGUEN» ya de una vez como negros sin «iniciativas», y 50 años después, entres a saludar a tu mujer o a tu marido-gay que en ese momento habrá logrado parir a un bebe con ojos rasgados, y vestido con un KI-MONO rojo que le quedará que ni PINTADO. No es que yo esté en contra del amarillismo, que también vende hoy en día a nivel periodístico. Pasa es que yo no entiendo que las dictaduras sigan demostrando que los que que deben morir para la supervivencia de unos cuantos, sean precisamente los PUEBLOS que se creen aquello de que el negro es el color que no tiene luz propia.
A mi, por lo menos no me venderán esa moto. Yo, negrito, lo tengo claro. Antes de que me vengan a explicar la cosa como si yo fuese José Saramago y entendiese esas lindas palabras que usan en sus círculos «intelectuales», prefiero entenderlo y explicarlo a mi manera. Y a mi manera se explica así:
Los jerifaltes-políticos blancos, o occidente, amantes del maquillaje colorido a full, la hipocresía y el bilateralismo aprovechador, ven peligrar su hegemonía mundial, llámese poder sobre las demás razas (dicho sea de paso…) ante el gigante amarillo, y se ponen nerviosos. A nadie le gusta estar arriba y ver que le están obligando a caer tan bajo. Pues se inventan cosas, se proponen cosas y todo lo que inventen y se propongan tiene como objetivo, frenar a los que por más buenos que sean, ellos, los occidentales, en su intento, no llegarán a frenar a los orientales que van a llegar dominar el mundo. Y lo peor no es eso. Lo peor es que encima el que viene pisando fuerte usando el amarillo como color, ha sabido entender que para entrar a «putear al que lleva años puteando en blanco, y con el un titánico esfuerzo negro», hay que primero armarse hasta los dientes. No vaya a ser que al blanquito le de por quitar otra vez la cruz para persuadir, o se ponga a pegar tiros porque persuadir aveces le saca los colores al impaciente. Tienen armas de destrucción masiva y le dicen al occidental de que «Nosotros también somos responsables como ustedes y las conservamos bien. Vayan a buscarlas y destruirlas a otra parte». Tienen capacidad mental para cualquier eventualidad los amarillos. Saben esclavizar a los suyos adaptándose a la idea de la modernidad bajo control estricto de que nadie se salga del guión. Y saben también esclavizar para que ruede la piedra pesada del progreso. Eso jode al antiguo amo, por lo que prefiere no «señalar al gigante amarillo» al igual que señala a los pequeños ladronzuelos de los mares de Somalia que sólo buscan comer al menos un día lo que producen sus propias tierras. Y mientras esa guerra entre blancos y amarillos se lleva a cabo de oficina a oficina (de momento…), ¿Qué hacemos los negros ricos en recurso naturales?. Pues nada. Estamos expectantes. Estamos con lo de «adorar» a nuestros amados líderes que a su vez nos abren las piernas, nos limpian el ano, nos ponen la bola roja de billar en la boca atada a una goma negra a nuestra nuca, y chillan «Apuntal bien, neglo no quejal. Neglo acostumblado a lecibil sin lechistal…». Ustedes se preguntarán «¿Y qué hay de nuestros líderes?. ¿Acaso no se les xinga a ellos también?». Pues claro que se los chingan a ellos también. Pero es ahí donde nosotros les decimos que usen el coco para no comprar más «modelos de desarrollo» vendido por una dictadura. Porque a ellos, cuando los xingan, luego les ponen mucho dinero para que puedan no quejarse del dolor, basta con viajar a Tailandia, o a Malasia (como nuestros verdes árboles…) y recibir un masaje reconfortante. A nosotros en cambio, nos xingan, y encima nos venden todo a 100. ¿Podrían ustedes decir cuánto les dura un producto del todo a cien amarillo?. Eso, siempre será menos que uno comprado a 300.000 blancos euros, que es lo que cuesta, por ejemplo, uno de los coches requisados por jueces blancos a un niño tonto de papá que como negro, dice que el neocolonialismo es malo porque le han puesto a la INTERPOL como «guardaespaldas». Cuando sus intenciones sanas eran reforzar nuestra misión diplomática en tierras galas.
Pero no queremos ser «amarillistas» en plan victimistas. No todo es criticar y no aportar ideas para paliar el descolorido. Por eso vamos a proponer nosotros nuestra peculiar y especial solución, tan rápida como eficaz si la idea es repintar nuestra fachada africana de un negro bien oscuro que sólo permita la luz del «Sol Naciente» que nació después de la oscura humareda que dejó el hongo del Enola Gay. Y proponemos:
En primer lugar, y para que los amarillos no se aprovechen de los pocos sesos que se dejaron los blancos entre los negros, debemos aplicar la idea de que NO HAY DICTADURA que sea capaz de hacer país contando con mentes preparadas. Y si no nos creen, busquen en el exilio, es donde suelen estar LOS MEJORES hacedores de país con coco en estos casos. Con esa base, la propuesta viene a ser fácil. Lo primero que hay que lograr, es que no nos vuelvan a tomar el pelo nuestros «hermanos de color». Y como buenos demócratas que parecemos ser, se debería empezar por decir las cosas por su nombre y aun con represalias, mantenerlas si delante, el descolorido negro fantoche es un dictador con su grupillo de oscuros maleantes. Las cosas dichas por su nombre se llaman: CAMBIOS. Así tal cual. Fácil de entender por más que lo mires con el color que te ofreces tú mismo a tu vida. Debe llegar el día en el que nosotros mismos votemos a nuestros dictadores. En plan: «Éste dictador ya no nos gusta. Coloquemos a este que parece tener un buen discurso». Vamos, como en países «inteligentes políticamente» como España, en donde pueden votar a Aznar, lo quitan, ponen a Zapatero, lo quitan, y hacen mayoría absoluta blanca, y unos cuantos negros, y colocan a Rajoy. Así de sencillo. Todos políticos salidos de la mente de un país que si bien sabe que esos dos modelos de gobierno les ha jodido bien «en 35 años de monárquica democracia anti República y anti Independentistas», no cabe duda alguna de que también han aportado mucho mas que los CIU y los PNV (de momento…) y demás todos juntos. Nosotros, si queremos de verdad empezar a no ponernos amarillos cuando la cosa ya pinta muy negra, debemos ser claros y optar por los cambios que sean decisión nuestra. Y no decisión de «UNO SOLO». Y con el primer paso dado, entonces nos pondremos serios con efectos colorines como aceptar que la bandera gay se pueda pasear ante nuestros ojos por ejemplo en el paseo marítimo de la costera ciudad de Bata, y que el arco iris sea lo que es, un efecto natural que NO ODIA a los negros. Saber decidir y saber aceptar con agrado las decisiones, sean malas o buenas, ya que con agrado, ejerceremos nuestro derecho libre de votar al hijo de puta mal pintor que queramos.
Nada de jugar a aceptar «modelos de desarrollo» sin primero ser capaces de entender que ese desarrollo se basa en la idea de que el ser humano es el que los propone ¡EN CONJUNTO» y no una banda de semi dioses de negra piel. Así que no me vengan con pamplinas y paletas profesionales del mal y el bien. Yo soy negro porque mis antepasados más cercanos lo son. y no porque lo dice el diccionario escrito por los blancos, que encima no fue elaborado para definir a las personas. Sino para algo mas noble como «SABER».
LOCOStv está de vacaciones. Su dibujante titular está montevideando un poco. Y en una previa antes de comer, ha visto un periódico local del cual emanaba una columna escrita por un tal Carlos Maggi, que en un párrafo largo, escribía esto bajo el título de «EL TERCER MANDATO DE CLINTON».
Cito:
«No es intención de esta nota, aclarar o discutir los inmensos problemas que pesan sobre EE.UU; y mucho menos participar de lejos en la campaña política que se cumple en estos días; sería una pretensión ridícula. Lo que importa desde aquí, es prestar atención a lo que significa un CAMBIO MAGISTRAL, que se hace CONTAGIOSO. La DEMOCRACIA es un sistema sostenido, por una única excelencia: La CALIDAD de los CIUDADANOS.
A esto que sucedió en la Convención de los DEMÓCRATAS de EE.UU, el día cinco de septiembre del dos mil doce, le llamo yo, por falta de otra expresión más adecuada, PCI (PRODUCTO CULTO INTERNO).
Clinton logró un cambio de sentido en el tránsito… en lugar de ser un conductor conducido por la gente, la ideología y el pasado del partido DEMÓCRATA; en lugar de decir lo que la gente quería oír, pesó, da capo, lo que la GENTE NECESITABA PENSAR. Evitó la cursilería o el lugar común.
Hizo un diagnóstico partiendo de datos nuevos y articuló prioridades inesperadas. Mostró – como es verdad – dos formas de concebir la convivencia; y CONVENCIÓ a la CONVENCIÓN. A partir de esa noche, los DEMÓCRATAS cambiaron la campaña al pie de la letra de la moción y la emoción de Bill Clinton. …Piensan: Ahora ya no se trata de completar lo que venimos haciendo en forma RESPONSABLE. Ahora hay aquí, dos visiones de país enfrentadas en forma radical; tenemos que optar entre el HUMANISMO y el EGOÍSMO. Enfrentados no ya en las estadísticas, los planes o las promesas, sino en las prioridades que determinan una filosofía referida a la persona, a su formación, a sus oportunidades.
Esa es la síntesis del discurso de Clinton y desde ese momento…,¡ ese es el cerno de la campaña demócrata! No trabajamos para superar una crisis brutal, trabajamos para más: PARA UN FUTURO HUMANO, MENOS INDIFERENTE.
Fin de cita.
A lo mejor ustedes ven en todo eso el «modelo norteamericano de captar votos en política». Claro, no me extrañaría nada. Para ustedes, acostumbrados a entender la política como «un sistema de asesinato fiable y elegante», no hay cabida para ver a un blanco usando un discurso tremendo para que un mulato no pierda la oportunidad de seguir aportando su granito de arena para que el país que vió a los «Black Panther» ser célebres, siga siendo una referencia mundial de «esa democracia engañosa» (según ustedes…), y de paso, «impedir de alguna manera» la escalada de los amarillos. Ustedes no quieren ver nada. Ustedes quieren hacer como si no hubiera humanidad en colores en cada ser humano que se dedica a esto de la política «PARA ENGRANDECER AL PAÍS Y AL MUNDO». Ustedes, por suerte no son yo. Y yo, por desgracia digo lo que ustedes no quieren decir ya que diciéndolo, y siendo negros dictados, supone ser tratado de antipatriota por los que venden amarillos justo donde lo negro vende precisamente por «la buena calidad del producto barato». Ustedes son idiotas. Yo estoy LOCO.
¿Y qué hay de los ROJOS?. Claro, los rojos. Esos que vieron llegar a Cristobal Colón y le dejaron entrar hasta la cocina argumentando que lo suyo era cocinar «CIVILIZACIÓN». Pero ni sabía cocinar, ni era civilizado. Tuvo la suerte de no acabar en las indias, y el tipo igualmente se las dio de «descubridor». Que pena que sólo descubriera un continente lleno de ROJOS que al igual que los NEGROS, bastaba con decirles «DIOS», para que se queden quietos, y así no recibir un balazo. Los rojos ya no tienen página. No hay «sudamericano patriota» con el que te cruces, y que no te salga conque «Mis abuelos eran españoles, italianos o alemanes…». ¿Y qué hay de esos que defendieron aquello de que «No han sabido respetar NUESTRAS COSTUMBRES, ¡Deben marcharse!? Pues viven en una «civilización natural». Pena que se les está quitando las tierras con la excusa de que lo indígena NO VENDE. Aguantan lo que pueden, total, entre sus propias filas, tienen al «indígena» que ha entendido el valor del billete VERDE, y decide que mejor comprar en McDonnals que estar esperando a que una mísera piraña pique en el anzuelo. Ya está bien de «cerrar conflictos a base de la natural curare. Ahora hay que hacer como el bueno de Horacio Cartes en el Paraguay: Traficar con lo ilegal para gestionar lo legal. Eso, que los rojos, algunos hasta colorados, no lo tienen más fácil que los negros. Pero ellos al menos, o los que tienen tez salida de la «Raza Aria», tienen claro que ningún pseudo rojo se mantendrá sentado en el poder como lo hizo Fidel Castro y lo hace Raul Castro en la casi negra Cuba. Ellos te ponen un «micrófono abierto» para decir al pueblo: Si no te ha gustado el parlamentario golpe de estado, entonces dilo. Quedarte callado, te convierte en un amante del masoquismo en color negro por lo de MALO, o amante del suicidio en color rojo por lo de SANGRE. Los rojos y yo, que soy negro, estamos conviviendo. Estamos soñando con no volver a asistir a los cambios que marcan el ritmo del mundo. Nuestra intención es PARTICIPAR de esos cambios sin pararnos a mirar por los colores que se trae cada uno.
Voy a cerrar mi verborrea con una anécdota. Una persona culta me dijo que admiraba mi capacidad de decir boludeces que sonaban inteligentes. Y yo le respondí:
«Esos elogios, viniendo de gente como tú, me ayudan a tener piernas, para mantenerme en tierra. Y también me ayudan a tener alas para dejar volar mi imaginación».
Esa respuesta que di la medité bien. Y lo hice pensando en los colores que uso a la hora de ofrecer lo que como persona puedo ofrecer a otros. Otros que a lo mejor se dan cuenta de que soy negro, pero que ese color no me impide ser un humano imperfecto. Esos pocos que viven del racismo, del desprecio a las culturas diferentes, del «Mein Kampf», y de decirle gilipolleces a nuestros dictadores negros, para que esos a su vez la tomen con nosotros pintándonos de todo menos como a la Mona Lisa. He vivido entre negros y entre blancos. Ahora vivo entre rojos «con raíces en occidente» y quién sabe, a lo mejor mañana me hago amarillo para poder llevarme algo a la boca, y de paso, alimentar a los míos. De esa idea multicolor que marcará, lo prometo, mi existencia en ésta tierra de coloridas almas con ideas diferentes para hacer vivible la vida, estoy seguro que todo lo que saque en claro, como el color cristalino del agua, fuente de vida, no lo convertiré en negativo para que me salga un NEGRO de mierda, o un BLANCO jodido, o un ROJO sin vergüenza, o un AMARILLO mentalizado en la idea de «Dominar el Mundo», y me diga qué es lo que tengo que hacer siempre, o peor, cómo debo hacerlo para que luego se diga de que hasta las cosas más sencillas y fáciles, las miro «Dependiendo del color con el que lo vea». Yo solo veo en un único color a estas alturas de mi existencia: EL GRIS.
Y ese color, aparte de bello por unir dos colores principales, puede significar que volveremos a salir de noche, beber, drogarnos, fornicar, como los «gatos PARDOS», para levantarnos de día y darnos cuenta de que el sol es amarillo, pero ni por más que caliente, ni vuelve negro a los blancos, ni vuelve más amarillo a los amarillos, ni pone rojos a los rojos… Ni mucho menos quema mi alma hasta el extremo de ver NEGRO donde un dictador lo prefiere TODO BLANCO para él.
Desde Montevideo, mi negritud es mi piel.
Carta no revisada. Perdonen las faltas de ortografía.
Nsé, de vacaciones gracias a una BLANCA.
MI FRASE DE LA SEMANA: «Nunca convencerás a un ratón de que un gato negro trae buena suerte»
Fuente: Las Locuras de Jamon y Queso